Entre egos y enredos
En general y a lo largo de los a?os, el balance de los bandos que se encuentran en la FIL ha sido respetuoso y pac¨ªfico, pero no deja de ser una danza delicada
En un pasillo de la inmensa FIL comenta un autor joven con ¨ªnfulas de una grandeza imaginada que va con prisa y desgana a presentar un libro de una escritora que en el fondo le da pereza, cuyos p¨¢rrafos son tan malos que ¨Cseg¨²n ¨¦l¨C?no permiten leer m¨¢s de 20 p¨¢ginas y que, por ende, tendr¨¢ que fingir admiraci¨®n y gratitud, alabanzas y admiraci¨®n. Tres horas despu¨¦s, me topo con la autora en cuesti¨®n que me dice estar asqueada por la p¨¦sima presentaci¨®n de su libro donde el joven autor con ¨ªnfulas de grandeza imaginaria no supo reconocer la vera grandeza de su prosa e imaginaci¨®n ilimitadas por tratarse de un ¡°analfabeta funcional¡±, tonto y engre¨ªdo ¨Cseg¨²n ella¨C que no tendr¨ªa por qu¨¦ andar suelto entre los pasillos de la FIL.
En general y a lo largo de los a?os, el balance de los bandos que se encuentran en la FIL ha sido respetuoso y pac¨ªfico, pero no deja de ser una danza delicada de Egos revueltos (como t¨ªtulo de un libro de Juan Cruz) y una hoguera en medio de las llamas del llano de las vanidades. Es una semana que lleva ya tres d¨¦cadas como balance anual de las literaturas con e?e, pero tambi¨¦n un escaparate donde no pocos autores aprovechan el desenfreno de las noches que se alargan y la sobredosis de espaldarazos como placebo contra la profunda depresi¨®n de sus propias ventas, la desaparici¨®n de los ejemplares caducos y la nula traducci¨®n de algunos t¨ªtulos a otras lenguas. Es la semana de la gloria para algunos y el rinc¨®n del olvido para quienes ya no pueden mostrar sus sonrisas habiendo ca¨ªdo en el desprecio o la denostaci¨®n por fechor¨ªas que van desde el plagio descarado, la contrataci¨®n de autores fantasmas (antiguamente llamados negros) o bien el abuso sexual a la Harvey Weinstein que est¨¢ a punto de salir del armario de las amnesias en el mundillo literario.
Con todo, la FIL es una semana ritual donde comparecen los fantasmas de los escritores de otros siglos y de las pasadas d¨¦cadas en la constante renovaci¨®n de sus respectivos lectorios y tambi¨¦n la semana donde debutan los poetas j¨®venes, los cronistas reci¨¦n publicados y los ensayistas del futuro. A trav¨¦s del espejo, los pasillos se pueblan de lectores de la vieja guardia, fieles suscriptores de los g¨¦neros cl¨¢sicos y nov¨ªsimos fan¨¢ticos booktubers de toda la psicod¨¦lica literatura gr¨¢fica; por all¨¢ vienen los adolescentes que ya se graduaron de las novelas de vampiros enamorados y los j¨®venes que apenas acaban de ingresar en la honorable academia para magos con tatuajes en la frente y por aqu¨ª, se asoma la legi¨®n de los ni?os por cientos y luego millares que inician su vida en libros con ejemplares de inmensas letras en colores y dibujos variados¡ aunque escuchen por el pasillo de al lado las quejas de los autores que sin poderse llevar bien, se abrazan mal para que la fiesta siga en paz.
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