Forges, Cervantes del Humor

Los actos de entrega de premios son sopor¨ªferos por definici¨®n. Si, encima, el galard¨®n lo entrega el Rey, la solemnidad, el rigor y la prosopopeya se multiplican por tantos gerifaltes, autoridades y adl¨¢teres como acompa?en a la m¨¢s alta representaci¨®n del Estado. Sin embargo, si el honrado es Antonio Fraguas, Forges, el asunto cambia un tanto, sin que nadie se vaya a volver loco, tampoco. Sin llegar a la carcajada, lo cual hubiera sido un esc¨¢ndalo en tan magn¨ªfico marco, Forges ha recibido de Felipe VI el premio Quevedos, algo as¨ª como el Cervantes del Humor, en el Paraninfo de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares y ha provocado la hilaridad y sobre todo la empat¨ªa de la concurrencia a base de los recuerdos de toda una vida dibujando y escribiendo verdades como pu?os sobre nosotros mismos y la madre que nos pari¨® a todos en sus vi?etas. Hasta el mism¨ªsimo monarca confes¨® haberse ilustrado sobre la Constituci¨®n y la historia de Espa?a con La Consti e Historia de aqu¨ª, dos de las obras del emocionado premiado que, al final, le dese¨® al ya no tan joven monarca, cada vez m¨¢s parecido a su caricatura forgesiana, un reino cargado de sonrisas. Entre flores y parabienes mutuos, el Gaudeamus Igitur se encarg¨® de izar democr¨¢ticamente los vellos de todos los presentes.

Dos a?os han tardado el Rey, el ministro de Exteriores, Margallo, y los altos representantes de Cultura, en cuadrar sus ¡°procelosas¡± agendas, seg¨²n las calific¨® el premiado, y poder entregarle todos juntos en relativo amor e institucional compa?¨ªa a Forges su Quevedos, concedido en 2014. Culmina as¨ª Forges una semana de gloria, ya que ayer mismo particip¨®, junto a la reina Letizia en las jornadas sobre humor en el periodismo de San Mill¨¢n de la Cogolla. De reina a rey, se mueve ¨²ltimamente, seg¨²n bromeaba ¨¦l mismo despu¨¦s en los corrillos. Fraguas, que empez¨® a publicar sus vi?etas a los 14 a?os, ha retratado y retrata cada d¨ªa a los espa?oles en sus vi?eta de Pueblo, Informaciones, Diario 16 y, desde 1995, en EL PA?S. El Quevedos, el premio m¨¢s importante en el ¨¢mbito iberoamericano, y que ya han recibido cl¨¢sicos como Mingote, M¨¢ximo o Quino, honra la excelencia en el dibujo y el lenguaje a la hora de abordar la realidad ri¨¦ndose de ella y con ella.

Forges, periodista sin t¨ªtulo, es de quienes piensan que una palabra vale m¨¢s que mil im¨¢genes. O, al menos, lo mismo. Palabra y trazo se a¨²nan en su obra, hasta el punto de que vocablos salidos de su pluma y letra, como muslamen o bocata, han sido admitidas por la Real Academia de la Lengua por la fuerza de los hechos. Hoy, crecido quiz¨¢ por los honores reales, se ven¨ªa arriba y sosten¨ªa: ¡°Creo que fuimos los humoristas gr¨¢ficos quienes inventamos Twitter sin saberlo. Esa precisi¨®n, esa velocidad y esa frivolidad del medio es nuestra se?a de identidad. Hacemos titulares y por eso se nos recuerda y se nos lee todo el art¨ªculo, no como vosotros¡±, espetaba cari?osamente a la reportera, ¡°que, en cuanto escrib¨ªs un p¨¢rrafo se os puede poner a bostezar el personal¡±. Luchador empedernido contra el papanatismo, la pedanter¨ªa y la tendencia a creernos algo m¨¢s que un pedazo de carne con ojos y, presuntamente, cerebro, Fraguas termin¨® de desdramatizar el asunto poniendo las cosas en su sitio: ¡°No est¨¢ mal esto de recoger la cosecha antes de haberse convertido uno mismo en abono org¨¢nico¡±.