Salamanca y la fachada de los misterios

Los Reyes Cat¨®licos, el Papa, el emperador Carlos V, Julio C¨¦sar ?o es Baco?, H¨¦rcules, Venus, Alejandro ?o es J¨²piter?, rostros esculpidos con delicadeza hasta delinear detalles como los p¨®mulos, los dientes, los pelos¡­ y junto a ellos, seres mitol¨®gicos y demoniacos. Todo envuelto en una exuberante filigrana y, oculta en una semicolumna, sobre una calavera, la c¨¦lebre rana que premiaba con el ¨¦xito a los estudiantes que la descubr¨ªan en esta jungla escult¨®rica. La grandiosa Fachada Rica de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca (Usal), probablemente el mejor ejemplo, por su decoraci¨®n, de ese primer Renacimiento que en Espa?a se llam¨® estilo plateresco, se halla en una compleja restauraci¨®n que acabar¨¢ a finales de noviembre, tras cuatro meses de obras. Salamanca celebrar¨¢ los 800 a?os de su universidad en 2018, por eso est¨¢ sacando brillo a la famosa fachada, que se construy¨® tres siglos despu¨¦s de nacer la instituci¨®n acad¨¦mica y todav¨ªa permanece envuelta en misterios por resolver.

En un andamio a 20 metros de altura, el arquitecto Jes¨²s Castillo Oli, director del departamento de Conservaci¨®n del Patrimonio de la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa la Real del Patrimonio Hist¨®rico, que gestiona la intervenci¨®n, explica que, aunque el estado de la fachada era, ¡°en general, bueno¡±, se apreciaron importantes efectos de la lluvia y el viento sobre la piedra, as¨ª como por el agua ca¨ªda desde la cubierta. Esta se ha levantado para colocar una nueva. En el proyecto han trabajado m¨¢s de 50 personas y junto a la fundaci¨®n participan la Junta de Castilla y Le¨®n, que ha aportado 220.000 euros, la Usal, con la misma cantidad, y la empresa Enusa, con 125.000.

En los a?os ochenta se aplic¨® en una restauraci¨®n una pel¨ªcula que, en vez de consolidar la piedra, se la perjudic¨®

Castillo subraya que la delicadeza de las esculturas "ha complicado" la correcci¨®n de da?os como las manchas negras que se observan en distintas zonas de la piedra rosada, la que los constructores trajeron de la cantera de Villamayor. A fin de evitar nuevos deterioros, se aplica "el m¨¦todo menos abrasivo" para limpiar el material. "Despu¨¦s se consolida el sillar, si est¨¢ arenizado, y se entona para que recupere el color". De repente, se aprecia en una piedra una inscripci¨®n: "Espedici¨®n 1853". Es una de las curiosidades del monumento. Ese a?o lo visitaron un profesor y estudiantes de la reci¨¦n creada escuela de Arquitectura de Madrid. Se mont¨® un andamio y alg¨²n grafitero decimon¨®nico dej¨® su huella. Dos veces.

Unos metros m¨¢s abajo, Castillo pasa la mano por los l¨ªquenes, cuya ra¨ªz se mete en la piedra, y lamenta la porquer¨ªa causada por las palomas, "que genera un ¨¢cido muy da?ino". Mientras palpa la fachada, se sorprende de aspectos imperceptibles desde abajo. "Con lo excepcional que es la escultura, en la zona superior hay elementos mal resueltos arquitect¨®nicamente, piedras que no siguen la l¨ªnea del dibujo. Se ve que cuando las trajeron del taller no encajaban en el hueco".

Es solo una de las cuestiones que plantea la Fachada Rica. El profesor Eduardo Azofra, de la universidad salmantina, conoce la historia de este "triunfo del horror vacui", que contin¨²a repleto de misterios 500 a?os despu¨¦s. "No sabemos la fecha de su construcci¨®n porque la documentaci¨®n de la universidad se pierde en esa ¨¦poca. La portada no es de antes de 1512, y probablemente se finaliz¨® en 1529. En un documento de 1528, el arquitecto Juan de ?lava habla de la biblioteca que est¨¢ detr¨¢s de lo que llama ¡®la portada rica".

