Aproximaciones al acto de ver con los propios ojos
Te¨®rico del cine de vanguardia, fund¨® con Jonas Mekas los m¨ªticos Anthology Film Archives. P. Adams Sitney repasa sus vivencias en el 'underground' neoyorquino
Los Anthology Film Archives de Nueva York dieron un nombre curioso a su primera sede: Invisible Cinema. La sala estaba dise?ada para obtener las que sus fundadores consideraban las condiciones id¨®neas de proyecci¨®n. Severamente pintada de negro, la oscuridad m¨¢s completa solo quedaba alterada por la pantalla blanca y las inevitables luces de emergencia. Sus 90 butacas, tambi¨¦n negras, ten¨ªan respaldos altos y una especie de orejeras que preservaban de nucas y antebrazos intrusos. Cada espectador ocupaba un cub¨ªculo, dando un nuevo sentido a la peculiar forma de soledad promiscua que caracteriza a¨²n hoy a los espect¨¢culos cinematogr¨¢ficos. Los m¨¢s asiduos experimentaban sensaciones de flotaci¨®n, onirismo y profundo ensimismamiento. Y tal vez estas no se deb¨ªan solo al contenido iconoclasta de la programaci¨®n.
P. Adams Sitney (New Haven, Connecticut, 1944), profesor de la Universidad de Princeton, es una de las personas que m¨¢s tiempo ha pasado arrellanado en esas oscuras m¨®nadas. Creador en 1970 de la instituci¨®n junto a Jonas Mekas, a¨²n en activo a los 95 a?os, Stan Brakhage, Peter Kubelka y Jerome Hill, es hoy reconocido como el principal historiador del cine de vanguardia norteamericano. Sus libros van del cl¨¢sico Visionary Film: The American Avant Garde 1943-2000 (1974, ¨²ltima edici¨®n de 2002) al m¨¢s reciente Eyes Upside Down: Visionary Filmmakers and the Heritage of Emerson (2008). Sitney est¨¢ en Madrid para impartir dos conferencias (la segunda, el lunes 19) y un seminario en el Museo Reina Sof¨ªa. Antes ha pasado por el Festival Punto de Vista de Navarra y por la El¨ªas Querejeta Zinema Eskola de San Sebasti¨¢n.
¡°Mi primer viaje para presentar pel¨ªculas en Europa fue en 1964. Encontr¨¦ una enorme hostilidad, sobre todo en Par¨ªs. Henri Langlois, director de la Cin¨¦math¨¨que Fran?aise, subi¨® al escenario y pidi¨® disculpas por haberme invitado. Fue horroroso. Con los a?os la cosa mejor¨®. En Espa?a solo hab¨ªa estado una vez, en 1968. Me dijeron que la Guardia Civil ten¨ªa que revisar las pel¨ªculas. Prohibieron todas aquellas en las que aparec¨ªan pezones, fueran masculinos o femeninos. Creo que llegaron a repasar una de Brakhage que duraba cinco horas. Desde hace unos a?os oigo que Espa?a es uno de los lugares en los que m¨¢s inter¨¦s hay por el cine de vanguardia¡, ?sabe usted algo de eso?¡±.
La conferencia del Reina Sof¨ªa est¨¢ planteada como una revisi¨®n del cine norteamericano de vanguardia en la segunda mitad del siglo XX. El museo contin¨²a as¨ª la productiva l¨ªnea did¨¢ctica que hace unos meses trajo a un viejo amigo de Sitney, Peter Kubelka, a impartir un taller en Madrid. Ambos fueron miembros del comit¨¦ de selecci¨®n de Essential Cinema, la colecci¨®n de 330 pel¨ªculas que desde mediados de los setenta proyectan anualmente en los Anthology, cuya sede permanece abierta en el East Village, a modo de historia permanente del cine. Las pel¨ªculas presentadas estos d¨ªas aqu¨ª son una especie de versi¨®n reducida de esos programas, y cumplen algo que estaba en el esp¨ªritu del proyecto original: la revisi¨®n y apertura peri¨®dica del canon.
¡°At Land (Maya Deren, 1944) me parece hoy una de las pel¨ªculas fundadoras del cine norteamericano de vanguardia¡±, contin¨²a Sitney sentado en un aula del museo. ¡°Se trata de un autorretrato. La cineasta estaba delante y detr¨¢s de la c¨¢mara, y su pel¨ªcula hizo porosos ambos espacios al reconocer que, en cine, cualquier forma de continuidad ¡ªtambi¨¦n la que se puede dar entre actriz y cineasta¡ª no es m¨¢s que un constructo que tiene m¨¢s que ver con la vida so?ada que con la vida real¡±.
Esta intuici¨®n primordial de Deren la llevar¨ªa a sus ¨²ltimas consecuencias Stan Brakhage. ¡°Para ¨¦l solo hay un protagonista y es el cineasta. Lo que uno ve es lo que el cineasta ve, esa es en su opini¨®n la capacidad m¨¢s extraordinaria del cine: fijar la visi¨®n humana. Por supuesto que Brakhage era lo suficientemente sofisticado para entender que la visi¨®n es algo muy complejo, con objetos que reclaman nuestra atenci¨®n desde los bordes del campo visual, con enfoques y desenfoques, agitaci¨®n constante, capas sucesivas de est¨ªmulos¡ Intent¨® infatigablemente acercarse tanto como fuera posible a lo que lo que ¨¦l llamaba el acto de ver¡±.
Una de las aportaciones de Sitney ha sido la de acu?ar etiquetas gen¨¦ricas dentro de una tradici¨®n en la que estas tienden a ser vagas y mec¨¢nicas. A ¨¦l se debe uno de los latiguillos de mayor ¨¦xito de los ¨²ltimos a?os: pel¨ªcu?la estructural. ¡°Es un desastre que semejante t¨¦rmino haya prosperado. Hace mucho que intent¨¦ describir el fen¨®meno que hab¨ªa encontrado en algunas pel¨ªculas, sobre todo en las de Ernie Gehr, y ahora todo el mundo lo est¨¢ utilizando para referirse a cualquier cosa. Pero hay propuestas m¨ªas a las que nadie hace caso, por ejemplo, s¨¢tira menipea. Es un t¨¦rmino que viene de la filolog¨ªa cl¨¢sica y que me parece ¨²til para describir muchas de las pel¨ªculas que se suelen llamar posmodernas o incluso estructurales. Creo que muchas de las pel¨ªculas de James Benning, por ejemplo, son s¨¢tiras menipeas. Tambi¨¦n las de Yvonne Rainer¡±.
En el pr¨®logo de la edici¨®n m¨¢s reciente de Visionary Film, Sitney reconoce e intenta reparar la escasez de referencias a cineastas mujeres dentro de un manual que, por otra parte, empieza con un largo y fundamental cap¨ªtulo acerca de Maya Deren. ¡°Hubo una ruptura feminista a finales de los a?os setenta. Muchas mujeres, como Su Friedrich, tuvieron la inteligencia de darle la vuelta a las cosas. Aprend¨ªan cine en la universidad y all¨ª les ense?aban solo pel¨ªculas hechas por varones, de manera que produjeron mezclas. Supuso una innovaci¨®n tremenda. Para m¨ª, es lo m¨¢s importante que ha sucedido en nuestro campo desde finales de los a?os setenta¡±.
P. Adams Sitney. Visiones del cine experimental. Hasta el 19 de marzo en el Museo Reina Sof¨ªa de Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.