Muere Luis Loayza, uno de los escritores m¨¢s discretos y refinados de habla hispana
El escritor cre¨® junto a Abelardo Oquendo y Mario Vargas Llosa la revista 'Literatura'
Con la muerte de Luis Loayza, la literatura iberoamericana pierde a uno de sus prosistas m¨¢s elegantes e inteligentes. Narrador, traductor y ensayista de raro talento, Loayza naci¨® en Lima (Per¨²) en 1934 y muri¨® en Par¨ªs, este lunes 12 de marzo de 2018, a los 83 a?os, v¨ªctima de una complicaci¨®n hep¨¢tica.
La andadura literaria de Loayza comenz¨® a fines de los a?os cincuenta, en la ciudad donde naci¨®, cuando, junto con sus dos grandes amigos de juventud ¡ªel cr¨ªtico literario Abelardo Oquendo y el futuro Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa¡ª, editaron la revista Literatura. Siguiendo a Vargas Llosa, Loayza viajar¨ªa a Par¨ªs en 1959 y solo volver¨ªa espor¨¢dicamente a su pa¨ªs. Trabajar¨ªa como int¨¦rprete en organismos internacionales, primero en Nueva York y luego en Ginebra. Tradujo a Thomas de Quincey, Nathaniel Hawthorne, Robert Louis Stevenson o Arthur Machen.
"El Per¨² sufre la enorme p¨¦rdida de uno de sus escritores m¨¢s finos y l¨²cidos, pero tambi¨¦n m¨¢s rec¨®nditos", asegura el novelista Jorge Eduardo Benavides. Coincide con ¨¦l Alejandro Neyra, ministro de Cultura peruano y gran estudioso de la obra de Loayza: "Tuvo la prosa m¨¢s exquisita en una generaci¨®n especialmente brillante, como la del 50 en el Per¨². Sus cuentos breves pero sobre todo sus ensayos, eruditos a la vez que curiosos, tienen un estilo ¨²nico, entre lo peruano y lo universal, que lo sit¨²an sin duda entre las voces m¨¢s importantes de Hispanoam¨¦rica".
"Luis Loayza es un autor del linaje de Juan Rulfo", explica el escritor Fernando Ampuero. "Escribi¨® muy poco, pero de lo poco que entreg¨® a la imprenta sus lectores nos hemos pasado la vida comentando su gran talento y su prosa elegante. De sus cinco libros publicados, que no eran f¨¢ciles de encontrar en librer¨ªas, yo me quedo con los cuentos de Otras tardes (1985) y los ensayos de El sol de Lima (1974)". Tambi¨¦n destacan Sobre el 900 (1990), la novela Una piel de serpiente (1964) y El avaro y otros textos (1974).
A Loayza lo preced¨ªa el mito. Se dec¨ªa que lo hab¨ªa le¨ªdo todo, que su erudici¨®n era de una profundidad y amplitud abrumadora. Cuenta el escritor Alonso Cueto: "La primera vez que estuve con Loayza fue en Lima, a inicios de los a?os setenta. Recuerdo haber caminado con ¨¦l durante horas una ma?ana de s¨¢bado. Yo lo escuchaba hablar de libros y autores. El ingenio, la gracia, la variedad de temas, sus chistes y bromas, su erudici¨®n, los personajes peruanos que evocaba, sus comentarios sobre Machen, De Quincey o Henry James (a quien conoc¨ªa a la perfecci¨®n), est¨¢n entre los recuerdos m¨¢s valiosos que tengo".
Como rememoraba hace poco Miguel Saenz en estas mismas p¨¢ginas, la otra gran afici¨®n de Loayza era el ajedrez. Esta provoc¨® otra leyenda, que dec¨ªa que alguna vez hab¨ªa derrotado al gran maestro y campe¨®n mundial Bobby Fischer. Resulta que esta leyenda era rigurosamente cierta: el 21 de mayo de 1965, Luis Loayza le gan¨® a Fischer, que encaraba 26 partidas simult¨¢neas en Nueva York. Cuenta Saenz que dejar¨ªa de jugarlo en 1986, luego de participar en un torneo donde "la mayor¨ªa de los participantes pod¨ªan ser mis hijos y ten¨ªan una memoria, una concentraci¨®n y un killer-instinct que yo no he tenido nunca".
El proverbial retraimiento del escritor produjo un tercer mito, quiz¨¢ el m¨¢s arraigado: que Luis Loayza era una invenci¨®n, el producto de uno de esos juegos borgianos que entremet¨ªan la ficci¨®n dentro del mundo real. Como recuerda Fernando Ampuero: "No daba entrevistas, no le interesaba el mundillo literario. Le interesaban solo los buenos libros, que le¨ªa vorazmente y que a veces traduc¨ªa. Muchos j¨®venes, en una ¨¦poca, pensaban que era un fantasma inventado por Mario Vargas Llosa y Abelardo Oquendo. Pero no, les dec¨ªa, es alguien real. Yo lo hab¨ªa conocido en una cena de escritores que diera el cr¨ªtico Julio Ortega har¨¢ ya cinco d¨¦cadas. Ten¨ªa entonces 18 a?os y estaba en calidad de oyente. ?l parec¨ªa competir conmigo: tampoco habl¨® nada".
En una columna Piedra de toque que dedic¨® a la reimpresi¨®n de sus ensayos, Vargas Llosa escribi¨®: "Loayza es uno de los grandes prosistas de nuestra lengua y estoy seguro de que tarde o temprano ser¨¢ reconocido como tal. Ya lo era cuando yo lo conoc¨ª, en la Lima de los a?os cincuenta. Lector voraz, desde?oso de la feria y la pompa literaria, ha escrito solo por placer, sin importarle si ser¨¢ le¨ªdo, pero, acaso por eso mismo, todo lo que ha escrito exhala un vaho de verdad y de autenticidad que engancha al lector desde las primeras frases y lo seduce y tiene magnetizado hasta el final".
La casualidad quiso que hace solo unos meses se reeditaran los relatos de Otras tardes (Pretextos, 2017). Nunca es tarde para que el vaticinio se cumpla y este grand¨ªsimo y original escritor "que escrib¨ªa por escribir, no para publicar" obtenga esa notoriedad que le fue esquiva por decisi¨®n propia.
Babelia
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