Para Azofra, la pregunta m¨¢s importante que sigue sin respuesta es qui¨¦n ide¨® una fachada que "transmite un mensaje muy culto, pensado para una audiencia con formaci¨®n elevada". Se han barajado nombres, incluso el de Juana I de Castilla, la Loca. "Hay un libro, de 1666, que est¨¢ en la Universidad, en el que se asegura que la portada la pag¨® ella, pero es el ¨²nico documento que lo sostiene".

M¨¢s dudas. ?Qui¨¦nes ejecutaron la obra? "En esa ¨¦poca vienen a Salamanca grandes arquitectos porque se estaba construyendo la catedral nueva". La historiadora Alicia M. Canto sostuvo, en 2014, que las siglas I.T.A., halladas en la fachada, eran "Juan de Talavera, arquitecto". De este no hay m¨¢s obra en la ciudad pero estuvo vinculado a la reina Juana. Sea quien fuese, el autor levant¨® la fachada con una inclinaci¨®n desde la base a la parte superior de unos 30 cent¨ªmetros, y con los motivos de arriba a mayor tama?o, para poder ver mejor el conjunto. Azofra a?ade que hubo varios escultores. "Estil¨ªsticamente, los tres cuerpos horizontales no tienen nada que ver unos con otros". La calidad del de m¨¢s arriba lleg¨® al historiador Mart¨ªn Gonz¨¢lez a plantear si su autor pudo ser Alonso Berruguete. En lo que hay coincidencia es que varios paneles de la portada est¨¢n inspirados en grabados tra¨ªdos de Italia.

La interpretaci¨®n de esos personajes es un camino intrincado. Las teor¨ªas de los historiadores han sostenido, primero, en los a?os setenta, que el conjunto se concibi¨® como un palacio renacentista con dos mitades, la decoraci¨®n de la derecha simbolizaba la virtud y la de la izquierda, el vicio. Paulette Gabaudan afirm¨®, en cambio, que se trataba del programa imperial de Carlos V, un paneg¨ªrico. Felipe Pereda ahond¨® en esa idea, pero como proyecto educativo para el emperador, con los referentes hist¨®ricos y mitol¨®gicos claves para su formaci¨®n y buen gobierno. La ¨²ltima hip¨®tesis proclama que la portada transmite el mensaje de que Carlos estaba llamado a heredar los cuatro grandes imperios que en el mundo hab¨ªan sido: Babilonia, Grecia, Cartago y Roma. "En la realizaci¨®n de la fachada hubo una intenci¨®n pol¨ªtica pero tambi¨¦n institucional. La universidad se deb¨ªa a la monarqu¨ªa y al papado".

?Y la rana? El batracio sobre la calavera, atracci¨®n para turistas, quiz¨¢s advertencia contra la lujuria y protagonista de leyendas, malhumoraba a Unamuno, al que se le atribuye la frase "no es lo malo que vean la rana, sino que no vean m¨¢s que la rana". En el andamio junto a la entrada al edificio hay una gran foto de la fachada anterior a la restauraci¨®n a la que alguien ha arrancado un cent¨ªmetro. S¨ª, el de la rana.

"Libros gordos y redondos"

La fachada de la Universidad de Salamanca se a?adi¨® d¨¦cadas despu¨¦s al edificio construido en el siglo XV. Ese espacio entre portada y construcci¨®n alberga otra joya del conjunto, la sala de los manuscritos, entre ellos, un libro de horas, del siglo XI, elaborado para la reina leonesa Sancha. La universidad posee 3.000 manuscritos, 487 incunables y 60.000 vol¨²menes fechados entre 1501 y 1830, dice la directora de la biblioteca, Margarita Becedas. Algunos manuscritos descansan en armarios cuyas puertas est¨¢n decoradas en su interior con pinturas ir¨®nicas, que retratan c¨®mo eran las clases en el XVII: alumnos que no atend¨ªan y se pasaban notas.

En la biblioteca hay tambi¨¦n dos enormes esferas, una celeste y otra terrestre, que pidi¨® comprar al claustro el escritor y matem¨¢tico Diego de Torres Villarroel en el XVIII. Becedas cuenta que este sabio convenci¨® en un discurso a las eminencias de la universidad para que autorizasen la adquisici¨®n de lo que llam¨® "libros gordos y redondos" con dos argumentos: que las hab¨ªa en todas las universidades de la cristiandad y porque ¡°aumentar¨ªan la magnificencia de la sala¡±.