Un regalo italiano

?Qu¨¦ tienen en com¨²n las ciudades italianas de Venecia, Bolonia, N¨¢poles, G¨¦nova, Roma, la alemana Berl¨ªn y la espa?ola Zaragoza? A primera vista poco o nada. Pero s¨ª est¨¢n relacionadas hasta noviembre por 45 obras pintadas en el siglo XVIII por 30 artistas italianos como Guardi, Canaletto, Crespi, Ricci y el mayor de los dos Tiepolo, entre otros; unas piezas que ha cedido temporalmente la pinacoteca de los Museos Estatales de Berl¨ªn para la exposici¨®n Settecento. Obras maestras de la pintura italiana de los Staatliche Museen zu Berlin; ofreciendo una imagen completa de una ¨¦poca y los cambios est¨¦ticos que se vivieron. Se inaugur¨® en CaixaForum Zaragoza, como regalo, al cumplir este centro en junio los dos a?os de su apertura, un periodo en el que lo han visitado 625.000 personas.

¡°Veinte a?os no es nada, dec¨ªa el tango, pero cien es mucho. El siglo comenz¨® de forma apasionada, lleno de ret¨®rica y lo acaba con la b¨²squeda de la raz¨®n y el orden, por lo que las obras cambian de las formas convulsas a otras calmadas y ordenadas. Y entre medio m¨²ltiples episodios en una Italia con una veintena de ciudades estado con culturas marcadas y contrapuestas, como la de Roma y Venecia. No es f¨¢cil explicar cosas tan distintas¡±, asegur¨® ?ngel Aterido, profesor de la Universidad Complutense y comisario de la exposici¨®n. Por eso, ha ordenado las obras en cuatro bloques: el paisaje, el retrato, la mitolog¨ªa y la imagen religiosa, en un montaje que sorprendi¨® a Bernd Lindermann, director de los museos alemanes: ¡°En Berl¨ªn las obras se exponen en dos pisos, vi¨¦ndolas as¨ª me he dado cuenta de que es una colecci¨®n fant¨¢stica¡±.

Y si hay algo famoso de en este momento en la pintura italiana son las vistas urbanas, o vedute, aut¨¦nticas postales que los viajeros (sobre todo ingleses que realizaban el Grand Tour) se llevaban a casa como recuerdo, un ejemplo de virtuosismo descriptivo. Venecia fue uno de los grandes centros de producci¨®n con pintores como Albotto, Dizani y, sobre todo, Canaletto y Guardia. Suyas son las primeras obras que se exponen que invitan al visitante a descubrir los miles de detalles.

Las f¨¢bulas paganas, los episodios b¨ªblicos o las escenas literarias, por muy remotas que fueran, estaban consideradas la cumbre de la pintura

De las calles y plazas al interior de las viviendas, con im¨¢genes intimas de fiestas de los burgueses en las que predominan las escenas de galanteo y el gusto oriental y los retratos que muestran al personaje cada vez m¨¢s directos y cercanos, como Hombre con traje oriental de Tiepolo padre o el retrato de Amigoni a Sigismund Strait, uno de los mecenas del momento. Como el tama?o no est¨¢ re?ido con la calidad, Aterido destac¨® en este ¨¢mbito una peque?a obra. Madre con su hijo, de Crespi, cargada de prodigio t¨¦cnico y espontaneidad.

Las f¨¢bulas paganas, los episodios b¨ªblicos o las escenas literarias, por muy remotas que fueran, estaban consideradas la cumbre de la pintura y daban gran reconocimiento a un pintor. Ricci, Carloni, Magnasco, Crespi, Guardi o el renovador de la pintura italiana Tiepolo hijo, fueron algunos de los autores en un momento en el que las pinturas al fresco llenaron las paredes y techos de toda Europa. Maria Angelica Kauffman, con dos obras en las que narra el momento en el que Cephise y su amante encuentran y le cortan las alas a Cupido mientras duermen pl¨¢cidamente, es la ¨²nica representante femenina. ¡°Tienen un papel solapado, porque la mayor¨ªa surgen en talleres familiares, aunque otras trabajan en la corte. Kauffman es una excepci¨®n en la exposici¨®n, pero no fue la ¨²nica¡±, puntualiz¨® el comisario.

Los alteres se convirtieron en un campo de competencia entre artistas donde luchaban por dejar clara sus habilidades. En el ¨²ltimo de los ¨¢mbitos pueden verse pinturas de Plazetta, Carloni, Pittoni, Ricci, o el menor de los Tiepolo, autor de una de las obras m¨¢s destacadas del g¨¦nero: El martirio de la Santa ?gata, de 1755, llena de emoci¨®n, sobre todo, en el rostro de la santa a punto de ser sometida a un aut¨¦ntico tormento que acabar¨ªa con la amputaci¨®n de sus dos pechos.

?Influyeron estos pintores en el aragon¨¦s Francisco de Goya? ¡°Viaj¨® a Roma, donde conoci¨® estas obras y sus famosos Caprichos son de inspiraci¨®n italiana. Tambi¨¦n conoci¨® el taller de Tiepolo en Madrid y sus pinturas en el Sal¨®n del Trono¡±, seg¨²n Aterido, dejando claro que hay m¨¢s v¨ªnculos entre estas pinturas italianas y la ciudad aragonesa que las expone de forma exclusiva.