Ai Weiwei aterriza en territorio Trump
El artista y activista chino llenar¨¢ Nueva York de vallas como reacci¨®n a la crisis migratoria
En los tejados, junto a paradas de autob¨²s o en callejones, m¨¢s de un centenar de vallas e instalaciones aparecer¨¢n a partir de octubre en distintos puntos de todo Nueva York con el fin de sacudir conciencias sobre la crisis migratoria en un pa¨ªs incendiado por el debate de los muros. Se trata de una macroinstalaci¨®n bautizada como Good fences make good neighbors (Los buenos muros hacen buenos vecinos) con la que el artista y disidente Ai Weiwei (Pek¨ªn, 1957) aterriza en territorio Trump para replicar el giro nacionalista de la nueva Casa Blanca.
Las crisis migratorias y de refugiados han catalizado la obra de Ai Weiwei en el ¨²ltimo a?o; hace unos d¨ªas inaugur¨® en Praga Law of the Journey, una patera de 70 metros y 258 figuras hinchables que no necesitan demasiada explicaci¨®n, y en septiembre cre¨® una considerable pol¨¦mica al colgar en la fachada del Palazzo Strozzi de Florencia una serie de lanchas hinchables. En la misma l¨ªnea, febrero de 2016 despleg¨® centenares de chalecos salvavidas naranjas ¡ªcomo los que suelen usar los refugiados¡ª por las columnas del Konzerthaus de Berl¨ªn.
Ahora aborda la batalla nacionalista en la ciudad en la que ¨¦l mismo vivi¨® como inmigrante en los a?os 80. La nueva instalaci¨®n, que se exhibir¨¢ entre el 12 de octubre y el 11 de febrero, es uno de los platos fuertes del 40 aniversario del Public Art Fund, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro dedicada al arte contempor¨¢neo. Las vallas de Ai Weiwei se desplegar¨¢n en sitio architur¨ªsticos como el sur de Central Park o barrios multiculturales como el Lower East Side, Brooklyn o Corona-Queens.
Nueva York ¡ªcomo Los Angeles o Chicago¡ª es precisamente una ciudad santuario, la categor¨ªa no oficial en la que se enmarcan esos ayuntamientos que mantienen un pacto t¨¢cito con los inmigrantes irregulares: si no cometen delitos, las autoridades locales no colaborar¨¢n en localizarles y detenerles. La obra de Weiwei, dice el alcalde Bill de Blasio, sirve "para recordar a todo los neoyorquinos" que, aunque algunas barreras intenten dividir, hay que estar unidos "para lograr un impacto significativo en la comunidad¡±.
Pese a su tradici¨®n? a favor de los inmigrantes, Nueva York es una ciudad plagada de muros, pocos trozos de Am¨¦rica representan la desigualdad econ¨®mica y social de forma tan cruda como este, la cuna de Wall Street, donde miles de personas con trabajo duermen en albergues para sin techo.
Ai Weiwei tambi¨¦n se intenta asomar a esas fronteras. ¡°La valla siempre ha sido una herramienta en el vocabulario del panorama pol¨ªtico¡± y evoca asociaciones con palabras como ¡®frontera¡¯, ¡®seguridad¡¯, ¡®vecinos¡¯, que est¨¢n conectados al actual entorno pol¨ªtico global, pero lo que es importante recordar es que, mientras se usan barreras para dividirnos, todos los humanos somos iguales¡±, afirma. ¡°Unos son m¨¢s privilegiados que los otros, pero ese privilegio trae consigo la responsabilidad de hacer m¨¢s¡±, a?ade el artista.
El nombre de la obra, Good fences make good neighbors, se inspira en un poema de Robert Frost titulado Mending wall (suele traducir al espa?ol como ¡°Reparar el muro¡±) que aborda precisamente esas barreras. Habla de dos vecinos que se re¨²nen regularmente para arreglar juntos los desperfectos del muro que separa sus jardines y uno de ellos le empieza a cuestionar al otro para qu¨¦ les sirve esa barrera, si ninguno de los dos tiene vacas, si sus pinos no van a saltar a sus manzanos ni al rev¨¦s. Pero el otro le responde con la inercia de que ¡°los buenos muros hacen buenos vecinos¡±.
En el debate de estos d¨ªas en Estados Unidos sobre la necesidad o no de los muros hay mucho de inercia, pero tambi¨¦n de las vacas que unos tienen y otros no.
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