Nelly Richard: ¡°Ya no contamos con escalas de valor universales¡±
Voz indiscutible de la cr¨ªtica cultural, la ensayista y acad¨¦mica francesa publica una videoinvestigaci¨®n sobre el movimiento estudiantil en Chile
Nelly Richard (1948, Caen, Francia) sigue inmersa en el desciframiento de lo que acontece en el campo de la cultura. La ensayista y acad¨¦mica, una de las voces m¨¢s destacadas de la cr¨ªtica cultural, acaba de publicar una investigaci¨®n en formato v¨ªdeo, Arte y pol¨ªtica: 2005-2015 (fragmentos), que la ha tenido un a?o analizando las experiencias visuales relacionadas con lo pol¨ªtico, y en la que tiene un gran protagonismo el movimiento estudiantil de 2011. Con ella nos citamos en Chile, donde vive, para hablar de cr¨ªtica, teor¨ªa feminista y pol¨ªtica. Pronto aparecen referencias a su libro m¨¢s influyente, M¨¢rgenes e instituciones. Arte en Chile desde 1973, a su papel como te¨®rica de la Escena de Avanzada, y a la importancia insustituible de la teor¨ªa. El pr¨®ximo octubre recalar¨¢ en Espa?a, invitada por el Museo Reina Sof¨ªa.
PREGUNTA. Una de las conclusiones tras dicha investigaci¨®n es que existe una carencia te¨®rica que sostenga el arte pol¨ªtico actual.
RESPUESTA. En Chile hay m¨¢s de 15 escuelas de arte que generan una proliferaci¨®n de artistas, curadores o gestores culturales, pero dejando de lado la historia o las teor¨ªas de las artes. Por otro lado, la internacionalizaci¨®n del campo del arte, con todo su desfile de curadur¨ªa, bienales y dem¨¢s, cuyo car¨¢cter promocional es m¨¢s tentador para los artistas deseosos de ¨¦xito que las complejidades de la interpretaci¨®n cr¨ªtica. Tambi¨¦n hay una carencia de tribunas donde el periodismo especializado pueda hacer de puente y de v¨ªnculo entre la academia y un p¨²blico cultural m¨¢s amplio, a diferencia de lo que acontece en Argentina o en M¨¦xico. Si bien las artes visuales en Chile han ganado en profesionalizaci¨®n, se ha debilitado su capacidad de intervenir provocativamente en el debate sobre cultura, pol¨ªtica y sociedad.
P. La investigaci¨®n actual recoge experiencias que dan testimonio de la lucha estudiantil a favor de una educaci¨®n gratuita. ?Hasta qu¨¦ punto cree que las deficiencias educativas han abocado a esa carencia de densidad te¨®rica y cr¨ªtica?
R. Tiene que ver con el perfil de una educaci¨®n absolutamente privatizadora y que antepone lo t¨¦cnico-profesional por encima de las humanidades y el pensamiento cr¨ªtico. Tambi¨¦n, con un modelo de tecnocratizaci¨®n de los saberes utilitarios que tiene a las humanidades y al arte como principales v¨ªctimas. El movimiento estudiantil de 2011 en Chile fue decisivo por la ruptura antineoliberal con la que desnaturaliz¨® el sentido com¨²n de la equivalencia entre sociedad y mercado que hab¨ªan administrado los Gobiernos de la transici¨®n. Dentro del marco de este movimiento estudiantil, varias asociaciones art¨ªsticas se propusieron reescenificar la protesta callejera apelando a diversos tipos de performatividad del cuerpo y la visualidad.
P. ?Se han recortado las distancias entre los m¨¢rgenes y las instituciones?
La cr¨ªtica sirve para develar el trabajo oculto de las ideolog¨ªas culturales y para estimular la imaginaci¨®n del lector o espectador
R. S¨ª. Las instituciones van corriendo sus fronteras para integrar la ¡°diversidad¡±, que pas¨® a ser el fetiche del pluralismo acr¨ªtico. La relaci¨®n entre instituci¨®n y margen no es la relaci¨®n entre un adentro contaminado y un afuera puro. Dentro de la instituci¨®n, por suerte, es siempre posible trazar l¨ªneas de fuga.
P. ?Cu¨¢l es el rol de la instituci¨®n del arte en la ¨¦poca del capitalismo?
R. Es una pregunta sin respuesta categ¨®rica. Ya no contamos con escalas de valor universales y, por lo mismo, s¨®lo nos queda lo experimental de las apuestas. La cr¨ªtica sirve para develar el trabajo oculto de las ideolog¨ªas culturales, para tomar partido a favor o en contra de determinados comportamientos de los signos, y para estimular la imaginaci¨®n del lector o del espectador en una perspectiva emancipadora.
P. Siempre ha defendido que la teor¨ªa es completamente indispensable para el feminismo. En anteriores textos ha afirmado que, en la transici¨®n democr¨¢tica, el feminismo hab¨ªa perdido densidad. ?Cree que se puede recuperar?
R. S¨ª, creo que se est¨¢ recuperando. Durante los ochenta el feminismo, como movimiento social y como referente te¨®rico, fue muy activo en los debates de la recuperaci¨®n democr¨¢tica. En los noventa, la formalizaci¨®n acad¨¦mica de los departamentos de estudios de g¨¦nero y los organismos ministeriales neutralizaron esa valencia contestataria del feminismo domestic¨¢ndola. Hoy existen colectivos que mezclan la teor¨ªa queer con el activismo de la disidencia sexual de un modo sugerente y provocativo. Tambi¨¦n es relevante que varias de las nuevas dirigencias de las federaciones estudiantiles se autodeclaran feministas y que, por ejemplo, el Frente Amplio reconozca al feminismo como un referente indispensable a la hora de pretender radicalizar la democracia desde las izquierdas.
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