Cuando los due?os no miran
El filme acaba erigi¨¦ndose en discurso con entidad propia y carisma incuestionable
MASCOTAS ¨CTHE SECRET LIFE OF PETS
Direcci¨®n: Chris Renaud y Yarrow Cheney.
G¨¦nero: animaci¨®n / comedia. Estados Unidos, 2016
Duraci¨®n: 87 minutos.
El t¨ªtulo original de Mascotas ¨CThe Secret Life of Pets (La vida secreta de las mascotas)- posee la contundente honestidad de una confesi¨®n que nadie hab¨ªa pedido: s¨ª, aqu¨ª Chris Renaud, co-creador de Gru, mi villano favorito (2010) y entregado adaptador del Dr. Seuss en Lorax: en busca de la tr¨²fula perdida (2012), aplica la misma l¨®gica narrativa que en su d¨ªa aplic¨® el John Lasseter de Toy Story (1995) para fundar la era de la animaci¨®n digital. Es decir, imaginarles una vida privada a esos compa?eros de fatigas ¨Csean juguetes, sean animales dom¨¦sticos- que t¨¢citamente dejan de existir cuando el ser humano deja de interactuar con ellos. Compartiendo labores de direcci¨®n con el reci¨¦n ascendido Yarrow Cheney, Renaud, no obstante, ha hecho algo m¨¢s que tomar como referencia un mero punto de partida: en su pel¨ªcula, la sombra de Toy Story cubre tambi¨¦n cuestiones de estructura narrativa y de relaciones entre personajes, desafiando la frontera que separa al tributo del plagio. No obstante, Mascotas acaba erigi¨¦ndose en discurso con entidad propia y carisma incuestionable, dejando claro que en la escuder¨ªa de Illumination Entertainment, brazo animado de Universal, quiz¨¢ no haya invenci¨®n de lenguaje, pero s¨ª algo tan importante como el placer de animar.
Lo ¨²nico en Mascotas que evidencia una cierta pereza en el proceso es el dise?o (funcional, gen¨¦rico) de sus personajes humanos, pero la surtida fauna que puebla la pel¨ªcula ofrece una buena ilustraci¨®n de la precisa s¨ªntesis entre trazo y movimiento, los dos fundamentos para una s¨®lida caracterizaci¨®n en el ¨¢mbito de la animaci¨®n cl¨¢sica: el modo en que Duke -peludo perrazo que le quita espacio vital y le resta atenci¨®n de su due?a al terrier protagonista- pasa de lo entra?able a lo amenazante es tan afortunado como los muy precisos gags visuales referidos a los movimientos estrat¨¦gicos de un perro salchicha o al sustrato punk-rock de un hier¨¢tico y refinado caniche. La secuencia del combate con una legi¨®n de feroces gatos callejeros en un tendedero tambi¨¦n brilla en un trabajo de muy bien torneada musculatura c¨®mica. Mascotas no inventa la p¨®lvora, pero sabe c¨®mo detonarla.
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