Los romanos de Mary Beard

Contar la Historia Antigua en documentales para televisi¨®n no tiene por qu¨¦ ser ¨¢rido ni gastar prosopopeya. Al contrario, puede ser divulgativo, entretenido, tener notas de humor y mostrar una erudici¨®n opuesta a cualquier afectaci¨®n acad¨¦mica. Un magn¨ªfico ejemplo lo disfrutamos con los espacios que el canal #0, de Movistar+, est¨¢ emitiendo sobre Roma, escritos y presentados por la profesora de Antig¨¹edad Cl¨¢sica de Cambridge Mary Beard, ¨²ltimo premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales.

Con su larga melena gris y, en ocasiones, paseando en bicicleta por la capital italiana, otras viajando hasta los antiguos confines del Imperio Romano, los programas de Beard no necesitan espectaculares recreaciones ni realizaciones, m¨¢s all¨¢ de unas tomas a¨¦reas. Ella irradia pasi¨®n desde el primer instante para contar, sobre todo, c¨®mo viv¨ªa el pueblo llano, la historia ajena a los grandes nombres, que tambi¨¦n tienen su lugar en esta serie que emiti¨® la BBC.

Una de las originalidades de estos documentales es que Beard no nos golpea con sesudos tratados de historia, sino que recorre las calles de la urbe en busca de los textos fijados en innumerables l¨¢pidas e inscripciones, husmeando como una detective. Esos mensajes que est¨¢n a la vista de cualquiera son los tuits que se mandaban y dejaban para la posteridad los romanos hace 2.000 a?os.

De esa forma sencilla, Beard logra romper clich¨¦s sobre, por ejemplo, la vida de los gladiadores, menos dram¨¢tica de lo que el cine ha contado, y nos ense?a c¨®mo eran los ni?os de Roma, en qu¨¦ tugurios com¨ªa la plebe, d¨®nde aligeraban sus vientres el mill¨®n de habitantes que lleg¨® a vivir en la capital del imperio, los lugares en los que fornicaban, d¨®nde eran enterrados y en qu¨¦ ocupaban su ca¨®tica vida. As¨ª descubrimos que, aunque estamos muy alejados de aquellos seres en costumbres que hoy nos horrorizan, somos asombrosamente similares en otros comportamientos. Y, por supuesto, est¨¢ su inmenso legado, como bien detallaron los miembros del Frente Popular de Judea en La vida de Brian.

En cap¨ªtulos de una hora, Beard no acapara la pantalla para no cansar, sino que da voz a otros historiadores y arque¨®logos con los que dialoga en un lenguaje llano, directo y sembrado de iron¨ªa. Una inteligente manera de invitar a los espectadores a querer saber m¨¢s. Parece f¨¢cil pero piense cu¨¢ntas veces ha querido salir corriendo cuando alg¨²n plomazo ha querido ilustrarle con una lecci¨®n de historia.

No sabemos c¨®mo nos mirar¨¢n los humanos de dentro de 2.000 a?os. Quiz¨¢s hagan caso a esta mujer que, en una de sus frases lapidarias, asegura que una excelente forma de conocer una cultura es observar c¨®mo eran sus aseos. Ah¨ª est¨¢ todo. Pi¨¦nselo la pr¨®xima vez que levante la tapa del v¨¢ter.