Antes era visual, ahora es social
Tras ganar el Premio Nacional de Ensayo, Joan Fontcuberta publica 'La furia de las im¨¢genes', en el que analiza asuntos como el 'selfie' o las c¨¢maras de vigilancia
Seis a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n de La c¨¢mara de Pandora (Gustavo Gili), por el que recibi¨® el Premio Nacional de Ensayo, Joan Fontcuberta retoma y contin¨²a su reflexi¨®n sobre los intensos cambios en el medio fotogr¨¢fico con un nuevo libro, La furia de las im¨¢genes. Si entonces profundizaba en el paradigma tecnol¨®gico de la fotograf¨ªa digital y en lo que supon¨ªa la aparici¨®n de una nueva categor¨ªa de im¨¢genes que ya entonces hab¨ªa que considerar posfotogr¨¢ficas, ahora, situado ya en un contexto n¨ªtidamente caracterizado por la producci¨®n y circulaci¨®n masiva de im¨¢genes, viene a otorgar carta de naturaleza a la posfotograf¨ªa y en cierto modo a definir y recopilar lo que podemos encontrar bajo ese paraguas conceptual.
Entre una y otra obra, el autor ha desarrollado una destacada actividad como comisario o concomisario de importantes proyectos expositivos que han contribuido a la articulaci¨®n y consolidaci¨®n de la denominada creaci¨®n posfotogr¨¢fica: A partir de ahora, en Arles en 2011; Obra-colecci¨®n. El artista como coleccionista, en Foto Colectania en 2013; Fotograf¨ªa 2.0, en PhotoEspa?a en 2014, o La condici¨®n posfotogr¨¢fica en 2015, como tema monogr¨¢fico en su papel como comisario invitado de la Bienal de Imagen Contempor¨¢nea de Montreal. De hecho, una buena parte de los apartados que componen el volumen se configuran, como ¨¦l mismo se?ala, ¡°a partir de ejemplos suplidos por creadores contempor¨¢neos con quienes comparto ideario posfotogr¨¢fico¡±, algo que sin duda tiene que ver con su labor como comisario. La furia de las im¨¢genes ofrece tres v¨ªas de indagaci¨®n y estudio. Una, presente sobre todo en la primera parte del libro, destinada a ofrecer una lectura eminentemente sociocultural de la era posfotogr¨¢fica y a plantear, casi program¨¢ticamente, las condiciones y v¨ªas para la creaci¨®n en dicho contexto. Otra, centrada en el desarrollo de lo que vendr¨ªa a funcionar como casos de estudio (el selfie, el espejo, el ¨¢lbum familiar y la fotograf¨ªa vern¨¢cula, la colecci¨®n y la obra-colecci¨®n, los dispositivos de captaci¨®n y control, las c¨¢maras de vigilancia, los buscadores de im¨¢genes), en la que es frecuente el rastreo y comentario de numerosos trabajos realizados en los ¨²ltimos a?os por diferentes creadores contempor¨¢neos. Y una ¨²ltima, que encontramos diseminada a lo largo del volumen, en la que realiza un doble an¨¢lisis que resulta complementario: por una parte, explicita la sustituci¨®n o desmantelamiento progresivo de la cultura fotogr¨¢fica (sus usos y funciones, su r¨¦gimen de visi¨®n, su ontolog¨ªa), y por otra, criba e identifica lo que ser¨ªan los indicadores de la era o condici¨®n posfotogr¨¢fica.
Como ¨¦l mismo se?ala, esta nueva condici¨®n se agazapa detr¨¢s de la fotograf¨ªa, y es precisamente su sustituci¨®n o desmantelamiento lo que la origina. Desde este punto de vista, es completamente razonable su afirmaci¨®n de que la posfotograf¨ªa no reivindica originalidad sino intensidad. Intensidad en la producci¨®n de im¨¢genes, y tambi¨¦n intensidad en su acumulaci¨®n, su accesibilidad, su circulaci¨®n y su transmisi¨®n o compartici¨®n.
Para Fontcuberta el exceso y el acceso son dos elementos cruciales que determinan y definen la est¨¦tica y la creaci¨®n posfotogr¨¢fica. Su propuesta de respuesta a ese exceso de producci¨®n, a esa hipertrofia visual, es la contenci¨®n, lo que denomina una ecolog¨ªa de la imagen, no hacer nuevas fotograf¨ªas sino proceder a una acci¨®n de reciclaje sobre las ya existentes como n¨²cleo de la nueva estrategia creativa. De ah¨ª la figura del artista como coleccionista, como recolector, como compilador, cuya principal tarea es proceder a asignar sentido (prescribir) y a gestionar la acumulaci¨®n que define esta nueva era. En sus propias palabras, ¡°la artisticidad ya no subyace en el acto f¨ªsico de la producci¨®n de im¨¢genes, sino en la prescripci¨®n de los valores que puede acoger¡±, acci¨®n que llevar¨ªa, en su argumentaci¨®n, a la formulaci¨®n de un nuevo paradigma de autor, de una nueva conciencia autoral, y a la visualizaci¨®n de una escena en la que los gestos art¨ªsticos, el reciclaje, la apropiaci¨®n (¨¦l prefiere el t¨¦rmino adopci¨®n), la colecci¨®n, la acumulaci¨®n, la prescripci¨®n de sentido prevalecer¨¢n sobre los artistas.
La photo-trouv¨¦e domina el escenario, la obra de arte ya no se sit¨²a en la ¨¦poca de su reproductibilidad, como afirm¨® en su momento Walter Benjamin, sino en la era de la adopci¨®n digital, el instante decisivo ha sido sustituido por el instante indeciso o en su defecto por el instante hiperdecisivo, la revalorizaci¨®n de lo prosaico, lo banal o lo marginal desaf¨ªa al canon de calidad tradicional, el azar tecnol¨®gico o la serendipia facilitan una creaci¨®n an¨®nima y coral, intuitiva, espont¨¢nea, l¨²dica, autom¨¢tica y accidental, actualizando para la posfotograf¨ªa los planteamientos de los surrealistas. Fontcuberta nos propone en La furia de las im¨¢genes desandar el camino trazado por la fotograf¨ªa e iniciar el trayecto que, en expresi¨®n de Peter Weibel, ha llevado a la transformaci¨®n de los medios visuales en medios sociales, para adentrarnos definitivamente en un nuevo mundo de c¨¢maras, pantallas y espejos.
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Autor:?Joan Fontcuberta
Editorial: Galaxia Gutenberg
Formato: versi¨®n Kindle y tapa blanda (272 p¨¢ginas).
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