Una casa por s¨®lo 6.000 euros

Los sue?os de millones de mexicanos caben en 63,35 metros cuadrados. Ese es el espacio que ocupa la denominada Vivienda popular, uno de los proyectos estrella presentados en la Bienal de Arquitectura de Chicago. Son dos habitaciones, un ba?o, una cocina y un sal¨®n-comedor en los que se ha gestado una peque?a gran revoluci¨®n. La casa s¨®lo cuesta 6.000 euros (unos 120.000 pesos), puede construirse en menos de un mes y permite que la levanten, como un mueble de Ikea, sus propios moradores.

El prototipo, obra de la arquitecta mexicana Tatiana Bilbao, nace de una antigua necesidad. En un pa¨ªs con 120 millones de habitantes, la demograf¨ªa ha sido un monstruo que durante d¨¦cadas ha aplastado los sue?os de los m¨¢s d¨¦biles. La poblaci¨®n ha crecido mucho m¨¢s r¨¢pidamente que el Producto Interior Bruto. El resultado son 53 millones de pobres (11 millones de ellos en precariedad extrema) y un agujero de nueve millones de viviendas. Tantas como dos veces la poblaci¨®n de Irlanda. Los intentos del Estado por suplir esta carest¨ªa han sido insuficientes. El coste inmobiliario y, agazapado, el beneficio de los constructores, altamente predatorios en M¨¦xico, ha reducido el impacto de las ayudas oficiales y convertido la vivienda digna en un bien casi inalcanzable en las zonas m¨¢s atrasadas del pa¨ªs, como Chiapas u Oaxaca.

Para superar esta barrera, Tatiana Bilbao ha desarrollado su prototipo. Extremadamente funcional y sostenible, la obra exuda ideolog¨ªa. ¡°La arquitectura se ha alejado de la sociedad y tiene que volver a ser relevante, ejercitar su poder de dar o quitar calidad de vida. El beneficio social debe primar sobre el econ¨®mico¡±, explica la autora.

La casa ha sido construida ante los ojos de los organizadores en apenas tres semanas

Galardonada en 2014 con el Premio Global de Arquitectura Sostenible, la creadora es nieta del arquitecto vasco y ministro de la Rep¨²blica, Tom¨¢s Bilbao. El esp¨ªritu de este abuelo, fundador de Acci¨®n Nacionalista Vasca y muerto en el exilio, recorre su obra. "Tengo su idea del quehacer social", explica Bilbao, entre cuyos dise?os figuran la Casa Ajijic o el Jard¨ªn Bot¨¢nico de Culiac¨¢n, dos referencias en la joven arquitectura latinoamericana.

En su ¨²ltimo reto, Bilbao parti¨® de la idea de dar calidad de vida a los moradores, pero sin aumentar coste ni simplicidad. Prueba ello, es que el plan de edificaci¨®n se ha depurado al m¨¢ximo y en la propia Bienal de Chicago, donde se toma la temperatura a las ¨²ltimas tendencias mundiales, la casa ha sido construida ante los ojos de los organizadores en apenas tres semanas. ¡°Le hemos incorporado todos elementos menos los inodoros, porque nos dijeron que los podr¨ªan emplear los visitantes¡±, bromea la arquitecta.

Otro elemento de ruptura en la Vivienda popular es el espacio mismo. Los 63,35 metros cuadrados de la casa (versi¨®n rural) superan en un 46% la superficie m¨ªnima autorizada en M¨¦xico (43 metros) y que, por cuesti¨®n de costes, suele ser la habitual en viviendas sociales. Este mayor tama?o mejora la habitabilidad, y con ella, la sensaci¨®n de hogar. ¡°Los moradores no se lo creen cuando entran¡±, comenta Bilbao.

El acabado externo, con paredes de colores vivos, incide en este efecto. La construcci¨®n puede ser de bloque de adobe o de panel-w (poliestireno con armadura de alambre de acero). A estos materiales se a?ade en los espacios abiertos el uso, como pared, de pallets industriales de madera. Todo ello se remata con una estructura modular que permite su ampliaci¨®n sin excesivas dificultades. El resultado, ya probado en una veintena de obras en los estados de Chiapas y Coahuila, son edificaciones de aspecto ligero, c¨®modo y con una calidad muy superior a la habitual en este tipo de viviendas. Un hogar digno para los m¨¢s necesitados. Pero tambi¨¦n, desde el techo hasta el suelo, un manifiesto contra la pobreza.