El teatro de la Europa unida
Una compa?¨ªa alemana monta sus funciones en 330 hogares europeos para desentra?ar los misterios del continente a trav¨¦s de ciudadanos an¨®nimos
?Puede el teatro destapar la Europa oculta bajo la impersonal moqueta de Bruselas? Rimini Protokoll, la vanguardista compa?¨ªa alemana que ha osado subir al escenario tanto el Mein Kampf de Hitler como las vidas reales de un traficante de armas, un tallador de sepulcros o un trabajador despedido por una compa?¨ªa a¨¦rea, intenta ahora escudri?ar c¨®mo son y qu¨¦ piensan los ciudadanos europeos. Home visit Europe es una obra escenificada hasta el momento en las casas de 330 vecinos del continente donde los actores son el p¨²blico, y viceversa, y en la que nadie ha de memorizar un gui¨®n, solo expresar opiniones, sentimientos y experiencias. Como parte del festival gallego de teatro, danza y arte Escenas do Cambio, 11 hogares de Santiago de Compostela han sido los primeros del territorio espa?ol en participar en un proyecto que ya se ha metido en las cocinas de una decena de pa¨ªses y que pr¨®ximamente saltar¨¢ el Atl¨¢ntico para adentrarse tambi¨¦n en las intimidades de otra compleja comunidad humana: Estados Unidos.
¡°Hay una Europa vivida entre familiares, amigos o gente que ha estudiado fuera que no se refleja en las peleas del consejo de ministros de Bruselas, donde cada uno solo quiere llevarse ventajas que pueda vender luego en su pa¨ªs¡±, explica Stefan Kaegi, uno de los tres directores de Rimini Protokoll. En una versi¨®n hogare?a de las reuniones comunitarias, 15 personas se sientan alrededor de la mesa de la cocina con un gran mapa de Europa desplegado ante sus ojos. Siguiendo las ¨®rdenes de una m¨¢quina que les plantea preguntas y retos, los participantes acaban entremezclando datos y an¨¦cdotas de su biograf¨ªa personal con una competici¨®n donde entran en acci¨®n fuerzas parecidas a las que mueven la UE: votaciones an¨®nimas, agrupaciones de intereses, desconfianzas u oscuras tentaciones de poder. En el horno, mientras, se cocina un pastel. En juego est¨¢ el tama?o del trozo que podr¨¢ comerse cada uno de los presentes.
Home visit Europe ech¨® a andar en abril de 2015 y en este tiempo ha dibujado un mapa de datos del que Kaegi se resiste a extraer conclusiones cient¨ªficas, aunque, como arte que es, empuja a la reflexi¨®n. En Galicia, por ejemplo, son muy pocos los que afirman haber mentido alguna vez sobre su nacionalidad (alguno confiesa haberse declarado italiano ¡°para ligar¡±), frente a los alemanes, que la ocultan ante un israel¨ª, o los daneses, que suelen cambiarla en pa¨ªses ¨¢rabes tras la publicaci¨®n de las caricaturas de Mahoma. Los actores paganos de Rimini Protokoll en Santiago abogan mayoritariamente por suprimir la frontera entre Espa?a y Portugal, mientras que en otras partes de Europa las l¨ªneas divisorias m¨¢s rechazadas son la que divide Chipre en dos o la que separa Suiza de la UE. ¡°Esta obra es una forma de Parlamento totalmente descentralizado y en el que se intercambian ideas sobre ciertas utop¨ªas¡±, describe Kaegi.
Los hogares de la Europa n¨®rdica est¨¢n a la cabeza en militancia pol¨ªtica. En la ciudad noruega de Bergen un 26% de los participantes eran o hab¨ªan sido afiliados de alg¨²n partido, frente al exiguo 6% de Santiago o de Lisboa. Los menos temerosos al futuro son daneses y alemanes; los que m¨¢s dinero atesoran en el bolsillo son los residentes en Bruselas; y a la cabeza en desconfianza con sus compa?eros de mesa, franceses y holandeses. Al calor de la cocina, los participantes en Home visit Europe, dispares en edad, profesi¨®n y extracci¨®n social, tambi¨¦n han manifestado su opini¨®n sobre el uso de la violencia con fines pol¨ªticos: en Galicia, un 45% se mostr¨® a favor en determinadas circunstancias, ocho puntos por encima de sus vecinos de Amsterdam. Tras Santiago, el teatro de la Europa unida recalar¨¢ en Italia y Suiza.
Babelia
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