Alejandro Rodr¨ªguez gana y Jes¨²s Garc¨ªa corta una oreja en Madrid

Si el futuro de la fiesta de los toros depende de lo visto en la gran final del certamen sin caballos Camino Hacia Las Ventas, este espect¨¢culo tiene los d¨ªas contados. Pese a la buena novillada de Jandilla que sali¨® por chiqueros, ni Alejandro Rodr¨ªguez, que result¨® ganador del festejo, ni Diego San Rom¨¢n, ni Jes¨²s Garc¨ªa -j¨®venes novilleros sin picadores- fueron capaces de estar a la altura del compromiso. La ausencia de pureza e inspiraci¨®n marc¨® un festejo tan largo como aburrido que, adem¨¢s, dej¨® lesionado y en la enfermer¨ªa a Adri¨¢n Henche, novillero con caballos que se anunci¨® por delante con dos utreros de Jos¨¦ Luis Marca y solo pudo matar el primero.

El madrile?o, que evidenci¨® fragilidad y falta de oficio, result¨® cogido por el manso que abri¨® plaza cuando se dispon¨ªa a rematar una tanda con un pase de pecho. El novillo lo prendi¨® y lo lanz¨® contra el suelo provoc¨¢ndole una contusi¨®n dorso-lumbar de pron¨®stico reservado que le impidi¨® continuar la lidia. Y ah¨ª comenz¨® el esperpento.

El sobresaliente, V¨ªctor Manuel Rodado, -de curr¨ªculum desconocido- fue incapaz de acabar con la vida del novillo. Tras dos pinchazos, media estocada y una veintena de golpes de descabello, escuch¨® los tres avisos. En la primera plaza del mundo. Un bochorno. Tambi¨¦n pas¨® a la enfermer¨ªa, donde se le apreci¨® una contusi¨®n en el primer dedo y el escafoides de la mano derecha, de pron¨®stico reservado, motivo por el que no se pudo lidiar el segundo novillo con picadores.

Aunque falt¨® emoci¨®n y, por momentos, ce?imiento, Alejandro Rodr¨ªguez ejecut¨® los mejores muletazos de la tarde frente al segundo, el primero de los seis erales de Jandilla y Vegahermosa que fueron sorteados para los tres chavales que actuaban sin picadores. Rodr¨ªguez, natural de la localidad madrile?a de Torre de la Alameda, dej¨® un pu?ado de naturales templados y de buen trazo, tras clavar banderillas con m¨¢s eficacia y espectacularidad que lucimiento. Aunque su faena al quinto tuvo menos entidad, las dos volteretas que sufri¨® antes de cuadrarse para matar le sirvieron para dar una vuelta al ruedo tras una leve petici¨®n de oreja.

El que s¨ª pase¨® un trofeo fue Jes¨²s Garc¨ªa, de la Escuela Taurina de El Juli. El madrile?o -de 16 a?os- demostr¨® tener desparpajo y capacidad y conect¨® desde el principio con el p¨²blico. Sin embargo, como buen aprendiz de las figuras actuales, abusa de las ventajas y torea retorcido. ¡°?Ponte derecho!¡±, le grit¨® con toda la raz¨®n un aficionado desde el tendido. Garc¨ªa baj¨® la mano y lig¨® los redondos y naturales con largura, pero siempre cit¨® con el pico y se pas¨® a distancia sideral a sus enemigos. La prueba m¨¢s significativa es que se march¨® con el traje impoluto.

Poseedor de un concepto cl¨¢sico del toreo, el mexicano Diego San Rom¨¢n destac¨® en una tanda sobre el pit¨®n izquierdo ante el sexto, pero sus dos trasteos fueron largos, mon¨®tonos y encimistas. Le falt¨® alma y coraz¨®n.

Al finalizar el festejo se dio a conocer el nombre del ganador del certamen: Alejandro Rodr¨ªguez, de la Escuela Taurina Jos¨¦ Cubero Yiyo de Madrid.