Una amistad en el infierno
'J¡¯attendrai', del dramaturgo Jos¨¦ Ram¨®n Fern¨¢ndez, es una gran obra, ferozmente hermosa
Tuve que interrumpir varias veces la lectura de J¡¯attendrai para secarme los ojos. Gran obra, ferozmente hermosa. Jos¨¦ Ram¨®n Fern¨¢ndez la ha llevado muchos a?os en su cabeza. Los relatos brotan cuando el coraz¨®n est¨¢ dispuesto. Lejanas voces familiares (su t¨ªo Miguel Barber¨¢n, preso de los nazis) y la lectura de las memorias de Jorge Sempr¨²n se juntaron para dispararle la necesidad de escribir. J¡¯attendrai, publicada por Alupa Editorial, cuenta un caleidoscopio de historias. Aqu¨ª solo puedo dibujar la punta del volc¨¢n. Hay una historia de amistad y una historia de amor, unidas por la canci¨®n de Rina Ketty que da t¨ªtulo a la obra. Dos tiempos: el presente y un pasado que no deja de volver. Un anciano llega a la casa donde vivi¨® una muchacha que cuando sonre¨ªa, iluminaba el mundo. Esa muchacha era el amor de su compa?ero, que muri¨® una ma?ana de 1944 en el campo de concentraci¨®n de Mauthausen. Ella se llamaba Patricia. El viejo, Pepe el Gafas, era un prisionero espa?ol que protegi¨® a un joven de la resistencia francesa llamado Claude el P¨¢jaro.
La carta de Patricia (que comienza ¡°Cuando vuelvas ser¨¢ por la tarde y daremos un paseo¡±) es uno de los pasajes m¨¢s conmovedores que he le¨ªdo. Y me parti¨® el alma la rememoraci¨®n que Pepe el Gafas entrega (porque realmente es una entrega tard¨ªa y metaf¨®rica) a Claire, la due?a del hotel. Jos¨¦ Sacrist¨¢n interpret¨® el rol de su tocayo en la lectura dramatizada de la SGAE, el pasado 7 de noviembre: me ser¨¢ muy dif¨ªcil imaginar al personaje con otra voz, otro cuerpo, otra mirada. Le acompa?aron Amparo Pascual, Borja Luna, Ra¨²l Prados y Clara Berzosa. Fern¨¢ndez me dice: ¡°Sacrist¨¢n tiene algo prodigioso: mantiene la ilusi¨®n de sus primeros tiempos, m¨¢s toda su sabidur¨ªa y una capacidad especial para conseguir que la gente le quiera. Despu¨¦s de los ensayos se vino a casa para seguir hablando de la obra y dar ideas: por pura pasi¨®n. Una buena raz¨®n para dar gracias a la vida por este oficio es haber conocido a este tipo¡±.
La funci¨®n se estren¨® en La Rochelle (Francia), en el Th¨¦?tre Toujours ¨¤ l¡¯Horizon el a?o pasado, dirigida por Claudie Landy. De los cinco personajes imaginados por Fern¨¢ndez, dos vuelven de entre los muertos: ¡°Existiremos¡±, dicen, ¡°mientras alguien nos recuerde¡±. En el ¨²ltimo tercio, el narrador a?ade: ¡°A la historia se la come el polvo. A la literatura, a veces, no. Si la obra que escribo vale la pena, ser¨¢ le¨ªda cuando yo ya est¨¦ muerto, cuando los hijos de aquellos espa?oles de Mauthausen sean ancianos o hayan dejado de existir¡±.
Tengo muchas ganas de que J¡¯attendrai se vea pronto en nuestros escenarios (y en los de medio mundo), porque estoy convencido de que llegar¨¢ al coraz¨®n de mucha gente. Tambi¨¦n puede ser una formidable pel¨ªcula o serie televisiva. Es dif¨ªcil decir algo nuevo, con sentimientos intensos y vibrantes, sobre la memoria de los campos de concentraci¨®n. Y sobre el amor sobrevivido, iluminando la noche, atravesando la niebla.
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