Un intelectual comprometido con Madrid
Tierno Galv¨¢n logr¨® recobrar el sentimiento de ciudadan¨ªa perdido desde 1939 y consigui¨® el afecto de los j¨®venes y el respeto de sectores conservadores
Hoy se cumplen 25 a?os de la muerte de Enrique Tierno Galv¨¢n, primer alcalde de Madrid en democracia desde 1939. La singularidad de su persona y su figura versaban hacia ¨¦l una c¨¢lida corriente de afecto, carisma desconocido en otros regidores de la ciudad, que ¨¦l gobern¨® entre 1979 y 1986 con el apoyo comunista. Centenares de miles de madrile?os se conmovieron con su muerte y hasta un mill¨®n de personas se echaron a las calles para presenciar, el 21 de enero de 1986, su sepelio, con certeza el m¨¢s multitudinario de la historia de la ciudad. Tierno Galv¨¢n recobr¨® para los intelectuales comprometidos con las libertades democr¨¢ticas el prestigio silenciado tras 40 a?os de dictadura hostil a la cultura, que el dictador persigui¨® con sa?a.
Vest¨ªa siempre traje cruzado y le gustaba mostrar m¨¢s edad
Se gan¨® el coraz¨®n de los dem¨®cratas en la manifestaci¨®n contra el golpismo
Antes de morir convoc¨® a sus colaboradores para despedirse
Su entierro fue el m¨¢s multitidinario de la historia de Madrid
Tierno Galv¨¢n, soriano, hab¨ªa nacido en 1918. De ra¨ªces libertarias a las que nunca renunciar¨ªa, su vida, vinculada al ejercicio de la docencia, se desarroll¨® entre Murcia, Salamanca y Madrid, de cuyas universidades fue catedr¨¢tico de Derecho Pol¨ªtico. Pasa por haber sido uno de los principales te¨®ricos del funcionalismo, corriente sociol¨®gica imperante en el mundo acad¨¦mico anglosaj¨®n a mediados de los a?os sesenta del siglo XX. Su pensamiento filtraba una potente formaci¨®n marxista y sus conocimientos abarcaban otros dominios del saber, desde el Derecho a la Historia, la Literatura, la Filosof¨ªa y la Sociolog¨ªa, por lo cual ha sido considerado como el m¨¢s culto de los ediles madrile?os y, sin duda, el de mayor estatura intelectual. "Protagoniz¨® una revoluci¨®n urbana sin precedentes en Madrid desde Carlos III", afirma Eduardo Mangada, concejal de Urbanismo en su gobierno.
Su rechazo a toda forma dictatorial, as¨ª como su militancia en un peque?o pero influyente grupo por ¨¦l fundado denominado, primero, Partido Socialista del Interior y posteriormente Partido Socialista Popular (PSP), atrajo hacia Tierno Galv¨¢n multas, procesos judiciales y encarcelamiento por su oposici¨®n al r¨¦gimen franquista.
Contra el franquismo combati¨® Tierno Galv¨¢n con denuedo mediante su testimonio presencial en numerosas protestas acad¨¦micas pac¨ªficas y con la palabra, enunciada y escrita, en enjundiosos art¨ªculos, manifiestos y conferencias. Laico y librepensador militante, bien que extremadamente respetuoso con todas las confesiones religiosas -recibi¨® al papa Juan Pablo II con un discurso en impecable lat¨ªn-, Tierno fue considerado, incluso por sus adversarios, que los tuvo, como personalidad de elevada coherencia ideol¨®gica. Cort¨¦s, educado y formal en los gestos, atesoraba un acentuado sentido del humor signado por la m¨¢s erudita de las retrancas.
Conoci¨® el exilio acad¨¦mico tras ser desprovisto de su c¨¢tedra por coprotagonizar una protesta estudiantil en 1965 junto a los profesores Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo, Jos¨¦ Luis L¨®pez Aranguren y Jos¨¦ Montero D¨ªaz. March¨® a Puerto Rico donde imparti¨® clases y cursos. En Princeton, Estados Unidos, fue distinguido con un doctorado honoris causa. En Madrid, Tierno Galv¨¢n se hab¨ªa visto obligado a preparar -incluso en su propia casa del barrio de Arg¨¹elles, donde residir¨ªa hasta su muerte- a numerosos aspirantes al ingreso en la carrera diplom¨¢tica. "Ello contribuy¨® a ampliar su visi¨®n internacional, se?aladamente europe¨ªsta e iberoamericana", explica Enrique Moral Sandoval, teniente de alcalde y responsable de Cultura durante sus dos mandatos, "que aplicar¨ªa con desenvoltura durante su gobierno, en el que se propondr¨ªa como objetivo la salida de Madrid al mundo exterior, de donde el franquismo lo hab¨ªa erradicado".
