Bomba de efecto retardado

Seis meses despu¨¦s de su estreno en un pu?ado de salas, B La pel¨ªcula sigue sin ser proyectada por ninguna cadena de televisi¨®n, a excepci¨®n de Movistar Plus, que la emiti¨® el pasado 17 de febrero, y ello a pesar de su nominaci¨®n para tres premios Goya. ?Por qu¨¦ desata todav¨ªa temor cuando ya han pasado las elecciones generales del 20-D? ?Quiz¨¢ porque todav¨ªa no se ha despejado la investidura y una repetici¨®n de elecciones planea como posibilidad?

Pero, ?qu¨¦ importa? Esto es cine. Es la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de una obra teatral que dirigi¨® Alberto San Juan en el madrile?o Teatro del Barrio, con un gui¨®n adaptado por el director de la pel¨ªcula, David Ilundain y el autor y director teatral Jordi Casanovas. Y que si no se interpone nadie en el camino volver¨¢ este mes de abril a las tablas en el mismo escenario todos los fines de semana.

B no es teatro filmado, aunque no tengamos nada que objetar a este g¨¦nero. Ilundain localiza el metraje completo en una sola sala. Y la sucesi¨®n de planos y contraplanos funcionan como un im¨¢n que aferra al espectador a la butaca desde la que no puede dejar de seguir el di¨¢logo.

El texto es la reproducci¨®n literal de tramos de la declaraci¨®n que prest¨® B¨¢rcenas ante el juez con la participaci¨®n del fiscal Antonio Romeral, las acusaciones populares y la defensa, durante cinco horas, el 15 de julio de 2013.

A diferencia del teatro, aqu¨ª la c¨¢mara est¨¢ sobre el actor Pedro Casablanc, que interpreta al extesorero, y Manolo Solo, que encarna a juez Pablo Ruz. Hay intriga, hay socarroner¨ªa -quiz¨¢ un punto menor respecto a la la que nos prodiga el B¨¢rcenas real d¨ªa s¨ª, d¨ªa no - y desprende lo que se exige de una pel¨ªcula de no ficci¨®n de este genero: perplejidad y alucinaci¨®n en el espectador. Es una catarsis convincente.

Si bien Pedro Casablanc ha tenido diversas fuentes documentales ¨Ccomparecencias diversas de B¨¢rcenas- Manolo Solo ha tenido que trabajar con la intuici¨®n. Ambos componen dos personajes de carne y hueso, dicho esto desde la perspectiva del conocimiento de los personajes que ambos interpretan.

No pasa d¨ªa en el mundo de la informaci¨®n espa?ola sin que B¨¢rcenas est¨¦ omnipresente. Esta misma semana hemos conocido una declaraci¨®n suya, esta en calidad de testigo, ante la juez Rosa Mar¨ªa Freire, que investiga la destrucci¨®n de los discos duros de los ordenadores del extesorero, una causa en que el PP ha inaugurado la figura de persona jur¨ªdica imputada/investigada en tanto que organizaci¨®n.

Pero es dif¨ªcil que ninguna comparecencia logre igualar a aquella del 15 de julio de 2013. Casi tres a?os despu¨¦s el texto hace las veces de una bomba de efecto retardado, algo que, por otra parte, hemos visto en las p¨¦rdidas de votos del citado partido en sucesivas elecciones europeas, municipales, auton¨®micas y generales.

Ya nunca nada ser¨¢ igual despu¨¦s de la contabilidad que narra B¨¢rcenas ante el juez Ruz, ni despu¨¦s de los SMS intercambiados entre Mariano Rajoy, presidente del PP, en 2011, y presidente del Gobierno en 2012 y 2013, tras conocerse los 48,2 millones que lleg¨® a amasar el extesorero en Suiza y aparecer los papeles secretos publicados por El PA?S el 31 de enero de 2013 que permitieron la investigaci¨®n de la contabilidad oculta y su enjuiciamiento probablemente en 2016.

'B, la pel¨ªcula', este domingo con EL PA?S por 9,95 euros