Muere Ismael Quintana, maestro salsero puertorrique?o
Cant¨® con La Perfecta de Eddie Palmieri y con Fania All Stars
Ismael Quintana, cantante de salsa de 78 a?os, muri¨® el pasado s¨¢bado en una residencia de Colorado (Estados Unidos), donde se hallaba internado tras varias operaciones provocadas por dolencias cardiacas. Hab¨ªa nacido el 3 de junio de 1937 en Ponce, ciudad portuaria de Puerto Rico que ha producido extraordinarios vocalistas: H¨¦ctor Lavoe, Cheo Feliciano, Pete El Conde Rodr¨ªguez¡
En verdad, la familia Quintana se traslad¨® a Estados Unidos cuando Ismael todav¨ªa era un beb¨¦; aun as¨ª, Ismael gustaba de identificarse como puertorrique?o y dedic¨® varias canciones a su tierra natal. Creci¨® en el Bronx neoyorquino y trabaj¨® como tornero. El cierre de la f¨¢brica donde estaba empleado le empuj¨® al mundo de la m¨²sica, incorpor¨¢ndose a diferentes orquestas durante los a?os cincuenta, primero como percusionista y, posteriormente, como corista. Era una labor que compatibilizaba con empleos diversos: el circuito de los ritmos afrocubanos, entonces muy modesto en lo econ¨®mico, no le permit¨ªa profesionalizarse.
Fue el pianista Eddie Palmieri quien advirti¨® que ten¨ªa potencial como cantante solista. Le llev¨® a su Conjunto La Perfecta, banda que parti¨® del formato de la charanga ¡ªcon metales reemplazando al viol¨ªn¡ª para crear temas extensos, fruto de la liberaci¨®n de la energ¨ªa instrumental y vocal de la formaci¨®n. Quintana y Palmieri acumular¨ªan ¨¦xitos a lo largo de los sesenta, como Caf¨¦, Justicia, El molestoso, ?yelo, que te conviene o Suj¨¦tate la lengua.
Quintana acompa?ar¨ªa a Palmieri en sus colaboraciones con el vibrafonista Cal Tjader, El sonido nuevo (1966) y Bambol¨¦ate (1967). Por su cuenta grab¨® con otros artistas de la ¨¦poca, incluyendo a Joe Cuba: particip¨® en el famoso Songs Mama Never Taught Me, compilado de canciones p¨ªcaras. Su primer elep¨¦ bajo su nombre, Punto y aparte, sali¨® en 1970 con UA Latino. Sigui¨® cantando con el Palmieri m¨¢s ambicioso, en temas del calibre de V¨¢monos pa¡¯l monte o Revolt?/?La libertad l¨®gico; juntos grabaron discos memorables tanto en la prisi¨®n de Sing Sing como en la Universidad de Puerto Rico.
La carrera de Quintana como solista aceler¨® en 1974, con su fichaje por Vaya, subsello de Fania Records. La compa?¨ªa estaba en la cresta de la ola e Ismael se benefici¨® de contar con su extraordinario equipo de instrumentistas y los arreglos de Bobby Valentin, Papo Lucca o Louie Ram¨ªrez. Entre sus ¨¦xitos, destacaron Mi debilidad, Maestro de rumberos y Tamb¨® (Me acompa?a ¨¦l).
Exclamaci¨®n venezolana
Seg¨²n la leyenda, fue Quintana quien difundi¨® por Nueva York el uso de la palabra ¡°salsa¡±: era una exclamaci¨®n de deleite que hab¨ªa escuchado durante unos conciertos en La Guajira venezolana. Curiosamente, sus preferencias personales iban por los boleros, g¨¦nero que dominaba el tocadiscos de sus padres.
Jerry Masucci, capo de Fania, apreciaba el hecho de que Ismael compon¨ªa temas y, sobre todo, sus habilidades como sonero. Le incorpor¨® a aquel acorazado llamado Fania All Stars (FAS). Se puede escuchar a Quintana en numerosos discos en directo de FAS registrados en Nueva York, Zaire, Jap¨®n, Cuba, Puerto Rico o Colombia. Tambi¨¦n particip¨® en Tributo a Tito Rodr¨ªguez (1976) y otros discos de estudio como Commitment (1980) y Lo que pide la gente (1984).
Entre la alborotada tropa de FAS, abundante en bandarras, Quintana pertenec¨ªa a la facci¨®n m¨¢s moderada, alejada de drogas y excesos. Habituado a organizar su vida a trav¨¦s de la Fania, le peg¨® duro la ca¨ªda del imperio de Masucci. A la vez, como a todos sus compa?eros de generaci¨®n, le afect¨® el ascenso de la salsa rom¨¢ntica, que ¨¦l denominaba despectivamente salsa monga. En sus ¨²ltimos a?os, actuaba con regularidad por Sudam¨¦rica y el Caribe, donde todav¨ªa se mantiene la demanda de la llamada salsa brava.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.