M¨²sica cervantina para ¡®dummies¡¯

Cuatrocientos a?os y dos d¨ªas despu¨¦s de la muerte de Cervantes, 24 de abril, Jordi Savall ha brindado un concierto en torno al escritor en Madrid. Dos d¨ªas antes, en coincidencia rigurosa con la efem¨¦ride, se present¨® en Barcelona, el 22 de abril.

Sin duda, Savall preparaba el acto cuidadosamente, ya que su acercamiento al pr¨ªncipe de los ingenios se ha forjado a fuego lento. El concierto ha sido de alto nivel: los dos grupos de Savall al completo: Hesp¨¨rion XXI, m¨¢s tres invitados en la parte instrumental, y el grupo vocal Capella Reial de Catalunya; a ellos se les ha unido Francisco Rojas como recitador. Estos 24 artistas han llenado hasta la bandera la Sala Sinf¨®nica del Auditorio Nacional de M¨²sica de Madrid, dentro del ciclo Universo Barroco del CNDM. Entre el p¨²blico, se dejaban ver personalidades como Javier Solana, por ejemplo. En suma, una noche de ¨¦xito de las que el violista catal¨¢n tiene el secreto.

Sin embargo, los conciertos de Jordi Savall se muestran, desde hace a?os, refractarios a la cr¨ªtica. La gente est¨¢ entregada como solo lo hace con un ¡°famoso¡±, si han ido es porque les va a gustar, y as¨ª ocurre; y son m¨¢s de 2.000 personas. ?Qu¨¦ hace el cr¨ªtico en ese contexto si tiene alg¨²n pero? ?A qui¨¦n le apetece ser la mosca en la sopa? Adem¨¢s, la m¨²sica suena muy bien, los int¨¦rpretes tienen un nivel alt¨ªsimo y Savall tiene el don de contactar con el respetable, incluso cuando al final, antes del bis, una guaracha simpaticona, les dice que los pol¨ªticos deber¨ªan tener ¡°misericordia¡± con los refugiados. Es, en suma, el showman perfecto en un sector adusto, la m¨²sica antigua.

Pero la cr¨ªtica tiene materia, aunque sea a contrapelo del gran ¨¦xito. Primero: el propio espect¨¢culo ofrece una simpleza curiosa, se trata de una sucesi¨®n de textos intercalados con n¨²meros musicales. Los textos, en general, alternan partes del Quijote y la biograf¨ªa del escritor. Todo dicho por el recitador con una amplificaci¨®n que crea distancia y que hace recordar m¨¢s un programa de radio que una propuesta tan ambiciosa. Luego podr¨ªamos seguir con un pero a las transcripciones: casi todas se acompa?an por la exuberante paleta de 16 instrumentos, con familia de violas e instrumentos de viento y riqueza de instrumentos pulsados: vihuela, la¨²d (o, mejor, oud), arpa, salterio, m¨¢s percusiones, etc. Todo esto no puede sonar m¨¢s que bien o muy bien, y m¨¢s en las manos de aut¨¦nticos especialistas. Pero, ?sonaba as¨ª originalmente esta m¨²sica? Parece que este detalle es menor frente al hecho de dejar al auditor cautivado. Alguien de la organizaci¨®n me dec¨ªa en tono admirativo, ¡°esto s¨ª es m¨²sica contempor¨¢nea¡±, y tiene raz¨®n.

En cuanto a la selecci¨®n de piezas, Savall lleva a?os haci¨¦ndolas suyas, ya sea la chispeante Chacona de Ara?¨¦s o las diversas piezas buscadas en los cancioneros. Todas forman un brillante recorrido musical, por m¨¢s que la narraci¨®n las banalice (aunque est¨¦ muy bien dicha por Rojas). En suma, Savall es as¨ª, con su estela de grande, muy bien ganada con la viola, su aire rom¨¢nico, su seriedad impostada y una molesta sensaci¨®n de que vas a comprar su producto s¨ª o s¨ª. De hecho, la tienda del hall ten¨ªa ya lista de espera para hacerse con la versi¨®n discogr¨¢fica del acontecimiento.