Una ciudad en marcha

El Proyecto Madrid en la prestigiosa Feria Internacional del Libro de Guadalajara, M¨¦xico, arranc¨® con una frase como emblema: ¡°Ganar¨¢s la luz¡±, t¨ªtulo de un libro de poemas del poeta Le¨®n Felipe, exiliado en M¨¦xico tras la guerra civil espa?ola. La relaci¨®n de Madrid y de la Espa?a republicana con M¨¦xico procede de la generosidad del presidente L¨¢zaro C¨¢rdenas y el no menos generoso acogimiento del pa¨ªs americano a los vencidos. Despu¨¦s de 38 a?os de distanciamiento pol¨ªtico, el 17 de marzo de 1977 se produjo el hist¨®rico intercambio de notas diplom¨¢ticas entre los ministros de Asuntos Exteriores de ambos pa¨ªses, con el que se inici¨® una nueva etapa en la relaci¨®n bilateral, y en este 2017 se han estado celebrando los 40 a?os del restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas. Desde el intercambio inicial se empez¨® a producir el regreso paulatino, temporal o definitivo, de muchos exiliados, pero Le¨®n Felipe no pudo estar entre ellos; hab¨ªa fallecido en la Ciudad de M¨¦xico en 1968. Es bajo de luz de su recuerdo y de su emoci¨®n po¨¦tica como Madrid, en representaci¨®n de su variedad cultural, se presenta en Guadalajara para agradecer la invitaci¨®n cursada por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2017, tan significativo.

La primera pregunta que nos hacemos es acerca de la identidad cultural de Madrid. ?Qu¨¦ es Madrid o qu¨¦ creemos que es Madrid ahora? Desde el primer momento hemos jugado con una imagen n¨ªtida: la de que Madrid se define por s¨ª misma como una ciudad abierta, una ciudad particularmente receptiva, una ciudad que no hace distingos entre los nacidos en ella y todos los que viven en ella, sea temporalmente, de paso largo o con residencia habitual. Si nos alejamos de la imagen folcl¨®rica del Madrid del chotis y el chulapo, la que vivimos ahora es la de una ciudad din¨¢mica, amistosa, moderna y cosmopolita, con una efervescencia cultural y art¨ªstica extraordinaria, con un grado de libertad y acogimiento sin precedentes. Consecuentemente con ello, en el aspecto cultural en concreto se puede definir sin complejos como una ciudad-crisol. Y precisamente porque lo es, ha sido el criterio de los organizadores, a la hora de elegir a los artistas y escritores como representantes de esa eclosi¨®n cultural, considerar madrile?o a todo aquel que vive o ha vivido un tiempo significativo en Madrid, de acuerdo con la imagen de ciudad abierta y de acogida, sin trabas ni prejuicios, haya nacido en Madrid o en cualquier otro lugar.

Madrid es una ciudad din¨¢mica y cosmopolita, con una efervescencia cultural y art¨ªstica extraordinaria, con un grado de libertad y acogimiento sin precedentes

Madrid es una ciudad de aluvi¨®n, como la mayor¨ªa de las ciudades modernas. Definida en principio y un tanto despectivamente como ¡°un poblach¨®n manchego¡±, quiz¨¢ proveniente de la amargura por la p¨¦rdida del imperio y la decadencia del pa¨ªs, fue evolucionando lentamente en cuanto a poblaci¨®n, pero no es hasta el primer tercio del siglo XX cuando se puede hablar in extenso de una ciudad digna de la capitalidad que ostenta desde la segunda mitad del siglo XVI. Pero la ciudad de los teatros, los peri¨®dicos y los caf¨¦s, liberal y burguesa, pol¨ªtica y castiza a la vez, que empezaba a abrirse a los movimientos del siglo XX en el mundo, queda secuestrada tras la insurrecci¨®n militar de 1936. Y es en 1978, con las primeras elecciones libres y democr¨¢ticas que se celebran en el pa¨ªs, cuando su dignidad de capital alcanza el m¨¢ximo esplendor y modernidad.

Desde 1978 se manifiesta otra realidad. Madrid deja de ser la capital de la centralidad para convertirse en la capital de la descentralizaci¨®n del Estado: este es el segundo aspecto definitorio. Con la colaboraci¨®n de todas las fuerzas pol¨ªticas, el pa¨ªs centralista se descentraliza y la capital del centralismo se convierte en la capital de la descentralizaci¨®n. La incorporaci¨®n a Europa incide de manera especial en la ciudad y de la mano de su alcalde m¨¢s popular, Enrique Tierno Galv¨¢n, empieza a proyectar una imagen y dimensi¨®n internacionales que no han hecho sino crecer; y si no puede presumir de muchos y grandes monumentos urbanos, s¨ª es, en cambio, una ciudad de ¡°momentos¡± debido a su extraordinaria vitalidad que se refunda d¨ªa a d¨ªa, de d¨ªa y de noche, momentos de vida, de entusiasmo, de diversi¨®n y de conversaciones y bullicio callejero inagotables. Madrid es una ciudad de gente abierta a la gente, sin distingos. Por ello, todo el que vive en Madrid es madrile?o y cabe bajo su cielo; y si el cielo lo miran y lo disfrutan (¡°De Madrid al cielo¡±, ya se sabe), nadie pretende subir all¨ª, prefieren quedarse en la contemplaci¨®n del famoso color velazque?o cuando el viento serrano expulsa la poluci¨®n y nos deja verlo y disfrutarlo en su esplendor.

Los representantes del arte y la cultura madrile?os ¡ª?una cultura cuya personalidad caracter¨ªstica es la mezcla, la diversidad y la movilidad¡ª que acuden a Guadalajara representan con toda propiedad este caleidoscopio que es la ciudad en marcha. Naturalmente no est¨¢n todos los que son, pero son todos los que est¨¢n. Escritores, editores, traductores, ensayistas, gentes del teatro y el espect¨¢culo, cineastas, m¨²sicos¡­ tratar¨¢n de ofrecer una panor¨¢mica lo m¨¢s amplia posible de lo que sucede en Madrid d¨ªa a d¨ªa.

Jos¨¦ Mar¨ªa Guelbenzu es novelista y comisario para literatura y pensamiento de Madrid en la FIL 2017.