Milena Busquets: ¡°El dolor te pone en el bando de los perdedores¡±

?La tristeza pesa dos toneladas? Pesa mucho m¨¢s que el amor, que no pesa nada. La tristeza y el dolor pesan much¨ªsimo. Te van curvando; por eso la gente mayor va m¨¢s inclinada...

En su libro, escrito a ra¨ªz de la muerte de su madre, mezcla peso y ligereza... La frivolidad es un instrumento para manejar la vida. Siempre me ha servido la frivolidad. Viene de casa: no seas un plomo, no des el co?azo, no hables mucho. Aqu¨ª busco un equilibrio: hasta en un funeral puede haber algo muy c¨®mico.

?C¨®mo se sobrelleva el dolor? No se va. Aprendes a vivir con el dolor. Siempre has ido muy c¨®modo sobre la arena y de repente te tienes que poner zapatos medio n¨²mero m¨¢s peque?os. Y te jode. Puedes re¨ªr o enamorarte, pero hay algo que no acaba de ser como era.

Como perder la infancia. No s¨®lo. El dolor te pone del bando de los perdedores.

?C¨®mo le ha dejado el dolor? M¨¢s consciente. Si sirve para algo es para estar m¨¢s atentos a los dem¨¢s, ser menos ego¨ªstas, aunque a lo mejor esto es s¨®lo bla bla bla, no estoy muy segura.

Susan Sontag dec¨ªa que el dolor de otros nos transmit¨ªa culpa... Me educaron en contra de esto; eran tan ateos que no hab¨ªa sentimiento de culpa. Me dec¨ªan: ¡°Nunca sentimiento de culpa¡±. Se lo debo a mi madre [Esther Tusquets, editora y escritora].

?De qu¨¦ tiene culpa? Podr¨ªa tenerla de mil cosas, pero no la siento; lo estoy haciendo lo mejor que puedo. Igual podr¨ªa aprender a cocinar en lugar de pedir pizza o comida ¨¢rabe cada noche. Podr¨ªa haber tenido m¨¢s paciencia con mi madre...

?Qu¨¦ pudo haber hecho? Hice lo que pude. Aguantar el tipo. Quieres quitarle el miedo a la muerte y el dolor f¨ªsico al otro. Los m¨¦dicos m¨¢s o menos consiguen quitar el dolor f¨ªsico; el miedo a la muerte va en consecuencia. Una mujer tan inteligente y l¨²cida como ella ten¨ªa la consciencia de que se mor¨ªa. Me miraba en el hospital; yo ve¨ªa en sus ojos que sab¨ªa que se mor¨ªa.

?Qu¨¦ querr¨ªa haber hecho? Me hubiera gustado ser Dios. Decirle: ¡°No te preocupes, no vas a palmar¡±, pero lo ¨²nico que pod¨ªa decirle era que no se preocupara, que nosotros ¨ªbamos a estar bien.

?Qu¨¦ le ha dejado esa ausencia? La consciencia de haber vivido un gran amor, como la de Romeo y Julieta; es rid¨ªculo pensarlo, pero tiene el mismo drama, intensidad y pasi¨®n. A mitad del libro pens¨¦ que estaba escribiendo sobre un gran amor, de los dos o tres que podemos tener en la vida. Algunos no tienen ninguno. Lo que me queda es pensar que tuve la incre¨ªble suerte de tenerlo con esta mujer tan dif¨ªcil.

?Qu¨¦ es un gran amor? No s¨¦ dec¨ªrtelo; quien lo ha probado lo sabe. Yo s¨¦ lo que es, he tenido m¨¢s de uno. Lo sabes en la piel.

?C¨®mo se cuida? No se cuida. Un gran amor es un amor salvaje. Los amores tranquilos no existen. Un gran amor es aquel con el que pasas del cielo a las profundidades en las que te puedes decir cosas espantosas.

Tiene ¨¦xito con su libro. ?Le da miedo? Ojal¨¢ tenga algo m¨¢s que decir. No lo veo claro. Tengo 43 tacos y he visto el mundo editorial muy de cerca. Ser¨ªa idiota que me cambie; he visto a mucha gente de ¨¦xito cerca. Mi miedo es a morir, a estar enferma, a que no me quieran. A lo mismo que antes.

?Le cura la escritura? Me cura leer a los dem¨¢s; leer a la gente a la que amo. Leer otra vez El extranjero de Camus, en el que dice: ¡°Con que un hombre hubiese vivido un d¨ªa ya tendr¨ªa bastante recordando cada instante¡±. Eso es lo que te cura. Escribir, soltar tu rollo no te cura.