Dos festivales en uno, cada vez m¨¢s lejanos
Foals y The Weeknd imponen su ley en el primer tramo de un FIB que sigue discurriendo a dos velocidades, la for¨¢nea y la local
En esa suerte de festival doble ¨Cel del p¨²blico brit¨¢nico, masivo y alborozado, y el del espa?ol, conforme con su discreta porci¨®n del pastel¨C en el que lleva a?os convertido el FIB, la brecha abierta entre la rotundidad de los reclamos for¨¢neos y el gancho de los se?uelos locales parece agrandarse m¨¢s que nunca. El desangelado pase de Los Planetas, en unas las peores noches que uno acierta a recordarles, lo escenific¨® a las claras. Todo lo que pod¨ªa salir mal, sali¨® peor, ya fuera por condicionantes externos o internos: volumen y condiciones sonoras impropias de un escenario grande y un repetorio anticlim¨¢tico, p¨¦simamente secuenciado por la banda. La peor versi¨®n de los granadinos, contradiciendo a voluntad los rocosos conciertos en sala en los que presentaron su Zona temporalmente aut¨®noma.
La falta de punch que aqueja al sonido de algunas de las bandas que calientan las primeras horas del escenario principal (algo similar ocurri¨® el d¨ªa antes con Ride) contrasta con el volumen atronador de los cabezas de cartel. A su lado, los brit¨¢nicos Foals casi parec¨ªan Pink Floyd. Y no precisamente porque su revisi¨®n post punk invente la rueda, sino m¨¢s bien porque su pericia polirr¨ªtmica, sus invocaciones a la ¨¦pica de grandes llanuras y sus corp¨®reas y bien enhebradas tramas sonoras s¨ª gozaron de la potencia requerida para encender el ¨¢nimo de una explanada (ante el escenario grande) que ya estaba a reventar, por mucho que el rol primordial de su nombre en el cartel pueda parecer ¨C con raz¨®n ¨C desorbitado.
En este FIB que est¨¢ a punto de reventar su propio l¨ªmite de aforo, es com¨²n disfrutar de pases casi en familia, como el del estimulante aunque excesivamente sinuoso synth pop de Austra, el del adictivo indie rock noventero de los catalanes Mourn (bendita regresi¨®n), el de la singular relectura psicod¨¦lica de los murcianos Alien Tango o el del pop caleidosc¨®pico de los valencianos T¨®rtel, para a continuaci¨®n acabar engullido por las masas ante la en¨¦sima muestra de efectividad de esa batidora r¨ªtmica que es cualquier sesi¨®n de los belgas 2 Many DJs, en un escenario que se les qued¨® peque?o, antes de que las desbordantes melod¨ªas de La Casa Azul tambi¨¦n prendieran la mecha del baile. El jueves, el epid¨¦rmico y result¨®n r'n'b contempor¨¢neo de The Weeknd contrast¨® con las guitarras, ¨¢speras como la lija, de los can¨®nicos The Jesus and Mary Chain, en otra de esas dicotom¨ªas que explican lo que una vez fue el FIB y en lo que se ha ido convirtiendo para subsistir en un entorno que exige identificar target a tiro hecho.
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