Arbitraria, honrosa y desigual despedida
Trofeo para Cayetano y una generosa oreja para Rivera Ord¨®?ez en su personal adi¨®s de la afici¨®n sevillana
RUIZ / RIVERA, EL JULI, CAYETANO
Toros de Daniel Ruiz, justos de presentaci¨®n, blandos -inv¨¢lido el tercero-, nobles y descastados.
Rivera Ord¨®?ez: estocada trasera (ovaci¨®n); estocada ca¨ªda (oreja).
El Juli: pinchazo hondo, un descabello y el toro se echa (ovaci¨®n); pinchazo y estocada (silencio).
Cayetano: bajonazo trasero (silencio); estocada (oreja).
Plaza de La Maestranza. Octava corrida de abono. 1 de mayo. Lleno. Se guard¨® un minuto de silencio en memoria del banderillero Manolo Montoliu, muerto en esta plaza el 1 de mayo de 1992.
Quede constancia de que la despedida de Rivera Ord¨®?ez ha sido una decisi¨®n arbitraria del empresario, que no responde en modo alguno a los m¨¦ritos contra¨ªdos por el torero en su vuelta a los ruedos. Estar incluido en un cartel de lujo en la Feria de Sevilla es una prebenda inmerecida que parece obedecer m¨¢s a su popularidad como personaje p¨²blico que a su trayectoria taurina. Se despidi¨®, adem¨¢s, Rivera sin que nadie se lo hubiera pedido. Es m¨¢s, si lo hace por Twitter nadie se hubiera extra?ado.
Dicho lo cual, es justo reconocer que ha sido la suya una despedida honrosa, pues mantuvo toda la tarde una actitud de encomiable responsabilidad torera. Recibi¨® a su primero de rodillas en la puerta de toriles, particip¨® en quites en los dos de su lote, banderille¨® al primero con facilidad, acierto y compostura, trat¨® de capotear y muletear con seriedad y mat¨® al segundo volc¨¢ndose en el morrillo del animal. Como es hombre de suerte, aprovech¨® una tarde generosa del presidente y pase¨® una oreja inmerecida que puede enmarcar y lucir con orgullo en el sal¨®n de su casa.
Arbitraria inclusi¨®n en los carteles, honrosa actitud, y tambi¨¦n muy desigual actuaci¨®n de este Rivera Ord¨®?ez que sorprendi¨® al toreo el d¨ªa de su alternativa, all¨¢ por la feria sevillana de 1995, triunf¨® en las plazas principales, pero prefiri¨® pronto iluminar su facilona estrella como protagonista de la cr¨®nica social en detrimento de su aureola como torero.
Rivera Ord¨®?ez ha dedicado mucho tiempo a destorear, a desaprender lo mamado y asimilado, y eso se nota en exceso. Ha perdido el misterio, y se le ha vaciado el alma torera que le infundieron sus genes; a todo su quehacer le falt¨® gracia, temple, reposo, hondura, torer¨ªa¡ Quiso, pero no pudo. Luch¨® por ser una brillante realidad y solo pudo expresarse como una sombra de s¨ª mismo.
Por esa raz¨®n tan simple como enjundiosa, sus capotazos surgieron acelerados y sin destellos, y su toreo de muleta careci¨® de profundidad y hondura. No interes¨® ni a los suyos en su primero, porque se mostr¨® como un torero vac¨ªo y amortizado ante un toro agotado. Y qued¨® en evidencia ante el cuarto, el de m¨¢s movilidad de la tarde, un caramelo bomb¨®n para una retirada exitosa en la Maestranza. Se deshizo de la coleta antes del primer muletazo, tore¨® por ambas con encomiable voluntad de triunfo, pero todo surgi¨® sin fundamento porque hace tiempo que ¨¦l mismo no siente el toreo en lo m¨¢s hondo. Y de tal modo, se puede uno despedir con un abrazo fraterno, pero como un ladr¨®n de corazones enamorados. Adi¨®s a Rivera Ord¨®?ez, que se va con m¨¢s regalos de los que se gan¨® en el ruedo y con una deuda eterna con la fiesta de los toros, porque no ha devuelto lo que de ella recibi¨®.
Otro de actitud meritoria fue su hermano Cayetano, enrabietado ante el muy noble sexto, al que capote¨® con genio por gaoneras, y consigui¨® conectar con los tendidos con un espectacular inicio de faena de rodillas. Hab¨ªa brindado a su hermano, y se luci¨® con la mano derecha con serenidad, templanza y seguridad. Pronto se raj¨® el toro, a pesar de lo cual surgi¨® alg¨²n natural estimable y tras una estocada de efectos r¨¢pidos, pase¨® una oreja, aunque parte del p¨²blico pidi¨® las dos. El tercero era un inv¨¢lido mortecino ante el que se empe?¨® en dar pases insulsos entre las protestas del respetable.
Y El Juli estar¨ªa en su salsa entre sus toros preferidos de Daniel Ruiz; se le vio suelto, tranquilo, como en el patio de su casa, entre animales tan noblotes como tontunos. Lo intent¨® sin ¨¦xito ante el rajado segundo, y naufrag¨® ante el complicado quinto. (El d¨ªa que se enfrente a toros de verdad se le dedicar¨¢ m¨¢s espacio).
Por cierto, el p¨²blico se torna m¨¢s verbenero a medida que la manzanilla del ferial hace estragos. La petici¨®n de la segunda oreja para Cayetano solo puede ocurrir en plaza de tercera.
La corrida de hoy
Toros de Hnos. Garc¨ªa Jim¨¦nez, para Morante de la Puebla, Miguel ?ngel Perera y Javier Jim¨¦nez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.