Confesiones de una se?ora mayor

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Se?oras mayores que van al cine

?lex de la Iglesia: ¡°Eso de que el cine es una cosa proyectada se lo dejo a se?oras mayores¡±

El demonio en el m¨®vil

Me llamo ?lex de la Iglesia y soy una se?ora mayor de 52 a?os. Hace un par de d¨ªas, tras diez horas de entrevistas, met¨ª la pata lamentablemente, y mi querida y admirada Elvira Lindo me lo record¨® dej¨¢ndome a la altura del bet¨²n, que es donde me merezco estar unos cuantos d¨ªas. Le ped¨ª perd¨®n por Twitter, a ella y a todas las se?oras de este mundo. Y es muy triste, porque si hay alguien a quien amo profundamente es a las se?oras mayores. Desde mi madre, de 94 a?os, que quiere que estrene pel¨ªculas para verme por la tele, porque no tengo tiempo de subir a Bilbao a verla, hasta mi adorada Terele [P¨¢vez] que falleci¨® poco despu¨¦s del estreno de El bar. Ella se hubiera re¨ªdo mucho, y de hecho, lo estar¨¢ haciendo all¨¢ arriba con Sancho [Gracia], otro se?or mayor al que quer¨ªa con todo mi coraz¨®n, por mi torpeza a la hora de explicarme.

?Pero si t¨² eres una se?ora mayor! Me recordaba un amigo periodista. Claro, entonces entend¨ª todo. La gente no sabe que yo me califico a m¨ª mismo como ¡°se?ora mayor¡± habitualmente, un calificativo que, obviamente, Elvira Lindo ni nadie que leyera esa entrevista pod¨ªa conocer. De hecho, mi perfil de Blogger es una foto de Angela Lansbury, y mi nombre, La se?ora mayor. Carlos Areces es muy se?ora, y as¨ª nos llam¨¢bamos mutuamente mientras rod¨¢bamos Balada triste de trompeta, y si segu¨ªs el Twitter de Antonio de la Torre, encontrar¨¦is muchos en los que me llama ¡°se?ora¡±.

Ser una se?ora es maravilloso, porque nadie sabe como ellas ver las cosas con distancia, con tranquilidad, y con una comprensi¨®n que las hace ¨²nicas. Ser ¡°se?ora mayor¡± no es cuesti¨®n de edad, es una actitud. Ninguna se?ora mayor deber¨ªa enfadarse m¨¢s de lo debido conmigo (s¨ª un poquito, por decir tonter¨ªas), porque ellas entienden perfectamente qu¨¦ es lo importante y qu¨¦ no, d¨®nde se encuentran los problemas que nos agobian y que alimentan este estado crispado de opini¨®n en el que parece que todo es objeto de ofensa y cr¨ªtica. Elvira me ha perdonado. Gracias, Elvira. Lo bueno de todo esto es que mi metedura de pata te inspir¨® para escribir un art¨ªculo muy hermoso.

Tambi¨¦n es muy triste que no supiera explicar, en mi torpeza, lo que realmente quer¨ªa decir, que es muy distinto de lo que destacan los titulares. Quer¨ªa decir que, dentro del mismo cine, hay una corriente de opini¨®n que rechaza las nuevas ventanas de exhibici¨®n frente a lo que supone la cl¨¢sica proyecci¨®n en una pantalla, y eso me parece un paso atr¨¢s. Creo que todos los formatos, salas, televisi¨®n y plataformas digitales pueden convivir en paz sin entorpecerse unos a otros. Esto no tiene nada que ver con lo que creo que se me entendi¨®. Culpa m¨ªa. Por eso tambi¨¦n debo dejar claro, aunque se me antoja obvio, que amo profundamente los cines. C¨®mo no, pasando la vida entera en ellos, desde que ten¨ªa cuatro a?os hasta ahora, proyectando mis pel¨ªculas. Nadie vive con m¨¢s pasi¨®n el momento m¨¢gico en que se apaga la luz y comienza la pel¨ªcula, rodeado de gente, pero ahora hay nuevas ventanas de exhibici¨®n y son tan leg¨ªtimas como la original.

Mucha gente no puede ir al cine, porque directamente no hay cines en su ciudad. Mucha gente joven (espero que este t¨¦rmino no genere pol¨¦mica) no puede pagar la entrada de todas las pel¨ªculas que le gustar¨ªa ver, y espera a encontrarlas en las nuevas plataformas digitales. Adem¨¢s, y esto es lo m¨¢s importante, esas nuevas plataformas est¨¢n haciendo crecer la industria audiovisual de este pa¨ªs, produciendo m¨¢s pel¨ªculas y series de televisi¨®n. La calidad de las obras no se resiente por eso, todo lo contrario, crece la oferta y la demanda, fortaleciendo a las productoras y aumentando la calidad de los proyectos. Prefiero el vinilo al MP3, pero debemos ser sensatos y reconocer que los dos sirven para escuchar m¨²sica.

Gracias Elvira, porque con tu art¨ªculo me has dado la oportunidad de explicarme.