...Y Granada
Los miembros m¨¢s j¨®venes de la familia Maya cierran Flamenco on Fire con el espect¨¢culo 'Sacromonte' y con el baile majestuoso de Alba Heredia
La tercera edici¨®n de Flamenco on Fire ha cerrado sus puertas con la confianza de que haya una cuarta, y tras una intensa semana con flamenco hasta en los balcones. Pero quedaba una perla final, la noche del domingo, a continuaci¨®n de la actuaci¨®n en Baluarte de Vicente Amigo: la presentaci¨®n en el hotel Tres Reyes, dentro del ciclo nocturno, de Sacromonte, un espect¨¢culo que, como su nombre indica, trata de evocar la vida de los gitanos y, sobre todo, el baile de estos en estas cuevas cuyo arte ya conoc¨ªan los viajeros europeos del siglo XVIII.
Es decir, quedaba Granada y el arte de los Maya, una estirpe gitana de bailaores y bailaoras y de artistas en general que ha dado nombres como el de Mario Maya o Manolete. Si el viernes otra importante representante de la familia, Bel¨¦n Maya, ocupaba este escenario, esta noche de domingo lo hac¨ªan Juan Andr¨¦s Maya, Iv¨¢n Vargas y Alba Heredia.
El baile de Bel¨¦n es otra cosa, exige un par¨¦ntesis para colocarla en el baile flamenco, incluso dentro del contexto familiar. Su actuaci¨®n, entre la tradici¨®n y la vanguardia, conmovi¨® al p¨²blico y demostr¨®, una vez m¨¢s, que es una de las artistas que m¨¢s ha aportado a la danza jonda desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas y una de la que m¨¢s ha influido en las nuevas generaciones de bailarinas.
Sacromonte, en esta ocasi¨®n con el toque profundo y elegante de Jer¨®nimo Maya y el cante desgarrado, gitano, de Amparo La Repompilla, presentaba el baile de tres miembros j¨®venes de la familia: el m¨¢s veterano de Juan Andr¨¦s Maya, y el de los j¨®venes Iv¨¢n Vargas y Alba Heredia, iconos de una casa inagotable.
Por la tarde, otro representante fundamental de la familia, Mario Maya, padre de Bel¨¦n, ya desaparecido, hab¨ªa tenido su protagonismo porque en las Jornadas de Arte Flamenco celebradas en paralelo se proyect¨® Camelamos naquerar ("Queremos hablar"), el m¨ªtico espect¨¢culo de los a?os setenta sobre la persecuci¨®n a los gitanos impulsado por el gran bailaor y que aqu¨ª fue introducido y comentado por el escritor y flamenc¨®logo Joaqu¨ªn Albaic¨ªn.
El hilo de Sacromonte, con evocaci¨®n incluida de Enrique Morente, es tenue. En el fondo no es m¨¢s que un pretexto para poner sobre el escenario un baile lleno de fuerza, distintos los tres, aunque todos marcados por el sello de la casa y por la mano experimentada de Juan Andr¨¦s, un excelente bailaor, como tambi¨¦n lo es Iv¨¢n Vargas.
Pero la sorpresa de la noche vino por el baile de mujer, la representante m¨¢s joven hasta hoy de la estirpe de los Maya: Alba Heredia, que lo tiene todo para convertirse en pocos a?os en un verdadero acontecimiento. La hemos visto bailar en distintos escenarios desde hace alg¨²n tiempo, y siempre ha sido un diamante a falta de pulir, pero sus progresos son incre¨ªbles y r¨¢pidos.
En 2015 ya gan¨® contra todo pron¨®stico el premio El Desplante en el Festival Internacional del Cante de las Minas, enamorando al p¨²blico con su desgarradora fuerza, y este a?o recibi¨® de la 23 Cumbre Flamenca de Murcia el premio a la artista revelaci¨®n. Esta noche en Pamplona demostr¨® por qu¨¦.
Act¨²a fuera de s¨ª, como pose¨ªda, con la mirada perdida, pero en un acto de verdad, sin afeites coreogr¨¢ficos ni camelos gestuales. Dobla un brazo hacia adelante y recuerda a Pastora Imperio, golpea el suelo y se dibuja Carmen Amaya sobre el escenario. Y siempre es ella, su rostro gitano y bello perdido, ensimismado. Un baile lleno de genialidad incontenible.
Hay quien dice que su t¨¦cnica no es perfecta. Puede ser, pero, ?acaso necesita m¨¢s vi¨¦ndola bailar as¨ª? La sole¨¢ que traz¨® en solitario fue majestuosa, conmovedora. Pr¨®ximamente se presenta en Madrid, en el Conde Duque. Vayan a verla.
Babelia
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