Libros para salir de la c¨¢rcel
Decenas de presos rumanos aprovechan una ley que reduce 30 d¨ªas la condena a quien publique una obra cient¨ªfica. El Gobierno suspende la norma por abuso y sospechas de plagio
En las prisiones rumanas surgen aficiones singulares. Entre rejas, el millonario y expol¨ªtico George Copos, condenado por corrupci¨®n, se apasion¨® por la historia y el turismo. En los 400 d¨ªas que pas¨® a la sombra escribi¨® Alianzas matrimoniales y pol¨ªticas de los pr¨ªncipes rumanos en Moldavia y otros cuatro libros. Mientras, el antiguo alto funcionario Aurel Olimpiu Anton decidi¨® estudiar a los roedores. Y redact¨® C¨®mo criar chinchillas. Tambi¨¦n al exfutbolista del Bar?a Gica Popescu le dio por escribir, eso s¨ª, cuatro obras de tem¨¢tica deportiva. Las celdas y salas carcelarias deben de ser un buen lugar para inspirarse porque en los ¨²ltimos a?os ha habido un aut¨¦ntico boom de libros de autores presos. Desde 2013, han publicado m¨¢s de 450; el triple que en las dos d¨¦cadas anteriores.
Ese creciente inter¨¦s de los presos por la pluma tiene mucho que ver con una ley que rebaja la condena a los escritores: 30 d¨ªas menos por cada obra cient¨ªfica publicada. Excepto novela, poes¨ªa o teatro, vale todo. La norma es antigua, pero hasta 2013 perdonaba tres d¨ªas por cada dos dedicados a actividades acad¨¦micas, algo complejo de probar que pocos aprovechaban. Desde hace tres a?os s¨®lo importa la publicaci¨®n, una opci¨®n que ha dado lugar a todo tipo de t¨ªtulos. Y llamarlos literatura carcelaria ser¨ªa demasiado decir. La mayor¨ªa son manuscritos de dudosa calidad o ¡°plagios descarados¡±, dice la experta en lucha contra la corrupci¨®n Laura Stefan.
El aumento de publicaciones ha sido tal que hace unos d¨ªas el Gobierno decidi¨® suspender la ley hasta despu¨¦s del verano. Mientras, la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n investiga a varios de los prol¨ªficos autores por fraude. Sospechan que plagiaron a otros autores o pagaron a un negro, explican desde esta instituci¨®n. Los investigadores hablan, por ejemplo, de libros de 200 p¨¢ginas escritos en apenas 12 horas. Para un escritor superdotado no es f¨¢cil, para alguien entre rejas que debe redactar mayoritariamente a mano y que carece de acceso libre a material de consulta es ut¨®pico.
No existe un registro concienzudo de publicaciones elaboradas en la c¨¢rcel, pero un informe elaborado por el Ministerio de Justicia incluye m¨¢s de 150 nombres de presos escritores. Entre ellos est¨¢n el ex primer ministro Adrian Nastase o el exsenador y magnate de los medios Dan Voiculescu, que firm¨® 10 obras en 17 meses; algunas, como ?Hacia d¨®nde va la humanidad? o Consideraciones sobre la teor¨ªa de Maslow, realmente profundas.
La mayor¨ªa de quienes aparecen en la lista fueron condenados por corrupci¨®n y blanqueo. ¡°De hecho, el auge de este tipo de literatura ha ido de la mano del aumento de la presencia en las c¨¢rceles rumanas de criminales de guante blanco y pol¨ªticos¡±, apunta Stefan. Porque si se habla de literatura carcelaria en Rumania, los informes de la Direcci¨®n Nacional Anticorrupci¨®n bien podr¨ªan encajar en ese g¨¦nero, ironiza George Onofrei, director de la revista Suplimentul de cultura.
La trama, no obstante, va m¨¢s all¨¢ de un rosario de corruptos y ha salpicado al mundo de la cultura y la academia. Para obtener la reducci¨®n de pena, dice la ley, un profesor debe aprobar el tema del libro y revisarlo; adem¨¢s, una editorial debe publicarlo. Bajo la lupa est¨¢n ahora tambi¨¦n los acad¨¦micos que dieron el visto bueno y algunas de las casas que los editaron. Se sospecha que los reos pagan a peque?as editoriales y luego compran todos los ejemplares, explica el periodista de investigaci¨®n Biro Attila. Encontrar en las tiendas los t¨ªtulos de los que en Rumania llaman ya escritores entre rejas es ¡ªsalvo contadas excepciones¡ª casi imposible.
Un escritor fantasma
El millonario Copos, de 62 a?os y expropietario del Rapid ¡ªuno de los dos principales clubes de f¨²tbol del pa¨ªs¡ª, logr¨® que se le restaran 150 d¨ªas a su condena con trabajos como aquel sobre las alianzas matrimoniales de los pr¨ªncipes rumanos. Sin embargo, poco despu¨¦s de salir de prisi¨®n, fue acusado de plagio. La comisi¨®n de ¨¦tica de la Universidad de Bucarest determin¨® que la obra hist¨®rica no era suya sino de lo que llam¨® ¡°un escritor fantasma¡±; adem¨¢s, ha abierto un proceso para retirar el t¨ªtulo de profesor honor¨ªfico al acad¨¦mico que la aval¨®. Copos eludi¨® responder a este diario sobre las acusaciones de plagio.
Quien s¨ª ha admitido que no escribi¨® sus libros es su antiguo rival, George Becali, Gigi, el exc¨¦ntrico due?o del club de f¨²tbol Steaua de Bucarest y antiguo eurodiputado. Becali firm¨® cinco publicaciones, tres sobre su experiencia en el Steaua o como parlamentario, dos de tem¨¢tica religiosa (El monte Atos, cuna ortodoxa y El amor misericordioso y el ahorro). Al salir de prisi¨®n explic¨® que en realidad los hab¨ªa hecho junto a un profesor. Y a?adi¨®, sin tapujos: ¡°No tengo el don de la escritura. ?l escribe y yo, sin escribir, soy coautor; as¨ª puedo reducir 30 d¨ªas mi condena¡±.
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