Juicio sumar¨ªsimo al cura pederasta

Algunos periodistas italianos todav¨ªa no se lo cre¨ªan. Tanto que uno se lo pregunt¨® al director, Thomas McCarthy:

¡ª ?Es consciente de lo que supone estrenar justo en Italia su pel¨ªcula?

El cineasta sonri¨®. Resulta que era precisamente uno de los pa¨ªses donde m¨¢s quer¨ªa proyectarla. Aqu¨ª, en la patria del Vaticano, McCarthy ha tra¨ªdo uno de los mayores ataques f¨ªlmicos contra la iglesia cat¨®lica que se recuerden. Se titula Spotlight, refleja la investigaci¨®n real del rotativo estadounidense The Boston Globe que destap¨® en 2002 cientos de casos de curas pederastas y se estren¨® ayer en el festival de Venecia, entre aplausos y fuera de concurso.

¡°Cuando empezaron a investigar sab¨ªan que se trataba de algo importante, pero no creo que imaginasen el alcance que tendr¨ªa¡±, aseguraba McCarthy en un encuentro con periodistas internacionales, en alusi¨®n a los cuatro reporteros originales. El caso arranc¨® con apenas un cura sospechoso y unas pistas tambaleantes. Pero acab¨® en un esc¨¢ndalo de abuso de menores que mostr¨® la implicaci¨®n de hasta 249 eclesi¨¢sticos tan solo en la archidi¨®cesis de Boston y llev¨® a la c¨¢rcel a varios de ellos.

Durante meses, un equipo de investigaci¨®n de The Boston Globe se volc¨® en lo que mejor se le daba: el periodismo. Los redactores rastrearon archivos, entrevistaron a v¨ªctimas, contrastaron testimonios y buscaron respuestas a por qu¨¦ tantos curas hab¨ªan sido trasladados en silencio de una parroquia a otra. En definitiva, lucharon contra el oscurantismo de la Iglesia y de quien quer¨ªa mirar hacia el otro lado, de quien habl¨® de ¡°unas pocas manzanas podridas¡±

Los sabuesos del Globe sortearon incluso el episodio del 11-S, que les oblig¨® a interrumpir su investigaci¨®n para contar otra gran tragedia nacional. Finalmente, dieron con documentos que probaban la traici¨®n m¨¢s cruel de los hombres de Dios a sus peque?os fieles.

La caja de Pandora se abri¨® el 6 de enero de 2002, con el primer art¨ªculo firmado por Michael Rezendes, al que siguieron hasta 600 piezas period¨ªsticas del Globe y un premio Pulitzer. Con un efecto contagio tan t¨ªpico de las religiones, las denuncias se multiplicaron en EE UU y en el mundo.

Cuando empezaron a investigar sab¨ªan que se trataba de algo importante, pero no creo que imaginasen el alcance que tendr¨ªa¡± Tom McCarthy, director

Como una serie de mu?ecas rusas al rev¨¦s, la pel¨ªcula sigui¨® un proceso id¨¦ntico a la investigaci¨®n: la historia no paraba de ampliarse. Solo la escritura del guion requiri¨® a?os y el proyecto estuvo en v¨ªa muerta tres veces ¡ªen palabras de McCarthy¡ª: nadie quer¨ªa financiar una producci¨®n que iluminara el lado m¨¢s oscuro de la Iglesia. ¡°Hay cartas de gente diciendo: ¡®Querr¨ªa seguir siendo cat¨®lica pero hab¨¦is violado a siete de mis hijos. ?Ayudadme!¡±, relata McCarthy. O, como explica una de las v¨ªctimas en la pel¨ªcula sobre por qu¨¦ no se rebel¨®: ¡°?C¨®mo se puede decir que no a Dios?¡±.

El cineasta y el reparto (Mark Ruffalo, Rachel McAdams, Michael Keaton, en su regreso tras Birdman, entre otros) pasaron meses reuni¨¦ndose una y otra vez con los redactores de Spotlight y con cualquiera que tuviera algo que ver con la historia: v¨ªctimas, abogados, curas, jueces¡­ ¡°Buscamos todas las perspectivas posibles¡±, agrega el director.

Altas exigencias

¡°Las exigencias eran alt¨ªsimas. Interpretas a gente real, cuentas una historia con muchas v¨ªctimas, y encima va en contra de una de las instituciones m¨¢s relevantes del mundo¡±, explica Ruffalo, que se mete en la piel de Rezendes. ¡°A veces actuar es como el periodismo, como un reportaje: tienes que saber todo del personaje, c¨®mo piensa, qu¨¦ comer¨ªa, qu¨¦ m¨²sica escuchar¨ªa. Al principio de mi carrera pasaba casi m¨¢s tiempo en la biblioteca que en el escenario¡±, a?ade el actor.

En el fondo, McCarthy considera que Spotlight es tambi¨¦n un monumento al periodismo ¡°s¨®lido y profesional¡± y al reporterismo local, en los tiempos de Internet, la globalizaci¨®n y la rapidez por encima de la calidad. Aunque lo cierto es que el director de la pel¨ªcula utiliza otro t¨¦rmino: ¡°Testamento¡±.

Lejos de acabarse est¨¢ el drama que cuenta esta pel¨ªcula. McCarthy se muestra pesimista respecto al futuro de la iglesia, pese a confiar en las buenas intenciones del papa Francisco. De ah¨ª que al final de Spotlight coloque una larga lista de ciudades con casos probados y una verdad que duele: el cardenal Law, que dirig¨ªa la iglesia de Boston durante la investigaci¨®n y del que se demostr¨® que conoc¨ªa cuanto estaba ocurriendo, pag¨® un precio m¨ªnimo. Mientras sus pastores destrozaban la infancia de tantas peque?as ovejas, ¨¦l tan solo fue enviado a Roma. Y ah¨ª sigue oculto. Aunque, desde ayer, ya no tanto.