¡°Godard lo derrib¨® todo y luego se pase¨® sobre las ruinas¡±

Sucedi¨® un d¨ªa de junio de 1966. Siendo una joven actriz de 19 a?os, Anne Wiazemsky se meti¨® en un cine para ver Masculino femenino, la nueva pel¨ªcula de Jean-Luc Godard. Lo que vio le cambi¨® la vida. Al salir, todav¨ªa aturdida, decidi¨® enviar una carta al director. ¡°Le dec¨ªa que me hab¨ªa gustado mucho su pel¨ªcula. Le dec¨ªa tambi¨¦n que amaba al hombre que se hallaba detr¨¢s de aquello, que lo amaba a ¨¦l¡±, dej¨® escrito la actriz y novelista, fallecida en Par¨ªs el pasado viernes, en Un a?o ajetreado (Anagrama). As¨ª empez¨® uno de los grandes romances de la historia del cine, que ha inspirado Mal genio, la nueva pel¨ªcula del franc¨¦s Michel Hazanavicius, que llega hoy a la cartelera espa?ola.

Revelado en 2011 con The Artist, que se hizo con cinco Oscar, incluidos los de mejor pel¨ªcula y director, Hazanavicius regresa tras el traspi¨¦ que supuso The Search, que ni siquiera se estren¨® en Espa?a tras su catastr¨®fica acogida en Cannes. Con Mal genio, las cosas le fueron, en la pasada edici¨®n del festival, algo mejor. ¡°Tampoco era muy dif¨ªcil¡±, sonr¨ªe el director al recordar aquel remake de una vieja pel¨ªcula de Fred Zinnemann, que decidi¨® trasladar a la guerra de Chechenia. Un intento por presentarse como cineasta serio tras la lluvia de estatuillas que no cuaj¨®. ¡°Cuando empec¨¦ a trabajar en televisi¨®n en los noventa, la iron¨ªa era un instrumento subversivo. Luego se convirti¨® casi en el pensamiento dominante. The Search fue un intento de terminar con esa iron¨ªa c¨¢ustica¡±, se justifica ahora.

Su nueva pel¨ªcula vuelve a abrazar el g¨¦nero que se le da mejor: la comedia de tintes nost¨¢lgicos e impregnada de esa misma iron¨ªa que dice aborrecer. ¡°S¨ª, pero creo que mi humor es benevolente. Vivimos en una ¨¦poca marcada por una gran ansiedad. Hacer escarnio de todo no ayuda. Intento no dirigir miradas de desprecio hacia los temas y las personas de las que hablo¡±, responde el director. Mal genio retrata la pasi¨®n entre un mito del cine, tan admirado por Renoir como por los Beatles, y una chica de buena familia, nieta del gran escritor gaullista y cat¨®lico Fran?ois Mauriac, que todav¨ªa buscaba su lugar en el mundo. Los interpretan un irreconocible Louis Garrel, en versi¨®n calva y seseante, y la actriz francobrit¨¢nica Stacy Martin, descubierta por Lars von Trier en Nymphomaniac.

Su retrato de Godard ha disgustado a parte de la cr¨ªtica francesa: Hazanavicius lo presenta como un tipo gru?¨®n, aguafiestas, narcisista y posesivo. Y, en lo creativo, inmerso en una profunda crisis tras la desigual acogida de La chinoise, su primer proyecto con Wiazemsky. A su responsable no le importa que le traten de sacr¨ªlego. Dice sentir respeto por Godard, pero no veneraci¨®n. Y admite que le ha influido, aunque no m¨¢s que a cualquier otra persona que se dedique al s¨¦ptimo arte. ¡°Los impresionistas dejaron de copiar la naturaleza para plasmar colores y formas sobre el lienzo. Godard hizo algo parecido en el cine, abri¨¦ndolo a nuevas posibilidades¡±, dice Hazanavicius.

La pel¨ªcula resume los seis a?os de convivencia y las siete pel¨ªculas rodadas con Wiazemsky en pleno periodo mao¨ªsta de Godard, cuando reneg¨® de sus pel¨ªculas anteriores e intent¨® abolir la autoridad del director con el grupo Dziga Vertov, impulsor de un cine sin actores y sin argumento (¡°y sin espectadores¡±, como apunta un personaje de Mal genio), donde las decisiones eran tomadas en asamblea general por todo el equipo. La experiencia fracas¨®, pero pasar¨¢ a la historia como uno de los intentos m¨¢s rotundos para terminar con la concepci¨®n tradicional del genio rom¨¢ntico.

En lo visual, sin embargo, Hazanavicius bebe de los grandes ¨¦xitos del Godard de los sesenta, como Al final de la escapada o El desprecio. Su t¨¦cnica es similar a la que utiliz¨® en The Artist o en la saga OSS 117, con Jean Dujardin interpretando a un hilarante agente secreto, que parodiaba los c¨®digos de las pel¨ªculas de esp¨ªas del siglo pasado. En Mal genio, Hazanavicius establece un inventario de recursos formales propios de la Nouvelle Vague, que despu¨¦s rearticula en su narraci¨®n. Su secuencia de coito en planos fragmentados parece el mejor ejemplo de ello. A este m¨¦todo se le ha llamado pastiche. ¡°No me gusta poner etiquetas a la comedia. En el fondo, lo importante es si hace re¨ªr o no. Tildarlo de pastiche me parece reductor, espero haber llegado un poco m¨¢s lejos¡±, responde el interesado. Hazanavicius prefiere el t¨¦rmino, duchampiano y algo pomposo, de d¨¦tournement: tomar un objeto existente y distorsionar su significado. ¡°Aunque prefiero que me digan que he rodado un excelente pastiche que un d¨¦tournement pasable¡±, ironiza.

El Godard de Mal genio es un provocador nato, un kamikaze que se alimenta del insulto y del rechazo ajeno. Acude a las reuniones de estudiantes en la Sorbona durante el Mayo franc¨¦s, donde levanta abucheos al comentar la situaci¨®n en Israel. ¡°Los jud¨ªos son los nazis de hoy¡±, proclama. Para Hazanavicius, el cineasta representa a la perfecci¨®n el esp¨ªritu de su tiempo. ¡°El Mayo del 68 consisti¨® en eso: empecemos por destruir la sociedad y luego ya veremos qu¨¦ hacemos. Luego no construyeron nada, pero tal vez ya fuera suficiente con destruir ese mundo anterior¡±, dice el director. ¡°Con Godard sucede algo parecido: lo derrib¨® todo y luego se pase¨® sobre las ruinas¡±. Su revoluci¨®n fracasar¨¢, igual que su historia de amor. Pero las dos terminar¨¢n dejando una huella imborrable.