¡°El bar¨®n nunca hubiera vendido nada¡±

El degas es un estupendo degas. No hay duda. El maestro impresionista despliega toda la fuerza de su lenguaje. Trazos verdes, como r¨¢fagas, construyen el suelo. Y un carmes¨ª intenso crea las monta?as. Los animales, por sorpresa, cobran vida con ocres y marrones. Caballos de carreras en un paisaje (1894) es un estupendo degas. La baronesa Thyssen lo vende. Y le ha puesto un precio. Unos 27,9 millones de euros. Lo mismo que consigui¨® cuando enajen¨® La esclusa, de John Constable (1776-1837), en 2012. Una tela esencial dentro de la producci¨®n del pintor brit¨¢nico. Un artista casi inexistente en las colecciones espa?olas. Entonces, el historiador y cr¨ªtico de arte Francisco Calvo Serraller calific¨® de ¡°error pol¨ªtico inmenso¡± la marcha del lienzo. Hoy la posible p¨¦rdida de la obra atempera los adjetivos.

¡°Adoro a Degas, es uno de los grandes artistas de la historia¡±, lanza la prestigiosa comisaria Carmen Gim¨¦nez. ¡°Es un problema que se pierda para Espa?a pero tampoco es un desastre. Si fuera una pieza maestra como el Mata Mua de Gauguin [por ahora Carmen Thyssen asegura que no se vender¨¢] s¨ª que resultar¨ªa dram¨¢tico¡±. Sin embargo, pese a la templanza, Gim¨¦nez no endulza las cr¨ªticas: ¡°El bar¨®n, al que conoc¨ª bien, nunca hubiera vendido nada. Siempre fue una persona muy generosa. No entiendo las razones de la baronesa¡±.

Las justificaciones, seg¨²n la interesada, son econ¨®micas. Sus problemas de liquidez son recurrentes . Y con esta obra hace caja. ¡°Es una pieza muy buena. Esos colores vibrantes, la composici¨®n en diagonal a partir de la l¨ªnea del horizonte. No es lo mejor de su producci¨®n pero est¨¢ muy bien¡±, admite un experto en maestros impresionistas que pide no ser citado. Otros consultados coinciden en estas opiniones. ¡°Me parece una obra muy especial dentro de este tipo de composiciones de Degas¡±, remarca Manuela Mena, Jefe de Conservaci¨®n de Pintura del Siglo XVIII y Goya del Prado.

Porque, adem¨¢s, el pintor es una rareza en Espa?a. Apenas hay degas en colecciones p¨²blicas. Nuestro pa¨ªs perdi¨® el tren del impresionismo y cuando quiso subir a ¨¦l, los precios eran prohibitivos. Es la voz de Felipe Gar¨ªn, director del Prado entre 1991 y 1993, quien fue el comisario en Centro Centro de Madrid en 2015 de la exposici¨®n de la colecci¨®n privada del financiero Juan Abell¨®. En ella hab¨ªa dos obras de Degas. Un pastel, Despu¨¦s del ba?o, y un boceto preparatorio de esta pieza firmado en 1895. Precisamente de un a?o m¨¢s tarde es el pastel del que quiere desprenderse la baronesa. A su juicio, una rareza. Pues el pintor era m¨¢s propenso a retratar figuras femeninas. Tampoco le ha ayudado el tr¨¢nsito del tiempo. Los pasteles y la obra sobre papel suelen estar ¡°menos valoradas¡± , admite, quiz¨¢ porque su conservaci¨®n resulta m¨¢s dif¨ªcil. ?Y si hablamos de precio? ¡°El mercado est¨¢ loco, y nunca se sabe¡±, observa Gar¨ªn.

Pues en ese manicomio, el de los n¨²meros y el arte, si Carmen Cervera vendiera el papel por 28 millones de euros supondr¨ªa el segundo precio m¨¢s elevado pagado por una obra del impresionista franc¨¦s. Al menos si llevara a subasta esa Carrera de caballos en un paisaje. De hecho en noviembre de 2008 ¡ªacorde con la base de datos Artnet¡ª se remat¨® el pastel Danseuse au repos (1879) por 37.042.500 d¨®lares (35.087.400 euros al cambio actual) en la casa de pujas Sotheby¡¯s. Una obra (59 x 64 cent¨ªmetros) que tiene unas medidas similares a la que ahora est¨¢ en liza y que fij¨® el r¨¦cord para Degas. Carmen Thyssen sabe lo que vende y por cu¨¢nto.