Conversaciones entre un yihadista suicida y su esposa

As¨ª fueron los hechos tal como los relata una sentencia de la Audiencia Nacional en 2015 contra los l¨ªderes de una c¨¦lula yihadista que reclutaba combatientes en Ceuta. Imagine ahora que le ofrecen tres posibilidades. Primera opci¨®n: conocer los entresijos de esta historia seg¨²n la narraci¨®n recogida en los documentos policiales y judiciales. Segunda opci¨®n: construir su propio relato escuchando las conversaciones telef¨®nicas que mantuvieron las esposas de Wahbi, Pitis y Tafo en aquellos d¨ªas. ?ltima opci¨®n: escuchar la transcripci¨®n de las comunicaciones de los kamikazes con sus familiares, compa?eros, jeques y cl¨¦rigos islamistas. Las tres versiones se emiten de forma simult¨¢nea por tres canales y usted puede escuchar solo una por medio de unos auriculares. Est¨¢ obligado a elegir. Puede, eso s¨ª, cambiar de una a otra sobre la marcha.

Esta es la nueva propuesta del dramaturgo y director barcelon¨¦s Roger Bernat, uno de los artistas m¨¢s singulares de la vanguardia teatral espa?ola, siempre reclamado en los festivales internacionales m¨¢s importantes. A finales de los a?os noventa Bernat se gan¨® el apodo de enfant terrible de la escena catalana por los montajes de agitaci¨®n que estrenaba con su compa?¨ªa General El¨¨ctrica, pero fue hace una d¨¦cada cuando empez¨® a distinguirse con creaciones en las que el p¨²blico se convierte en protagonista. M¨¢s que espect¨¢culos, sus obras son dispositivos que los espectadores deben atravesar siguiendo unas instrucciones que les invitan ¡°a obedecer o conspirar y, en todo caso, a comprometerse¡±, seg¨²n explica el propio director.

Su nuevo montaje, que se estrena este viernes en el Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterr¨¢neo de Marsella, se presenta con el t¨ªtulo No se registran conversaciones de inter¨¦s. Es una de las frases que se repiten en las transcripciones de las escuchas policiales a las mujeres de los kamikazes. Esas escuchas fueron la primera inspiraci¨®n del espect¨¢culo. Despu¨¦s se a?adieron otras comunicaciones por correo electr¨®nico y redes sociales, mensajes de tel¨¦fonos, sumarios judiciales, informes policiales, propaganda yihadista, chats y v¨ªdeos de Internet, entre ellos el que muestra la inmolaci¨®n de Rachid. Todo ello se intercala con la recreaci¨®n esc¨¦nica de varias conversaciones de las esposas interpretadas por actrices.

Durante la obra se suceden situaciones que entrelazan los sucesos con los relatos de esos sucesos que circulan en los medios de comunicaci¨®n. En varias ocasiones las mujeres comentan lo que se dice de las acciones de sus maridos en la prensa. Y se hace referencia expl¨ªcita a un reportaje publicado en EL PA?S en el que el periodista Jos¨¦ Mar¨ªa Irujo cuenta la conversaci¨®n que mantuvo con una de ellas en su casa en Ceuta.

Todo este material se intercala o se superpone para que cada espectador elija c¨®mo quiere seguir el transcurso de los acontecimientos. ¡°La intenci¨®n es acercar al p¨²blico esta realidad sin intermediarios. Sin interpretaciones period¨ªsticas ni policiales o judiciales. Incluso sin interpretaciones art¨ªsticas. El teatro, igual que los medios de comunicaci¨®n, tambi¨¦n interpreta las historias seg¨²n el pensamiento dominante en cada momento. Y las simplifica con buenos y malos para hacerlas apasionantes. Intentamos huir de eso invitando a cada uno a construir su propio relato¡±, explica el director.

Pero ojo, aclara Bernat, ¡°acercarse a esta realidad no significa justificarla. No se trata de justificar acciones terroristas ni tampoco hacer un espect¨¢culo bienpensante sobre pobres ceut¨ªes que se dejan arrastrar por los malos. Nuestra ¨²nica pretensi¨®n es intentar averig¨¹ar las razones por las que ocurre esto. Qu¨¦ ideales, qu¨¦ propaganda y qu¨¦ contexto llevan a un hombre a dejar su hogar para inmolarse y matar¡±.