El estilo del crimen
La doble interpretaci¨®n de Tom Hardy se come buena parte de la pel¨ªcula
Buena parte de las grandes pel¨ªculas sobre la Mafia poseen estilo porque tienen trascendencia, y no al rev¨¦s. Algo en lo que yerran demasiados directores, convencidos de que el ¨¦xtasis del fondo se alcanza desde la forma cuando es justo al contrario: incluso a la fascinaci¨®n por el chandalismo de mercadillo de Tony Soprano se llega gracias a su complejidad. Con Legend, Brian Helgeland, reputado guionista de L. A. Confidencial y Mystic River, que en su empe?o por dirigir va dando pasos cojitrancos, es el ¨²ltimo en a?adirse a una lista de realizadores que con historias reales o ficticias de apasionantes posibilidades (Lazos de sangre, Conexi¨®n Marsella, Black Mass...) no acaban de otorgar entidad a sus personajes m¨¢s all¨¢ de un envoltorio en apariencia carism¨¢tico.
Que en la esencia de los hermanos gemelos Kray, criminales reales en el Londres de los a?os 60, estuvieran sus ansias de glamour, casi de estrellas pop, no redime a Helgeland. Si acaso, lo condena del todo. Porque si la fachada ya estaba ah¨ª, solo quedaba la trascendencia, y hasta el fuego artificial de la doble interpretaci¨®n de Tom Hardy engulle demasiado, se come buena parte de la pel¨ªcula: el reto era may¨²sculo, pero su impostura vocal como el hermano demente se antoja excesiva, en un papel de composici¨®n al que le sobra un punto de parodia y la faltan matices.
LEGEND
Direcci¨®n: Brian Helgeland.
Int¨¦rpretes: Tom Hardy, Emily Browning, Christopher Eccleston, David Thewlis.
G¨¦nero: policiaco. Reino Unido, 2015.
Duraci¨®n: 132 minutos.
Los mafiosos hermanos, que ya fueron objeto de otra pel¨ªcula, Los Kray (Peter Medak, 1990), en la que destacaba el sello de Billie Whitelaw, musa de Samuel Beckett, para dar fuerza al materno complejo de Edipo, aqu¨ª casi invisible, desarrollaron sus vivencias en un Londres cegador. Una ceguera visual que tambi¨¦n se puede experimentar con una pel¨ªcula en la que lo m¨¢s destacable es la imponente fotograf¨ªa de Dick Pope, que en un a?o ha pasado de las brumas de Mr. Turner al br¨ªo del glam rock.
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