Italia llora a Bud Spencer, ¡°el gigante bueno¡±
Los principales peri¨®dicos y miles de mensajes en la Red despiden al actor, fallecido a los 86 a?os
La ¨²ltima palabra de Carlo Pedersoli, m¨¢s conocido como Bud Spencer, fue ¡°gracias¡±. Su hijo Giuseppe cont¨® a la prensa italiana que as¨ª quiso despedirse su padre de una vida que le regal¨® un lugar en el coraz¨®n de muchos cin¨¦filos. Tanto que enseguida el pa¨ªs natal de Pedersoli (N¨¢poles, 1929-Roma, 2016) se volc¨® en devolverle el agradecimiento por todos los manotazos y los buenos momentos pasados ante la pantalla. Mientras las redes sociales se llenaban de v¨ªdeos y melanc¨®licos mensajes de despedida, los diarios principales de Italia han multiplicado art¨ªculos y homenajes a Bud Spencer. O, m¨¢s bien, al ¡°gigante bueno¡± del cine italiano, como escogieron recordarle tanto La Repubblica, como Il Corriere della Sera y La Stampa.
¡°Un hombre tranquilo y dulce, pese a su f¨ªsico imponente y su fama, alcanzada a golpes de bofetones y pu?etazos en la inolvidable saga vivida al lado de Terence Hill¡±, arranca su obituario La Stampa. El gigante bueno recibir¨¢ ma?ana, mi¨¦rcoles 29 de junio, el ¨²ltimo saludo de sus fans en el mism¨ªsimo Ayuntamiento de Roma, que acoger¨¢ la capilla ardiente del actor.
¡°Cuando el Padre Eterno me llame, quiero ir a ver qu¨¦ pasa. Porque si no pasa nada, me cabreo [m¡¯incazzo, en la versi¨®n original]. ?Me has hecho levantar cada ma?ana durante 86 a?os para que al final no vaya a ning¨²n lado? Yo, ante cosas tan enormes que no comprendemos, solo me puedo agarrar a ¨¦l. Y esperar que, cuando me llame, todo me quedar¨¢ claro. Porque hoy, h¨¢game caso, ya no se entiende nada¡±, asegur¨® Bud Spencer sobre su propia muerte, en una de las entrevistas m¨¢s recientes, con La Repubblica. ¡°Ahora los ¨¢ngeles tendr¨¢ que comer jud¨ªas¡±, era una de las frases m¨¢s repetidas en Facebook y Twitter, jugando con el t¨ªtulo de uno de sus filmes m¨¢s conocidos.
¡°Mito, un superh¨¦roe, un trozo de infancia¡±. El r¨ªo de mensajes de condolencias en las redes sociales multiplicaba los apodos de un actor que se hizo c¨¦lebre sobre todo por su saga de spaghetti western junto con el inseparable Hill, con el que lleg¨® a protagonizar hasta 16 filmes, de Le llamaban Trinidad a Y si no¡ nos enfadamos, pasando por Dos superpolic¨ªas en Miami. Entre tantos recuerdos, una de las frases m¨¢s le¨ªdas era ¡°me he criado con tus pel¨ªculas¡±, otra prueba m¨¢s, por si hiciera falta, de c¨®mo Spencer sea todo un icono para aquellos que se hicieron adultos en los setenta y ochenta y disfrutaron con su m¨¦todo simple y directo para solucionar una disputa: un guantazo y todo arreglado. ¡°Fue amad¨ªsimo por los menores de todos los pa¨ªses porque resolv¨ªa la moraleja a pu?etazos¡±, lo resume Il Corriere della Sera.
La prensa le ha reservado una despedida por todo lo alto, de esas que se reservan a los grandes personajes. Desde luego, Pedersoli no fue un actor del calibre de los mitos del cine italiano, pero s¨ª fue capaz de enamorar a millones de espectadores. Tanto que La Stampa considera como un remordimiento ¡°no haberle tenido en cuenta suficientemente en el cine italiano¡±. Y ¨¦l mismo lleg¨® a afirmar: ¡°En Italia Terence y yo simplemente no existimos, pese a la gran popularidad que tenemos entre ni?os y j¨®venes. Nunca nos dieron un premio, ni tampoco nos invitaron a un festival¡±.
Ciao #BudSpencer
— Matteo Renzi (@matteorenzi) June 27, 2016
Ti abbiamo voluto bene in tanti
Para el reconocimiento, como a menudo sucede, Bud Spencer ha tenido que esperar hasta despu¨¦s del final. El ministro de Cultura, Dario Franceschini, ha defendido que ¡°desaparece un grande¡± del cine italiano. Y el primer ministro, Matteo Renzi, ha fiado a Twitter un recuerdo que unos cuantos deben de compartir: ¡°Somos muchos los que te hemos querido¡±.
Hoy Spencer podr¨ªa por fin estar satisfecho. Basta con acceder a cualquier web de informaci¨®n italiana para encontrar un sinf¨ªn de v¨ªdeos, fotos, p¨¦sames del mundo entero y repasos a su vida y carrera. Unos 86 a?os llenos de todo tipo de experiencia: Pedersoli estudi¨® de joven en Sudam¨¦rica, fue nadador ol¨ªmpico, dise?¨® vaqueros, se sac¨® el carnet para pilotar helic¨®pteros, escribi¨® canciones y un libro de memorias. Lleg¨® a pesar m¨¢s de 150 kilos, pero siempre se neg¨® a plantearse una dieta. Fue, como han recordado con cari?o varios fans, "un gran hombre, en todos los sentidos". Un gigante bueno.
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