¡°El primer partido pol¨ªtico de M¨¦xico es el antipriismo¡±
Un grupo de intelectuales reacciona desde la FIL al destape de Jos¨¦ Antonio Meade como precandidato priista a la presidencia de M¨¦xico
El PRI desenroll¨® la alfombra y cumpli¨® este lunes con su ritual. El presidente mexicano Enrique Pe?a Nieto acept¨® la renuncia del secretario de Hacienda, Jos¨¦ Antonio Meade, que acto seguido confirm¨® su aspiraci¨®n a las presidenciales de 2018 en nombre del partido en el Gobierno. El destapado, el elegido, el ungido por el dedazo, como se conoce a una tradici¨®n que se remonta a los casi 80 a?os de hegemon¨ªa priista, irrumpi¨® tambi¨¦n en el debate de la gran cita cultural, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde novelistas e intelectuales salieron al paso de la noticia.
Jaime Labastida es director de la editorial Siglo XXI y hermano del primer candidato presidencial del PRI que perdi¨® una elecci¨®n. "Lo que ha sucedido es totalmente l¨®gico. Hay que enviar se?ales para que los mercados se calmen, que hay estabilidad financiera y macroecon¨®mica". Pese a que no se trata de un nombramiento oficial ni la candidatura es a¨²n definitiva ¨Cel plazo para que se registren otros candidatos presidenciales dentro del partido est¨¢ abierto hasta el pr¨®ximo lunes¨C siempre en la historia del PRI el nombre que lit¨²rgicamente elige el presidente ha acabado como candidato.
¡°Era una gran obviedad. Sigue la triada perfecta que se ha repetido en la historia de M¨¦xico: el iluso (el secretario de gobernaci¨®n, Osorio Chong), el desacreditado, (Enrique Pe?a Nieto), y el tapado (Meade). Se cumplen todos los patrones: llevan dos a?os cuidando y puliendo al tapado para que aparezca como el m¨¢s inteligente del gabinete¡±, opina la periodista Lydia Cacho. Desde los a?os de hierro, la puesta en escena de la sucesi¨®n ha calado en el imaginario mexicano a trav¨¦s incluso de la publicidad. ¡°El tapado fuma Elegantes¡±, dec¨ªa un anuncio de 1957 dibujado por el caricaturista Abel Quezada.
Me parece un hombre ¨ªntegro y eso es lo que M¨¦xico necesita Elmer Mendoza, novelista
Al novelista y poeta Juli¨¢n Herbert, el acto de este a?o le ha perecido ¡°de lo m¨¢s desangelado. Es significativo que algo as¨ª haya sucedido sin drama y sin ninguna tensi¨®n narrativa. El PRI tiene el control de la ingenier¨ªa electoral pero ha perdido el control del relato. No ha sido interesante y no tiene ning¨²n inter¨¦s para la gente. Es otra forma de destrucci¨®n para este pa¨ªs¡±.
¡°El elemento m¨¢s singular del destape es la neoliberaci¨®n de la tradici¨®n. El triunfo del managment neoliberal sobre la pol¨ªtica, en el sentido de que tenemos al primer candidato no priista que transita de administraciones, que transita de partidos y, por supuesto, de una educaci¨®n netamente tecnocr¨¢tica¡±, apunta Luciano Concheiro, fil¨®sofo y ensayista publicado por Anagrama. La elecci¨®n de Meade es excepcional sobre todo porque ser¨¢ la primera vez que el candidato del PRI no es miembro del partido. Adem¨¢s, el economista doctorado por Yale, ha ocupado carteras en gobierno de diferente color. Energ¨ªa y Hacienda con el PAN de Felipe Calder¨®n; Exteriores, Desarrollo Social y vuelta a Hacienda en el mismo ejecutivo de Pe?a Nieto.
¡°Su mayor virtud como candidato es que no es priista en un pa¨ªs donde el primer partido es el antipriismo¡±, se?ala el novelista y periodista Jorge Zepeda. Con Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (AMLO) en la cima de las encuestas, ¡°Meade es el ¨²nico que puede jalar el voto no priista, el voto ¨²til, por ejemplo del electorado cl¨¢sico del PAN que en ausencia de un candidato propio fuerte optar¨ªa por Mead para evitar la elecci¨®n de AMLO¡±.
El escritor norte?o de novela negra Elmer Mendoza lo conoci¨® personalmente por un amigo com¨²n. ¡°Vi mucha claridad, me pareci¨® un hombre ¨ªntegro y eso es lo que M¨¦xico necesita. Yo no soy un hombre de partidos sino de candidatos y Meade es mi candidato, creo que tiene una concepci¨®n del pa¨ªs diferente y sobre todo puede allegarse de los hombre y mujeres necesarios para hacer un gobierno memorable¡±.
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