Venecia pita a Aronofsky
Jennifer Lawrence y Javier Bardem, los protagonistas, resisten al naufragio de 'Madre!', del cineasta estadounidense
El p¨²blico profesional del festival de Venecia es tremendamente amable. Las ruedas de prensa suelen empezar con ovaciones a los creadores y lanzan preguntas que no lo son: est¨¢n tan volcadas en dar las gracias a los invitados que se olvidan de la interrogaci¨®n. En las proyecciones, m¨¢s de lo mismo: todas terminan en aplausos, aunque sean de cortes¨ªa. El mejor resumen se escuch¨® hace unos d¨ªas desde una butaca: ¡°Esto es un fanodromo¡±. De ah¨ª que lo ocurrido hoy llame a¨²n m¨¢s la atenci¨®n: acababa de terminar Madre!, nueva esperad¨ªsima pel¨ªcula de Darren Aronofsky, en competici¨®n oficial, con las estrellas Jennifer Lawrence y Javier Bardem, y llovieron los pitidos. ¡°?Sinverg¨¹enza!¡±, as¨ª, en espa?ol, grit¨® uno. Resulta que los indignados siempre estuvieron ah¨ª: solo necesitaban a la presa correcta. Hubo tambi¨¦n, eso s¨ª, alg¨²n t¨ªmido aplauso.
A la pol¨¦mica, Aronofsky est¨¢ acostumbrado. Para algunos, el creador de Requiem por un sue?o y Cisne Negro es un visionario que arriesga y gana, ya sea con cine, c¨®mics o libros. Para otros, perpetra nader¨ªa, y adem¨¢s pretenciosa. Lo cierto es que esta vez, en su regreso tres a?os despu¨¦s de la superproducci¨®n No¨¦, muchas cr¨ªticas no han tenido piedad. ¡°Es una pesadilla barroca sobre nada m¨¢s que s¨ª misma¡±, escribe Variety. ¡°Desde un punto de vista narrativo, hay muchos agujeros y recursos dramat¨²rgicos baratos¡±, ataca The Hollywood Reporter. Aunque una minor¨ªa defiende con u?as y dientes a filme y cineasta. ¡°Es un coctel muy fuerte, ciertamente habr¨¢ gente que no querr¨¢ una experiencia de este tipo. Es una monta?a rusa, hay que estar dispuestos a ello¡±, declar¨® el propio Aronofsky en Venecia.
La pel¨ªcula arranca con la relaci¨®n entre Lawrence y Bardem, aislados en la casa y la vida de sus sue?os. Ella reconstruye la villa, ¨¦l trata de componer nuevas poes¨ªas. Pero sacudidas cada vez m¨¢s violentas ponen a temblar su para¨ªso. Una visita tan inesperada como inquietante abre la caja de Pandora. Y sale el caos. Hasta ah¨ª, hab¨ªa una obra capaz de mantener la tensi¨®n y el inter¨¦s, gracias tambi¨¦n a sus distorsiones visuales y de sonido. Ella cada vez m¨¢s desconcertada, ¨¦l inexplicablemente c¨®modo. El espectador, intrigado. Hasta que la anarqu¨ªa se apodera de la pantalla. Se plantean varias reflexiones: el arte por encima de la vida, la degeneraci¨®n del mundo, la obsesi¨®n por buscar lejos satisfacciones vac¨ªas sin mirar a lo importante, lo cercano. Se vislumbran ecos de La semilla del diablo, de Polanski. Sin embargo, al final no queda casi nada. Bueno, s¨ª: los actores, ya que la tr¨¢gica Lawrence y el c¨¢lido y escalofriante Bardem resisten al naufragio.
¡°Muchos de mis filmes requieren a?os. Este naci¨® en cinco d¨ªas, del hecho de vivir en este planeta, ver lo que est¨¢ ocurriendo, y no poder hacer nada. Ten¨ªa rabia y lo escrib¨ª todo¡±, relat¨® el cineasta, que define Am¨¦rica como "esquizofr¨¦nica" aunque jura que ¨¦l es "optimista". Su Madre!, en todo caso, se apunt¨® otro m¨¦rito: los debates sobre qu¨¦ querr¨ªa contar Aronofsky encendieron los pasillos. As¨ª que las dudas fueron trasladadas al director. ¡°El nombre en c¨®digo para el proyecto era ¡®D¨ªa seis¡±, respondi¨®. En la G¨¦nesis, es la ¨²ltima jornada de la creaci¨®n, donde Dios plasma a todas las criaturas y coloca al mando al hombre, junto con la mujer.