En el preludio de la transici¨®n sobrevenida a la muerte del dictador, Tierno desempe?¨® un papel pol¨ªtico de considerable entidad, por su presencia activa -y la de su m¨¢s cercano colaborador, el catedr¨¢tico y embajador Ra¨²l Morodo- en las conversaciones y negociaciones que la precedieron, al asociarse a la Junta Democr¨¢tica, al frente de su partido. El PSP acabar¨ªa por integrarse en el Partido Socialista Obrero Espa?ol. Algunos de los dirigentes de esta formaci¨®n pol¨ªtica le contemplaban como a un rival ideol¨®gico y pol¨ªtico. Al l¨ªder socialista Alfonso Guerra se atribuye aquel calificativo "viborilla con cataratas" aplicado a Tierno, rechazo al que ¨¦l correspond¨ªa con jocoso aparato ir¨®nico. El PSOE le asign¨® la candidatura a la alcald¨ªa en las municipales de 1979, concebida como una eventual v¨ªa muerta donde refrenarle de sus evidentes aspiraciones pol¨ªticas. Sin embargo, el rotundo peso carism¨¢tico adquirido por Tierno Galv¨¢n durante sus dos mandatos le granje¨® un ascendiente pol¨ªtico que, seg¨²n sus principales colaboradores, dif¨ªcilmente lo hubiera conseguido de haber ce?ido su trayectoria a la vida partidaria. "La alcald¨ªa se ajust¨® como un guante a su personalidad pol¨ªtica, que supo adaptar a tal cometido de manera espl¨¦ndida", explica Enrique Moral.
Tierno Galv¨¢n accedi¨® a la alcald¨ªa de Madrid en 1979, en las primeras elecciones municipales democr¨¢ticas celebradas en la ciudad tras el franquismo. Madrid fue gobernado por 23 concejales socialistas y nueve comunistas. "Nunca discrimin¨® al PCE de las decisiones", admite el arquitecto Eduardo Mangada, entonces concejal de Urbanismo y portavoz comunista tras la portavoc¨ªa de Ram¨®n Tamames entre 1979 y 1981. La idea central de los dos mandatos del Viejo Profesor -as¨ª bautizado por Ra¨²l Morodo- fue, seg¨²n Enrique Moral, "la recuperaci¨®n de la identidad de Madrid para los madrile?os, hasta entonces desprovistos de sentimiento alguno de pertenencia". Para Eduardo Mangada, "el discurso franquista hab¨ªa convertido a los alcaldes en meros agentes gubernamentales a espaldas de la sociedad civil", apunta el urbanista.
"Otro de sus rasgos principales", a?ade Eduardo Mangada, "fue que jam¨¢s abdic¨® de su condici¨®n de intelectual y siempre se esforz¨® por hacer comprensible -sin banalizarlo- su lenguaje erudito, que empleaba con sorna, sarcasmo o barroquismo, seg¨²n la ocasi¨®n". Empero, "mostraba un exquisito respeto hacia toda persona que se le aproximara -a todos trataba siempre de usted- y sus cr¨ªticas se dirig¨ªan a enunciados, no eran nunca de cu?o personal", subraya Enrique Moral.
"Su gracejo adquiri¨® ribetes geniales, como mostr¨® en una recepci¨®n de ediles mexicanos", cuenta el economista Ram¨®n Tamames, primer teniente de alcalde, alcalde en funciones y portavoz del cogobernante PCE entre 1979 y 1981. "Para explicar las razones de su recepci¨®n y asistencia a una reuni¨®n con ellos, cit¨® al general revolucionario Pancho Villa y, con acento t¨ªpicamente mexicano, les dijo: 'Vengo a verlos a ustedes, no m¨¢s, por el gusto mero de platicar con compadres'. Su cita levant¨® v¨ªtores", a?ade Tamames.
El Viejo Profesor vest¨ªa siempre trajes de sastre cruzados, luc¨ªa corbata y, como revela en su libro Atando cabos su m¨¢s estrecho colaborador durante 25 a?os Ra¨²l Morodo, "gustaba de aparentar m¨¢s edad de la que realmente ten¨ªa", escribe, lo cual era interpretado como un rasgo de coqueter¨ªa. Ocasionalmente proclive a trasegar alg¨²n gin-tonic, su apariencia y actitudes profesorales no le impidieron disfrutar de una alegr¨ªa de vivir que expresaba con jocosas humoradas.
Cuando realmente conquist¨® los corazones y el ¨¢nimo de los madrile?os, seg¨²n numerosos testimonios, fue al presidir la cabecera de la manifestaci¨®n contra los golpistas del 23-F de 1981, a la que acudi¨® escoltado por maceros municipales ataviados a la usanza bajomedieval y provistos de mazas. All¨ª naci¨® una suerte de romance entre los madrile?os amantes de las libertades y su alcalde, que Tierno ensanchar¨ªa en su trato con los j¨®venes, a los que invitar¨ªa desde un escenario de m¨²sica a "colocarse y al loro". Aquella heterodoxa frase, que le fue sugerida por un colaborador, desat¨® oleadas de afecto juvenil, as¨ª como el rechazo de la derecha. En otra ocasi¨®n, inaugur¨® en el barrio de La Estrella un pasaje dedicado al m¨²sico John Lennon, integrante de The Beatles; pero su erudici¨®n le jug¨® una mala pasada: ante las c¨¢maras de televisi¨®n, Tierno lo defini¨® con el apellido del reformador protestante Lennox.
