Antonio Zoido se hace cargo de la Bienal de Flamenco m¨¢s convulsa
El t¨ªo del ministro de Interior asume la direcci¨®n de la 20? edici¨®n del mayor festival de este arte
A diez meses de la celebraci¨®n de la Bienal de Sevilla, el mayor festival de flamenco del mundo, Antonio Zoido (Monesterio, Badajoz-1944), t¨ªo del ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha asumido el reto de sacar a flote la vig¨¦sima edici¨®n, marcada por el cese de dos directores a menos de un a?o del evento. "La bienal tiene que ser s¨ªntesis de lo cl¨¢sico y lo innovador", afirma a pocas horas de abandonar su pl¨¢cida jubilaci¨®n para dirigir el festival. "El flamenco es un arte y no se le pueden poner paredes. Los nuevos genios no anulan a los anteriores, como Picasso no lo hizo con Vel¨¢zquez", asegura.
Zoido es una apuesta segura tras los convulsos meses que han supuesto los ceses de dos directores. Crist¨®bal Ortega, responsable de la ¨²ltima Bienal, dej¨® el cargo en julio por las presiones de un grupo cr¨ªtico de flamencos a los que respald¨® el partido pol¨ªtico Participa Sevilla, nacido de Podemos y con cuyo apoyo gobierna el PSOE. Participa puso en duda las cuentas del ¨²ltimo festival y exigi¨® el relevo del director.?
Jos¨¦ Luis Ortiz Nuevo, fundador de este encuentro, se hizo cargo del certamen el 17 de julio y renunci¨® tras solo dos meses en el cargo por desencuentros con el Ayuntamiento de Sevilla. El concejal de Cultura, Antonio Mu?oz, justific¨® su cese en que "quer¨ªa designar a dedo cargos inexistentes en la organizaci¨®n", mientras que Ortiz Nuevo acus¨® al gobierno municipal de impedirle llevar a cabo su proyecto.
El nuevo director cuenta con el consenso de todos. "Los directores siempre se han llevado bien", explica Zoido tras lamentar la inestabilidad de un evento que atrae cada dos a?os a m¨¢s de 150.000 personas de todo el mundo, especialmente de Francia (16,6%), EE UU (8,9%) y Jap¨®n (7,6%), seg¨²n los datos de la ¨²ltima bienal.
"Afronto la direcci¨®n con humildad, serenidad e ilusi¨®n", afirma el nuevo director, quien ha estado siempre "en la ¨®rbita" de la organizaci¨®n, como editor de Andaluces Unidos, desde la Fundaci¨®n Antonio Machado, como comisario de la exposici¨®n Al arte de su vuelo y en el consejo asesor.
Esta trayectoria le ha permitido conocer al equipo organizador, por lo que no espera conflictos. Su primera labor ser¨¢ analizar qu¨¦ se puede salvar de las propuestas de sus antecesores. Quiere contar con Don Quijote, del bailaor Andr¨¦s Mar¨ªn, y tiene que estudiar si t¨¦cnicamente es posible realizar el espect¨¢culo propuesto sobre el Guadalquivir, que ya se ha intentado sin ¨¦xito en otras ocasiones. "La idea del flamenco entre dos orillas siempre ha estado presente, pero es muy complicado. Vamos a ver qu¨¦ hay y aprovecharemos lo que hay hecho hasta ahora".
Zoido da por cerrada este periodo de la Bienal y lo atribuye a la "etapa de irracionalidad que vive el mundo, donde se dan saltos sin saber adonde", pero est¨¢ convencido de que la 20? edici¨®n ser¨¢ el espect¨¢culo que el mundo del flamenco merece.
"Los Zoido siempre hemos sido de izquierdas"
Antonio Zoido, hijo de un telegrafista pacense, es un hist¨®rico intelectual de izquierdas que fund¨®, junto a Paco Casero y Diamantino Garc¨ªa, el Sindicato de Obreros del Campo. Su abuelo y el bisabuelo del ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, fueron hermanos. El t¨ªo de Antonio, por quien le pusieron el nombre y tambi¨¦n antepasado del ministro, fue asesinado por el Ej¨¦rcito de Franco en Burgos. "Los Zoido siempre hemos sido de izquierdas", afirma divertido ante la divergencia ideol¨®gica con su sobrino ministro.
Licenciado en Filosof¨ªa por las universidades Gregoriana de Roma y Complutense de Madrid, Antonio Zoido es autor de una decena de obras, mucha vinculadas al flamenco y a la etnia gitana, y sufri¨® la represi¨®n franquista, que le conden¨® en 1971 a cinco a?os de c¨¢rcel. En la Transici¨®n funda con otros activistas el Partido del Trabajo de Espa?a (PTE), del que fue secretario general en Andaluc¨ªa.?
Su labor fue fundamental para crear con Casero y el sacerdote Diamantino Garc¨ªa el primer sindicato de jornaleros, con el que los tres activistas consiguieron llevar a las p¨¢ginas internacionales las ocupaciones de fincas en demanda de una reforma agraria real y la dignidad del mundo rural.
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