¡°Hay varias lecturas en esta pel¨ªcula y cada uno coge la que le guste o signifique m¨¢s para ¨¦l. Tiene muchos estratos y esa su riqueza¡±, lo explic¨® Bardem. El espa?ol presenta ma?ana tambi¨¦n Loving Pablo, de Fernando Le¨®n de Aranoa, donde interpreta al narcotraficante y comparte protagonismo con Pen¨¦lope Cruz, su pareja. As¨ª que, a la espera de estar bajo los focos, hoy estuvo al margen. Las estrellas eran Aronofsky y Lawrence, otro d¨²o profesional y sentimental. ¡°Este es un personaje diferente respecto a los que suelo interpretar, con un lado que no conoc¨ªa y Darren ha sacado de m¨ª.? Fue muy dif¨ªcil¡±, explic¨® Lawrence.
A los tres int¨¦rpretes ¨CMichelle Pfeiffer tambi¨¦n aparece en Madre!- se les pregunt¨® adem¨¢s por la relaci¨®n con los fans. Bardem sonri¨®: ¡°Todav¨ªa no me han comido, la responsabilidad de un artista es con la obra, lo otro no es lo importante¡±. ¡°Hay un elemento de intrusi¨®n que te aleja de la gente a la que amas¡±, dijo Pfeiffer. Y Lawrence aclar¨® que ha encontrado su equilibrio entre el agradecimiento hacia los seguidores y la protecci¨®n de su vida, poniendo ¡°l¨ªmites¡±.
Hirokazu Kore-eda, en cambio, ha intentado superarlos. Aplaudido director de las imperfecciones y los trapos sucios que habitan cada hogar, el japon¨¦s se ha lanzado al thriller. ¡°En los ¨²ltimos a?os he intentado narrar dramas familiares. Antes dise?aba bocetos, ahora me he pasado a la pintura con ¨®leo. He cambiado los instrumentos pero los sujetos son los mismos¡±, explic¨®. Como dice su t¨ªtulo, The Third Murder, tambi¨¦n en la competici¨®n, arranca con un hombre que comete su tercer asesinato. Y lo admite. Reo confeso, camino de la pena de muerte: el caso parece claro. Pero a medida que sus abogados lo investigan encuentran nieblas y dudas. Y quiz¨¢s, en el fondo, ni siquiera se trata de si lo hizo o no. ¡°Nunca sabremos la verdad. Buscamos lo que m¨¢s beneficia a nuestro cliente¡±, defiende el protagonista. Una vez m¨¢s, resulta que es cuesti¨®n de interpretaciones. En la justicia, como en el cine.
Jim Carrey: ¡°No soy solo uno que hace muecas¡±
Levant¨® el papel con su nombre. Pero no hac¨ªa falta, porque todos le reconocen y llevaban ya un rato aplaudi¨¦ndole. "?Jim, Jim!", core¨® en voz baja uno. "Ciaaaaaao", dij¨® Jim Carrey en el micr¨®fono. Y arranc¨® un baile donde el actor y el p¨²blico parec¨ªan dos enamorados que se hab¨ªan echado de menos. El int¨¦rprete presentaba Jim & Andy: The Great Beyond, documental sobre el rodaje en 1999 de Man on the Moon, filme biogr¨¢fico de Milo? Forman donde Carrey interpretaba al c¨®mico Andy Kaufman. Pero el actor aprovech¨® para mostrar que todav¨ªa es capaz de encantar al p¨²blico: una duda leg¨ªtima, ya que sus filmes m¨¢s memorables, como Olv¨ªdate de m¨ª o El show de Truman, quedan cada vez m¨¢s lejos en el tiempo.
H¨¢bil en encontrar filones c¨®micos, Carrey lo hall¨® en la int¨¦rprete que ten¨ªa que traducirle las preguntas en italiano. ¡°?Acaba de decir que soy un gilipollas! ?Est¨¢ loca!¡±, brome¨® la primera vez que se puso los cascos. ¡°Se debe de haber desmayado, o he tocado alg¨²n bot¨®n raro¡±, agreg¨® cuando se dio cuenta de que no escuchaba ninguna traducci¨®n. ¡°No soy solo uno que hace muecas, todos mis trabajos siempre tienen un significado. La honestidad es subversiva¡±, agreg¨®. Y luego dej¨® una reflexi¨®n m¨¢s profunda: ¡°?Qui¨¦n es el personaje que ha hecho de mi toda mi vida? No existe un ¡®yo¡¯, hay un personaje que me interpreta. Nos pasamos la vida a buscar anclas para nuestra existencia, ¡®soy italiano¡¯ o cualquier otra, pero no existimos. Solo somos ideas, que juntamos para ponernos un brazalete que llevamos en nuestras vidas¡±. Hubo, de nuevo, aplausos.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.