Enrique Tierno estuvo casado con Encarnita P¨¦rez, mujer de gran discreci¨®n y afable trato, amante del ciclismo e int¨¦rprete de flauta. Con su esposo comparti¨® devoci¨®n mutua. No mostraron ostentaci¨®n alguna y su vida fue la de una familia de clase media e ingresos moderados. Tuvieron un hijo, Enrique y una hija que muri¨® en la infancia.
"Tierno conceb¨ªa la ciudadan¨ªa como un atributo digno de ser ejercido y gozado mediante la participaci¨®n pol¨ªtica democr¨¢tica de los moradores de la ciudad", confiesa Juan Barranco, alcalde de Madrid a la muerte del Viejo Profesor, al que permaneci¨® siempre muy unido. "No tema, Juan, me dijo poco antes de su muerte", cuenta Barranco "Usted lo har¨¢ muy bien". Pocos d¨ªas antes de su ingreso en una cl¨ªnica de la calle de Juan Bravo, donde ser¨ªa tratado hasta su fallecimiento, el alcalde Tierno Galv¨¢n hab¨ªa llamado a sus colaboradores cercanos para despedirse de ellos.
Su entierro fue, sin duda, uno de los acontecimientos m¨¢s importantes de la historia civil de la ciudad. Su ata¨²d fue depositado sobre el arm¨®n de una carroza ornamentada a la federica, con caballos enjaezados de plumeros negros, que recorri¨® la ciudad desde la Casa de la Villa, sede del gobierno municipal, hasta el cementerio del Este. M¨¢s de un mill¨®n de personas de toda condici¨®n salieron a la calle en una jornada invernal para despedir al Viejo Profesor.
Prueba del impacto causado por su sepelio es un testimonio que brinda el ex alcalde Juan Barranco. "Un hijo de un amigo m¨ªo, hoy periodista, ten¨ªa 12 a?os cuando muri¨® Tierno Galv¨¢n. Aquel d¨ªa confes¨® a su padre que se escap¨® del cole para presenciar el entierro".
JUAN BARRANCO "Impregn¨® Madrid de su personalidad"
"Impregn¨® toda la vida de la ciudad con su personalidad". As¨ª define a Tierno Galv¨¢n Juan Barranco, primer teniente de alcalde en el segundo mandato y alcalde sucesor suyo. "Logr¨® devolver el Ayuntamiento a los madrile?os", a?ade. "Hasta el 85% de los equipamientos culturales y deportivos con los que hoy Madrid cuenta se hicieron en los 10 a?os de gesti¨®n municipal de la izquierda". Las ideas-fuerza que aplic¨® fueron "reequilibrar norte y sur madrile?os y aleccionar la participaci¨®n ciudadana".
ENRIQUE MORAL "Conquist¨® la calle para la cultura"
"Consigui¨® que el madrile?o se identificase con Madrid seg¨²n el criterio meridional que asegura que la ciudad se vive en la calle", se?ala Enrique Moral, teniente de alcalde y responsable de la Cultura bajo el mandato de Enrique Tierno. "En una etapa donde arreciaron los fantasmas del terrorismo y la delincuencia, ¨¦l logr¨® frenar el repliegue de las gentes a sus casas y conquist¨® las calles para la cultura y el arte". Su mensaje c¨ªvico fue: "hay que comportarse de igual modo en el hogar y en la calle".
RAM?N TAMAMES "Supo comunicar e improvisar"
"Tierno supo esgrimir su gran capacidad de comunicar e improvisar", afirma el economista Ram¨®n Tamames, vicealcalde en el primer mandato del viejo profesor. "Convirti¨® Mercamadrid en el primer polo comercial de Europa". "Gracias a ¨¦l y a la autonom¨ªa que nos dio a los concejales logr¨® que Ifema despegara". "Aplic¨® un estupendo Plan de Saneamiento Integral, para depurar el agua que antes se vert¨ªa al r¨ªo sin tratar". "A oferta m¨ªa, reforest¨® la M-30 y logr¨® el primer parque urbano de Espa?a".
EDUARDO MANGADA "Su lema: viviendas m¨¢s democracia"
"Tierno detuvo el plan franquista de 1963, que expulsaba de Madrid la industria generadora de riqueza y persegu¨ªa transformar las f¨¢bricas en solares", resalta el arquitecto Eduardo Mangada, concejal de Urbanismo y responsable del planeamiento bajo el mandato de Tierno Galv¨¢n. "?l convirti¨® el plan en un instrumento de gobierno, m¨¢s que mero esquema ordenador". "Su lema habr¨ªa sido Viviendas m¨¢s democracia". "Tuvimos la suerte de tener una oposici¨®n (UCD) encomiable".
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