Renace ¡®El Hijo del Ahuizote¡¯
Diego Flores Mag¨®n abre un centro cultural en la Ciudad de M¨¦xico con el mismo nombre que el peri¨®dico opositor de 1885
El 5 de febrero de 1903, cuando los motores de la Revoluci¨®n Mexicana comenzaban a encenderse, Ricardo Flores Mag¨®n, director del peri¨®dico opositor El Hijo del Ahuizote, coloc¨® en el balc¨®n de la redacci¨®n la frase, ¡°La Constituci¨®n ha muerto¡±. Tres d¨ªas despu¨¦s apareci¨® un art¨ªculo con el mismo t¨ªtulo: ¡°Doloroso nos es causar al pueblo mexicano la merecida afrenta de lanzar esta frase a la publicidad: La Constituci¨®n ha muerto¡.?Pero por qu¨¦ ocultar m¨¢s la negra realidad?...¡±. El texto iba acompa?ado de una fotograf¨ªa donde aparec¨ªan algunos de los personajes que m¨¢s se opon¨ªan a la censura que ejerc¨ªa el expresidente Porfirio D¨ªaz?¡ªquien se perpetu¨® en el poder durante 31 a?os¡ª. Era el 46 aniversario de la Constituci¨®n de 1857 y para este grupo no exist¨ªa motivo alguno de celebraci¨®n.
Aquel balc¨®n a¨²n existe. La casa, ubicada en el centro hist¨®rico de la Ciudad de M¨¦xico y donde se imprimieron las caricaturas en contra del r¨¦gimen de D¨ªaz, fue rescatada en 2007. Sin embargo, no fue hasta el pasado s¨¢bado que el inmueble volvi¨® a abrir sus puertas al p¨²blico con el nombre La Casa de El Hijo del Ahuizote. Su director es Diego Flores Mag¨®n, bisnieto de Enrique Flores Mag¨®n, uno de los tres hermanos que lideraron el peri¨®dico y buscaron materializar la revoluci¨®n. El objetivo, explica este hombre de 35 a?os, es facilitar el acceso al archivo hist¨®rico de la ¨¦poca. ¡°Tambi¨¦n queremos construir relaciones de beneficio mutuo con el vecindarios por medio de un centro cultural dedicado a la libertad. La idea es transgredir fronteras nacionales y urbanas¡±.
La casa se ha inaugurado con una exposici¨®n que recorre la historia de El hijo del Ahuizote?(1885-1903), desde su fundaci¨®n hasta su clausura. A trav¨¦s de cartas, diarios, ejemplares, fotograf¨ªas, infograf¨ªas y una serie de documentos personales y p¨²blicos se analizan las distintas etapas que vivi¨® el peri¨®dico. La exhibici¨®n muestra la relaci¨®n del fundador, Daniel Cabrera, con el resto de actores que con el tiempo lo suceder¨ªan en la direcci¨®n del diario. Una relaci¨®n mucho m¨¢s ¨ªntima y duradera de lo que normalmente se cuenta. ?"El primer momento del grupo que comenzaba a formarse est¨¢ determinado por el barrio. Las vecinas le prestaban ollas a Cabrera para que pudiera fundir la cera, el cura de la escuela le ofreci¨® las mesas de las aulas para secar las planas del peri¨®dico¡ y eso que la l¨ªnea editorial era anticlerical", cuenta el director del inmueble,? internacionalista del Colegio de M¨¦xico.
Las pol¨ªticas de Porfirio D¨ªaz contra la libertad de expresi¨®n se fueron endureciendo, y con ellas las posturas de algunos de los periodistas. El expresidente prohibi¨® cualquier escrito de alguno de los Flores Mag¨®n. El tr¨ªo de hermanos, junto a otros miembros, fueron encarcelados en abril de 1903 y un mes m¨¢s tarde se publicar¨ªa el ¨²ltimo ejemplar del peri¨®dico opositor. ¡°La postura radical que toman los tres Flores Mag¨®n y otros personajes como Santiago de la Hoz es lo que provoca que clausure el diario. Cabrera, en cambio, lleg¨® a escribir ¡®este peri¨®dico no busca la revoluci¨®n¡±, explica el bisnieto de uno de los revolucionarios. A pesar de las diferencias pol¨ªticas entres ellos, la amistad continu¨®. ¡°Cabrera ayud¨® a Hoz a imprimir su diario, El Exc¨¦lsior, y socorri¨® a los Flores Mag¨®n cuando decidieron partir al exilio para que los recibiera su amigo Paulino Mart¨ªnez en Laredo, Texas¡±.
El centro cultural est¨¢ rodeado de una serie de comercios variopintos. Es dif¨ªcil imaginar que entre el alboroto de todos los vendedores que alzan la voz para conseguir que su producto llegue a los o¨ªdos de los paseantes, se encuentra, de repente, un espacio tranquilo, con una terraza en el tercer piso, gratuito y que esconde una historia que est¨¢ lista por salir a la luz. El inmueble, ubicado en la calle Rep¨²blica de Colombia, 42, est¨¢ abierto de lunes a s¨¢bado de 11.00 a 17.00, y ofrece exposiciones temporales, talleres y un espacio para las distintas iniciativas sociales.
Palabras antiguas que parecen actuales
En el primer piso del centro cultural se encuentran los retratos de la activista Nadia Vera y el periodista Rub¨¦n Espinosa, asesinados hace dos semanas en la colonia Narvarte. Junto, hay un mont¨®n de hojas en las que se lee: ¡°La tiran¨ªa se arranc¨® la careta, despreci¨® toda formalidad, desconoci¨® todo respeto e indic¨® que estaba decidida a acallar cuanta palabra de verdad sugiera, cuanto grito de justicia se levantara¡±. Estas y otras frases ah¨ª presentes, corresponden a los a?os previos a la Revoluci¨®n Mexicana (1910). Sin embargo, est¨¢n ah¨ª, a lado de las caras de quienes fueron v¨ªctimas de un crimen que ha conmocionado a M¨¦xico. Y de un homicidio que deja en inc¨®gnita la pregunta de si la libertad de prensa, m¨¢s de 100 a?os despu¨¦s, se ha conseguido.
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