Netflix se lanza a la conquista de Europa a trav¨¦s de Venecia

Ma?ana de chaparr¨®n sobre Venecia. Los carteles del festival ya homenajeaban a Cantando bajo la lluvia. Los asistentes, ayer, tambi¨¦n. Muchos ni salieron de la cama, a juzgar por las butacas vac¨ªas en la primera proyecci¨®n del d¨ªa. Dif¨ªcil culparlos: hac¨ªa una jornada ideal para sof¨¢, manta y pel¨ªcula. ?En Netflix? Si no fuera demasiado incluso para el coloso estadounidense, dar¨ªa por pensar que los nubarrones son otra de sus gigantescas campa?as de marketing. Justo ayer la compa?¨ªa presentaba sus apuestas para conquistar La Mostra. Y, de paso, Europa. Porque detr¨¢s de la enorme N que recibe al visitante en una habitaci¨®n del hotel Excelsior est¨¢ su plan de expansi¨®n para el Viejo Continente. As¨ª que el encuentro de un pu?ado de periodistas con el vicepresidente para Contenidos Originales Internacionales, Erik Barmack, empez¨® con una demostraci¨®n de fuerza: Netflix producir¨¢ el nuevo proyecto del director Damien Chazelle tras La La Land. Ser¨¢ la serie The Eddy, un drama musical en ocho episodios ambientado en Par¨ªs.

No parece casual que el gigante de filmes y series en streaming ¨Cpara visionados online- escoja el Lido para su anuncio. Aqu¨ª inaugur¨® su marcha triunfal hace un a?o La La Land. Y aqu¨ª la compa?¨ªa se siente como en casa. Basta escuchar al director del certamen, Alberto Barbera: ¡°Nuestra relaci¨®n es ¨®ptima. Un festival busca los filmes m¨¢s importantes, no se preocupa del antes y despu¨¦s. Netflix es productor y distribuidor, es leg¨ªtimo que haga lo que quiera con sus obras. Si Scorsese o los Coen ruedan sus pel¨ªculas con ellos, tal vez hayan aceptado que no se ver¨¢n en las salas. Entonces, ?por qu¨¦ nosotros no? Tratar de parar la marea con una mano es ir contra el tiempo¡±.

Tr¨¢iler Our souls at night

Por eso, Cannes erigi¨® directamente un muro. Este a?o, cambi¨® sus reglas, bajo presi¨®n de los exhibidores franceses, para que solo puedan competir filmes estrenados en salas en el pa¨ªs. Lo opuesto a la pol¨ªtica de Netflix, que prioriza el lanzamiento online. En casos contados, concede un debut simult¨¢neo en alguna sala.

La magnitud del choque abri¨® pol¨¦micas ¨CPedro Almod¨®var, presidente del jurado de Cannes, tach¨® de ¡°paradoja¡± el premiar un filme que no llegase a la gran pantalla- y debates sobre qu¨¦ es o no es cine, si Netflix fagocitar¨ªa o ayudar¨ªa el s¨¦ptimo arte. Aunque Barmack prefiere esquivarlas. ¡°No es una guerra, ni tenemos pol¨ªticas respecto a un festival en concreto. Queremos que el p¨²blico pueda ver nuestros contenidos c¨®mo prefiera¡±, asegura. Se refiere a 104 millones de usuarios, la mitad fuera de EE UU. Y creciendo.

Todos ellos podr¨¢n descubrir pronto lo que la compa?¨ªa ha tra¨ªdo hasta La Mostra: Nosotros en la noche, con Robert Redford y Jane Fonda de nuevo juntos, el documental Cuba and the Cameraman, y las series Suburra y Wormwood. Habr¨¢ que esperar m¨¢s para The Eddy, pero Barmack considera que el proyecto, que se rodar¨¢ en ingl¨¦s, franc¨¦s y ¨¢rabe, indica la v¨ªa que Netflix quiere seguir: ¡°La gente desea historias de todo el mundo y se mueve por inter¨¦s. Solo el 5% del planeta habla el ingl¨¦s como primer idioma. Aspiramos a productos con potencial global¡±. Mezcla de lenguas, de creadores, de p¨²blicos. Experimentos con narraciones interactivas. Y un aceler¨®n en la producci¨®n. Dinero para ello no les falta: cerraron el segundo trimestre de 2017 con un 60% m¨¢s de beneficios (55 millones), con respecto al mismo trimestre del a?o pasado.

Tr?¨¢iler de Suburra

Competencia, tampoco. Amazon, HBO, pero tambi¨¦n Apple o Facebook. La gallina de los huevos de oro hoy en d¨ªa empolla pel¨ªculas y series. Por eso Netflix naci¨® como distribuidora pero quiere producir cada vez m¨¢s. Cuenta con m¨¢s de 50 obras originales ¨Cjusto ayer, por ejemplo, lanz¨® la tercera temporada de Narcos- y pretende dispararlas. Series y filmes, porque el l¨ªmite seg¨²n Barmack es cada vez m¨¢s difuso. ¡°Queremos programar cosas que no existan, g¨¦neros que no se suelen cubrir, y a la vez lo mejor de lo que ya est¨¢ ocurriendo. Los directores nos escogen por la libertad y los riesgos que tomamos¡±, explic¨®. ¡°En Europa, acabamos de empezar. Anunciaremos siete u ocho proyectos antes del final del a?o¡±, agreg¨®. Uno, sin m¨¢s detalles, ser¨¢ espa?ol.

Tal vez sea la respuesta tambi¨¦n a una cr¨ªtica frecuente que la compa?¨ªa recibe: desembarca con sus grandes producciones de EE UU y asfixia la creaci¨®n local. Tanto que los ataques han llegado hasta los o¨ªdos de la Comisi¨®n Europea. Frente a ello, Barmack recuerda los 1.680 millones gastados desde 2012 en licencias y producciones europeas. Y rechaza todas las sombras. Niega que la calidad de sus productos haya bajado, ni que el cat¨¢logo f¨ªlmico sea el tal¨®n de Aquiles de la compa?¨ªa. Tampoco le afectar¨¢ la reciente ruptura con Disney. Y no ve ninguna burbuja, pese a que en EE UU se producen nueve series nuevas a la semana y la propia Netflix por primera vez cancel¨® algunas: ¡°Hay muchos p¨²blicos. Lanzaremos, por ejemplo, entre 12 y 15 series de animaci¨®n¡±. A falta de datos, que la compa?¨ªa nunca da, cuesta imaginar en qu¨¦ se basa tanto despliegue. A saber: tal vez hayan descubierto c¨®mo hacer llover todos los d¨ªas.