El negociador trasquilado
Luis Landero ha escrito su libro m¨¢s agrio. Tirando de un humor quevedesco y cruel, 'La vida negociable' narra las peripecias de un p¨ªcaro de medio pelo
El mundo de Luis Landero es como una vasta cuenca hidrogr¨¢fica donde hay fuentes, caudales que se ramifican, embalsamientos o meandros m¨¢s tranquilos y desag¨¹es misteriosos. Pero todo es el mismo l¨ªquido fugitivo, cristalino alguna vez; las m¨¢s, turbio: una representaci¨®n de la vida. La vida es un supuesto y un af¨¢n y por eso resulta ¡ªleemos en La vida negociable¡ª ¡°tan irrisoria, tan fea, tan trivial, y a la vez tan dram¨¢tica, tan misteriosa y llena de belleza¡±.
La vida negociable ¡ªt¨ªtulo tan acertado como todos los de Landero¡ª habla de la infinita capacidad de caer y sobrevivir en la miseria y el rid¨ªculo. Quiz¨¢ ahora se nota mucho m¨¢s que otras veces porque la vida de Hugo Bayo est¨¢ narrada en primera persona, como si fuera el relato de un p¨ªcaro moderno: un baqueteado Guzm¨¢n, o un c¨ªnico don Pablos, m¨¢s que un ponderado L¨¢zaro¡
Empieza convocando a que ¡°se?ores, amigos, cierren los peri¨®dicos y sus revistas ilustradas, apaguen sus m¨®viles, p¨®nganse c¨®modos¡±, y pronto sospechamos que nuestro charlat¨¢n es muy consciente de su condici¨®n de g¨¦nero literario cambiante: ¡°Mi vida que ven¨ªa de un drama se convert¨ªa en comedia, entra en un tramo festivo, casi de t¨ªteres¡±; ¡°no hab¨ªamos comenzado apenas con el follet¨ªn, cuando nuestras vidas dieron un giro inesperado hacia el g¨¦nero policiaco¡±. Nunca se cansa de enfatizar m¨¦ritos o miserias, o de hacer filosof¨ªa barata de sus pasos: ¡°En mi af¨¢n de purificarme me hund¨ª todav¨ªa m¨¢s en el oprobio¡±, pero unas l¨ªneas despu¨¦s, ¡°me sent¨ª lleno de fe y rebosante de m¨ª mismo¡±, quiz¨¢ porque ¡°aprend¨ª que, por muy bajo que uno caiga, mal que bien acaba por amoldarse a su situaci¨®n¡±. A punto de terminar, concluye, otra vez en forma de queja metaliteraria: ¡°?En qu¨¦ proporci¨®n se mezclan el rid¨ªculo y lo sublime, lo trascendente y lo banal, la comedia, la ¨¦pica, el drama y el follet¨ªn?¡±.
El sistema hidrogr¨¢fico de Landero nos hace reconocer antecedentes del personaje en las dos ¨²ltimas novelas, que son tan excelentes como esta. El pobre Lino de Absoluci¨®n y nuestro Hugo parecen ir a conocer la felicidad cuando sobreviene en su vida la violencia y la culpa. Y huyen, cuando Lino quiz¨¢ ha matado a un hombre y cuando Hugo y Leo han robado los relojes. Les escoltan en su camino consejeros pintorescos: el apacible se?or Levin o el agricultor Olmedo, en el caso de Lino; el brigada Ferrer y el peluquero Baltasar en el nuestro.
Tambi¨¦n, como le sucede al D¨¢maso de Hoy, J¨²piter, la infancia encierra un doloroso enga?o: para aquel personaje lo fue ser postergado por sus padres ante un extra?o; a Hugo le toca la revelaci¨®n del adulterio de su madre y saber que, tras las amonestaciones de su padre, no hay m¨¢s que la verborrea de un administrador ladr¨®n. Pero Hugo es tambi¨¦n ¡ªcomo D¨¢maso¡ª un vengador de sus agravios. Y tiene una vida sexual activa, no muy frecuente en las novelas de Landero: la vergonzosa domesticaci¨®n de su amigo Marco; la relaci¨®n con Leo, inseparable de sus palizas mutuas; el noviazgo imaginario con Olivia, que termina en violencia; la ¨¦poca dorada de peluquero militar, cuando Hugo acicalaba las axilas y el pubis de una coronela so?adora. Todo son sumandos de una vida que Hugo asocia, como tantos otros personajes de Landero, al ejercicio de un oficio. Siempre est¨¢n dispuestos a fantasear con una fuente de riqueza y reconocimiento que permita llegar donde empieza ¡°la edad ancha de la raz¨®n y de la madurez¡±. Nunca llegan a nada; Hugo, tampoco: ni ser¨¢ especulador, ni colono en el salvaje Oeste, ni atracador o ladr¨®n de fuste, ni peluquero, ni ferretero.
La novela de Landero habla de la infinita capacidad de caer y sobrevivir en la miseria y el rid¨ªculo
El calculado final de esta novela parece enderezar el destino. Pero la reaparici¨®n del padre y la madre no trae ni paz ni perd¨®n. Y no llama por tel¨¦fono quien iba a venderles ¡ªa Leo y Hugo¡ª la finca rural que so?aban. Y aquella peluquer¨ªa de una calleja de Aranjuez, que parec¨ªa esperarle, no le aguarda¡ La novela parece cerrarse bajo la maldici¨®n de Pablos de Segovia (¡°nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y costumbres¡±); Hugo espera su gran momento, pero tambi¨¦n lo sabe: ¡°A lo mejor la vida, o al menos la m¨ªa, consiste s¨®lo en eso, ir de camino a lo que salga¡±. La vida es negociable, como dec¨ªa su padre, pero no suele dejar que lo hagamos.
Landero ha escrito la novela m¨¢s agria de toda esa red de ramales de vida que naci¨® en Juegos de la edad tard¨ªa, bajo el signo del humor de Cervantes, tan entreverado de desenga?o. La vida negociable, m¨¢s quevedesca y cruel, lo confirma como uno de los mejores novelistas espa?oles.
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Autor: Luis Landero.
Editorial: Tusquets (2017).
Formato: versi¨®n e-book y tapa blanda (336 p¨¢ginas).
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