Sopor¨ªfero y vergonzoso espect¨¢culo de novillos inv¨¢lidos en Las Ventas
Juan Carlos Carballo cort¨® una oreja y result¨® lesionado al ser pisoteado por el sexto
El novillero Juan Carlos Carballo cort¨® una oreja antes de caer gravemente lesionado -sufri¨® un traumatismo en la pierna derecha al recibir al sexto- en el curso de una infumable y vergonzosa tarde de inv¨¢lidos en la plaza de Las Ventas, en la que se devolvieron hasta cuatro novillos, y en la que tanto Gallo de C¨®rdoba como Ricardo Maldonado dieron tambi¨¦n la talla.
Con menos de un cuarto de entrada, se lidiaron dos novillos de El Sierro, sin fuerza alguna; el tercero fue un sobrero tris de Benjam¨ªn G¨®mez, al echar para atr¨¢s dos inv¨¢lidos de El Sierro; y cuarto, quinto y sexto fueron, asimismo, tres sobreros de Dolores Rufino, Guadajira y Vistalegre, al ser devueltos los tres primeros y correrse turno. Manejables los dos primeros.
Andr¨¦s Jim¨¦nez Gallo de C¨®rdoba: media y descabello (silencio); y tres pinchazos y estocada (palmas).
Ricardo Maldonado: estocada infame en el costado y otra estocada ca¨ªda (silencio tras aviso); y estocada y dos descabellos (vuelta al ruedo).
Juan Carlos Carballo: casi entera atravesada (oreja); fue cogido por el sexto, al que mat¨® Gallo de C¨®rdoba de una estocada (silencio).
Qu¨¦ pena de ganader¨ªa la de El Sierro, un hierro hist¨®rico, de encaste atanasio, duro y dif¨ªcil como pocos, de esos que provocaban el pavor entre toreros y aficionados.
Pero la falta de festejos a causa de la cada vez m¨¢s descarada demanda de los toreros actuales por el toro f¨¢cil, c¨®modo y bobalic¨®n ha obligado a su propietario a eliminar todo lo anterior e introducir sangre domecq, quiz¨¢ para tratar de dar salida a lo que, hasta ahora, no quer¨ªa nadie.
Pero lejos de lograr su prop¨®sito, y a tenor de lo visto, lo que ha logrado ha sido un nefasto experimento. De la exigencia del pasado a la invalidez de hoy d¨ªa. De los seis titulares se devolvieron cuatro y porque no quiso el us¨ªa darle m¨¢s matraca al pa?uelo verde, ya que todo el sexteto era de matadero directo.
El baile de corrales fue sensacional. Diez novillos por el precio de seis, y de hasta cinco hierros diferentes, en lo que fue un sopor¨ªfero y vergonzoso espect¨¢culo de casi tres horas de duraci¨®n.
El fiasco no se hizo esperar al devolverse ya el primero. Corri¨® turno Gallo de C¨®rdoba para echar el cuarto por delante, del mismo hierro, muy justo tambi¨¦n de fuerzas. Poco material para una labor de lo m¨¢s anodina a pesar del esfuerzo del cordob¨¦s.
El segundo tambi¨¦n fue restituido, y el debutante Ricardo Maldonado, que reserv¨® el sobrero para su segundo turno, se estrell¨® con otro animal que no pod¨ªa ni con el rabo, lo que hizo que su labor careciera de emoci¨®n por falta de oponente.
El colmo fue ver c¨®mo el tercero y el anunciado como sexto iban igualmente para atr¨¢s. En ese momento se cumpl¨ªan dos horas y media de festejo y solamente se hab¨ªan lidiado dos novillos para abundar a¨²n m¨¢s en el estrepitoso fracaso de la funci¨®n.
El sobrero tris fue un ¡®santa coloma¡¯ de Benjam¨ªn G¨®mez, dif¨ªcil y complicado, muy reserv¨®n, sin humillar y al acecho. Aqu¨ª surgi¨® un Juan Carlos Carballo estoico, valiente y sincero para solventar la papeleta con mucha dignidad. Oficio, arrojo y poder¨ªo del joven extreme?o, que acab¨® cortando una oreja de ley, premio al trago que pas¨® y a lo bien que solucion¨® el engorro.
El cuarto, sobrero de Dolores Rufino, fue el mejor novillo de la funci¨®n, y aqu¨ª s¨ª anduvo a buen nivel Gallo de C¨®rdoba, que inici¨® faena con el ¡®cartucho el pescao¡¯ para torear despu¨¦s con largura, cadencia y buen son sobre todo al natural. L¨¢stima que lo emborronase todo con los aceros.
El sobrero de Guadajira que hizo quinto fue tambi¨¦n manejable, lo que aprovech¨® Maldonado para, al menos, mostrar el concepto que atesora, manejando con soltura las dos manos en una labor un punto acelerada, pero limpia y ligada, y que tuvo su calado en los tendidos. Falt¨® contundencia con la espada. Dio una vuelta al ruedo.
El remate a la tarde fue la grave lesi¨®n que sufri¨® Carballo al ser pisoteado por el sexto en el recibo de espaldas a portagayola. El espeluznante sonido a hueso roto lo mand¨® directamente a la enfermer¨ªa. Se hizo cargo del utrero Gallo de C¨®rdoba, que apenas pudo hacer nada por el peligro que desarroll¨® el de Vistalegre.
Solitaria oreja para Ponce en Burgos
El diestro Enrique Ponce cort¨® la ¨²nica oreja de la tarde en Burgos, un espect¨¢culo condicionado por la escasa colaboraci¨®n de los toros de El Capea.
Con m¨¢s de tres cuartos de entrada, se lidiaron toros de El Capea, desiguales de presentaci¨®n y juego, aunque, en general, de muy poca fuerza.
Enrique Ponce: estocada (oreja); y pinchazo y estocada (silencio).
Juli¨¢n L¨®pez El Juli: pinchazo y descabello (silencio); y pinchazo, estocada y descabello (silencio).
Alberto L¨®pez Sim¨®n: estocada y cuatro descabellos (silencio tras aviso); y estocada y tres descabellos (silencio tras aviso).
Ventura y Rui Fernandes, a hombros en Zamora
Cuatro orejas y un rabo cort¨® el rejoneador Diego Ventura en su rotunda y triunfal actuaci¨®n en Zamora, donde sali¨® a hombros junto al portugu¨¦s Rui Fernandes, que obtuvo un trofeo de cada toro de su lote.
Con tres cuartos de entrada, se lidiaron seis toros para rejoneo del Conde de Cabral, de variado comportamiento. Destac¨® el extraordinario quinto.
Rui Fernandes, oreja y oreja.
Diego Ventura, dos orejas, y dos orejas y rabo
Leonardo Hern¨¢ndez, oreja y ovaci¨®n.
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