Unos bailes amables
Con una formaci¨®n irregular que roza un particular autodidactismo, Matthew Bourne ha impuesto su genio y su intuici¨®n
Con una formaci¨®n irregular que roza un particular autodidactismo, Matthew Bourne (Hackney, 1960) ha impuesto su genio y su intuici¨®n, que tiene mucho de acumulativa, hasta crearse un estilo bastante distintivo, no basado en lo estrictamente novedoso ni en el retru¨¦cano culturalista, sino todo lo contrario; pragm¨¢tico, a veces incluso roza el t¨®pico, se excede en cierto coloquialismo comunicativo, pero es parte de su ¨¦xito de taquilla en 30 a?os de profesi¨®n al alza; a eso suma su imaginario algo mit¨®mano, que va de los cl¨¢sicos del ballet (El lago de los cisnes) al cine de referencia, en especial Powell y Pressburger (Las zapatillas rojas). En YouTube encontramos a Matthew bailando en 1991 su propia creaci¨®n, un fragmento de Town and Country, y ah¨ª se lo puede calibrar y calar qui¨¦n es y qu¨¦ le interesa. Aclaremos que Bourne es un hombre de la industria, mucho m¨¢s cercano a los teatros populares del West End (all¨ª so?¨® adolescente cuando era un incansable cazador de aut¨®grafos) que al templo acad¨¦mico de Covent Garden, donde, en paridad, no ha entrado. Se le admira, pero con ese particular y severo sentido clasista de los brit¨¢nicos y que llega a la cr¨ªtica can¨®nica, se lo contiene en los m¨¢rgenes (casi m¨¢s morales que est¨¦ticos) que marca la tradici¨®n, una ordenaci¨®n posvictoriana que el propio artista ataca en su l¨ªnea de flotaci¨®n siempre que encuentra una brecha u oportunidad.
EARLY ADVENTURES
Watch with mother (1991); Town and Country (1991); The infernal galop (1989). Coreograf¨ªas y direcci¨®n: Matthew Bourne; escenograf¨ªa y vestuario: Lez Brotherson; puesta en escena: Etta Murfitt; luces. Andrew Murrell. Compa?¨ªa New Adventures. Teatros del Canal. Hasta el 18 de marzo.
Estas funciones de Teatros del Canal son las primeras que hace en Madrid la compa?¨ªa de Bourne, y es la tercera agrupaci¨®n propia que dirige, mucho m¨¢s modesta que las dos anteriores. No es f¨¢cil de entender este retraso tan espa?ol, y ojal¨¢ vuelva con producciones de m¨¢s fuste e importancia. Hace tres lustros era mucho m¨¢s influyente que hoy. Hemos perdido no solamente El lago de los cisnes suyo (concebido para hombres y estructurado a medio camino entre el musical y el ballet propiamente dicho), sino otras muchas muestras de chispa esc¨¦nica, de soluciones brillantes y de secuencias inolvidables.
El programa Early adventures es uno menor, est¨¢ muy bien concebido como producto comercial de gira, pero no es el Bourne de pleno formato, de grandeza. Est¨¢n presentes su estilo y sus formas, sus collages musicales donde no faltan nunca ni su amado No?l Coward ni arreglos facilones y amables de Bach. Por no faltar, no falta ni siquiera Pompa y circunstancia de Elgar, esa marcha con fanfarria que sirve tanto para coronar reyes y reinas como para animar un funeral; aqu¨ª funge de obertura. Y hay detalles llenos de retranca: en The infernal galop resulta un ajuste de cuentas con Francia y los franceses, todo lo que se qued¨® en la rec¨¢mara despu¨¦s de la entente cordiale, con un apogeo esperp¨¦ntico y desternillante en la escena del pissoir (artilugio urbano descrito como urinario p¨²blico parisiense). Otro cuadro conmovedor es en la segunda parte de ¡°Town and Country¡± donde salen las marionetas (el conejo, el puercoesp¨ªn, el zorro) que quiz¨¢s sea una evocaci¨®n propia del core¨®grafo a Tales of Beatrix Potter, aquellos bichitos a los que Frederick Ashton dio vida y baile en el filme de 1971 y despu¨¦s en el ballet, entonces Matthew tendr¨ªa 21 a?os y era un so?ador que buscaba quien le ense?ara los pasos y la nomenclatura del ballet. Bourne tendr¨ªa que escribir ya sus memorias.
Parte del ¨¦xito de este programa est¨¢ basado en la eficacia y calidad de los nueve bailarines, muy j¨®venes y bien formados. Son pocos y deben exprimirse en toda la velada, altern¨¢ndose papeles con fren¨¦ticos cambios de vestuario y car¨¢cter. En una ¨¦poca se dec¨ªa en Londres que Bourne nutr¨ªa su tropa de los descartes de Royal Ballet (habida excepci¨®n de Adam Cooper, el primer cisne protagonista de su versi¨®n del Lago); hoy ya no es as¨ª, los tiempos son otros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.