Historias de guerra de un reportero
Juan Goytisolo nunca quiso que la historia pasase a su lado
Juan Goytisolo nunca quiso que la historia pasase a su lado. Cuando tras la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn comenzaron a estallar conflictos en Bosnia, Argelia o Chechenia, una vez constatado que ni la historia ni la violencia tienen final, el escritor decidi¨® recorrer algunos de los frentes m¨¢s peligrosos del mundo. O, mejor dicho, se convirti¨® en reportero para viajar a guerras que ni siquiera ten¨ªan frentes claros, donde la limpieza ¨¦tnica y las desapariciones generalizadas hab¨ªan vuelto a Europa y pa¨ªses vecinos como en los momentos m¨¢s siniestros del siglo XX.
Goytisolo estuvo en Sarajevo en pleno cerco en 1993; en Grozny en 1996, cuando el Ej¨¦rcito ruso no hac¨ªa prisioneros ¡ªliteralmente¡ª en su lucha contra las guerrillas chechenas; y en Argelia en 1994, cuando los islamistas del GIA degollaban a su antojo y se produc¨ªan constantes matanzas, nunca totalmente aclaradas. ¡°?Qui¨¦n mata a qui¨¦n?¡±, escribi¨® entonces en un reportaje. ¡°En la paranoia en la que se hallan sumidos los argelinos nadie puede responder con certeza a la pregunta. Si en una mayor¨ªa de casos la mano criminal no ofrece dudas, en otros las dudas no han sido aclaradas a¨²n¡±.
Tambi¨¦n estuvo en Israel y Palestina o en Irak, donde escribi¨® un l¨²cido reportaje sobre la peregrinaci¨®n chi¨ª a Kerbala. Public¨® primero esas cr¨®nicas en entregas en EL PA?S y posteriormente en forma de libros, Argelia en el vendaval, Cuaderno de Sarajevo o Paisajes de guerra con Chechenia al fondo. Al igual que ocurre con Campos de N¨ªjar, en el que recoge un viaje a los desolados paisajes del sur almeriense en los a?os cincuenta, son libros con los que el tiempo ha sido muy clemente, reportajes que han sobrevivido a las circunstancias en las que fueron escritos para convertirse en historias universales sobre los desastres de la guerra. Goytisolo viaj¨® a esos escenarios movido por su inter¨¦s por el islam, pero sus historias de guerra est¨¢n impulsadas por la voluntad de contar la verdad y dar voz a las v¨ªctimas.
Pese al riesgo f¨ªsico y a que su condici¨®n de escritor reconocido mundialmente no le iba a salvar de nada, nunca dud¨® en meterse en esos avisperos. Ricardo Ortega (1966-2004), uno de los reporteros espa?oles m¨¢s valientes de su generaci¨®n, le ayud¨® mucho en Chechenia cuando cubr¨ªa la zona como corresponsal de Antena 3 y hablaba con admiraci¨®n de la determinaci¨®n del escritor para viajar a lugares en los que ya muy pocos reporteros se aventuraban. Cuando fue asesinado en Hait¨ª en 2004, Goytisolo escribi¨® un art¨ªculo titulado "Ricardo Ortega y la dignidad de la informaci¨®n"?en el que homenajeaba al extraordinario ser humano que fue Ricardo pero tambi¨¦n a su oficio de corresponsal de guerra. Goytisolo relat¨® que, a su regreso a Par¨ªs, Ricardo le envi¨® una cinta con im¨¢genes de fosas comunes de chechenos asesinados por los rusos, que su televisi¨®n hab¨ªa decidido no emitir por ser demasiado salvajes. ¡°Recuerdo las palabras de Ricardo Ortega al anunciarme el env¨ªo del filme: ¡®Cons¨¦rvalo como recuerdo. T¨² sabes de lo que hablo¡±, escribi¨®. S¨ª, Goytisolo sab¨ªa de lo que hablaba.
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