Los novilleros ?lvaro Lorenzo y Cristian Climent marcan la diferencia
Ambos cortaron una oreja en el festejo inaugural del ciclo valenciano, que dur¨® tres horas
Con el muy bien presentado novillo que abri¨® plaza, Fernando Beltr¨¢n solo luci¨® compostura. Compostura sin fondo. El novillo, con la cara alta, molesto y empe?ado en puntear la muleta, no le dej¨® acomodarse. Solo una serie con la izquierda sali¨® limpia, m¨¢s o menos. El resto fue una b¨²squeda est¨¦ril. Insistencia in¨²til en faena, en fin, sin gobierno alguno. Sin relevancia.
El Ventorrillo/ Beltr¨¢n, Posada, Lorenzo, Exp¨®sito, Climent, Varea
Novillos de El Ventorrillo, de excelente presencia, serios por delante y de juego dispar; los mejores se corrieron en tercer y quinto turno. Cumplidores con el caballo, aunque mansitos segundo y sexto. Cuarto y sexto los m¨¢s deslucidos.
Fernando Beltr¨¢n: pinchazo -aviso- y tres descabellos (silencio).
Posada de Maravillas: estocada entera -aviso- (saludos).
?lvaro Lorenzo: casi entera baja -aviso- (oreja).
Jorge Exp¨®sito: seis pinchazos -aviso- tres m¨¢s y cuatro descabellos (silencio).
Cristian Climent: entera (oreja con petici¨®n de la segunda y dos vueltas al ruedo).
Varea: metisaca, pinchazo y casi entera -aviso- (silencio).
Plaza de Valencia. 23 de julio. Primera de Feria. Casi media entrada.
La faena de Posada de Maravillas empez¨® luminosa: en el platillo, muleta plegada y por naturales. Sali¨® bien el trance, pero ah¨ª acab¨® casi todo. Hubo m¨¢s, pero ya fue faena a la ligera, con la pierna contraria descargada. M¨¢s pantalla que verdad, sin coger ritmo y, en fin, la faena acab¨® perdida.
Al buen tercero le hizo una faena seria y asentada ?lvaro Lorenzo. Los doblones de inicio, con ambas manos, tuvieron son y gusto. Puesto el novillo en su sitio y el novillero en el suyo, la faena fue desgranando toreo de calidad. Bien sobre la derecha, en redondo, con el novillo muy llevado en los vuelos. El buen novillo hizo un amago de distraerse, a lo que Lorenzo respondi¨® sin una duda y empapando al de El Ventorrillo para que no se fuera de naja. Cargada la faena sobre la derecha, solo hubo dos series con la izquierda. Pero dos series templadas, por lo cl¨¢sico. Para rematar, galer¨ªa a base de circulares invertidos y el fin de fiesta cambiando la muleta de mano y sin espada. Impresi¨®n de torero maduro. Pisando siempre muy seguro.
Jorge Exp¨®sito no pudo con el deslucido cuarto. Ni por lo civil, ni por lo criminal. Desbordado, sin sitio, desarmado un par de veces, Exp¨®sito cape¨® con pudo el temporal que se le vino encima. Puso voluntad, pero la voluntad sola no hace milagros. No le ayud¨® el novillo, pero tampoco pareci¨® con los recursos suficientes como para salir airoso. Con la espada, un mitin.
El quinto fue uno de los novillos destacados. Muy noble, obediente, aunque acabara pidiendo la hora al final de la faena. Climent lo salud¨® con limpieza con el capote, bien llevado. Hubo pique de quites: uno por chicuelinas de Varea, y la r¨¦plica de Climent, esta vez capote a la espalda. Hubo m¨¢s. Cogi¨® los palos Climent y puso tres pares de variado corte; el primero al cuarteo, el segundo al molinillo y cerr¨® tercio con el del viol¨ªn. Clav¨® en lo alto. Certero. Ech¨® las dos rodillas en tierra para iniciar faena y ya de pie, se lo pas¨® con cierto gusto. No fue faena de torero maduro, pero tuvo esa cierta fragilidad que le dio un encanto especial. El buen gusto siempre por bandera, combinado con alguna duda. Fue el novillo ideal para novillero todav¨ªa en agraz. Con el de El Ventorrillo ya al paso, Climent porfi¨® en busca de rematar tan sincera obra.
Cerr¨® la funci¨®n un bello jabonero, mansito en varas y suelto en banderillas, que no tuvo muchas posibilidades en la muleta. El buen oficio de Varea quiso imponerse, pero el descompuesto novillo apenas le dej¨® respirar. Detalles de buen torero. Busc¨® el punto del novillo, pero no hab¨ªa punto posible. No rompi¨® la faena y todo qued¨® en eso: destellos. Y tampoco muchos.
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