La orquesta taurina del ¡®Titanic¡¯ sigue sonando mientras el barco se hunde

Como buenos aficionados a la fiesta de los toros, son entendidos, cr¨ªticos, pacientes y fieles. Se les nota que llevan el veneno de la torer¨ªa en la sangre, pero tambi¨¦n el cansancio que producen unas estructuras taurinas caducas, rancias y adormecidas de las que se escapan el riesgo y la emoci¨®n. A pesar de todo, uno de ellos ya ha dejado escrito que sus cenizas se esparzan en el ruedo de su ciudad, y los tres afirman sin titubeos que, pase lo que pase, morir¨¢n como aficionados.

Roberto Garc¨ªa Yuste es el presidente de la Asociaci¨®n El Toro de Madrid, que re¨²ne a 146 socios, y representa el sector m¨¢s exigente (el llamado tendido 7) de la plaza de Las Ventas.

Jes¨²s Mar¨ªa Fern¨¢ndez es la voz de la Uni¨®n de Abonados y Aficionados Taurinos de Madrid, que integra a 780 de los 15.000 con que cuenta la plaza madrile?a.

Y Javier L¨®pez-Galiacho es el presidente del C¨ªrculo Taurino Universitario Luis Mazzantini, formado por 50 aficionados, que conceden anualmente el Premio Universitario de Tauromaquia Joaqu¨ªn Vidal.

¡°Hay que acercar el campo a la ciudad; ya nadie distingue un jilguero de un gorri¨®n¡± (Jes¨²s M. Fern¨¢ndez)

A instancias de este peri¨®dico, los tres se han reunido a escasos metros de la plaza de Las Ventas para hacer un diagn¨®stico de la tauromaquia del siglo XXI; y en el trascurso de la conversaci¨®n se ha traslucido su desencanto ante la gravedad de los problemas que aquejan a la fiesta, sin renunciar, por ello, a la esperanza de alcanzar soluciones posibles para que el espect¨¢culo alcance las cotas de inter¨¦s con las que sue?an los aficionados.

El m¨¢s optimista, el presidente de los abonados madrile?os, Jes¨²s M. Fern¨¢ndez, est¨¢ convencido de que ¡°la fiesta tiene todo el futuro por delante¡±, y que ¡°la crisis pasar¨¢, aunque el porvenir sea distinto y evolucionado¡±.

El m¨¢s cr¨ªtico, el portavoz de la Asociaci¨®n El Toro, quien clama por que ¡°cada plaza cuente con una comisi¨®n de aficionados¡±, se recupere ¡°la emoci¨®n del toro encastado, bravo y fiero, y que los ganaderos dejen de hablar de toreabilidad¡±, y que ¡°las figuras compitan de verdad entre ellas en el ruedo¡±.

Y el m¨¢s desencantado, el presidente del C¨ªrculo Mazzantini. ¡°La fiesta est¨¢ en ca¨ªda libre, y nunca ha vivido un momento m¨¢s grave que este en toda su historia¡±, asegura. ¡°Es necesaria una gran sentada de todo el sector taurino para establecer una estrategia de anclaje de la fiesta en el siglo XXI¡±. ¡°Si no somos capaces de hacerlo, ¡ªconcluye¡ª, la fiesta se parecer¨¢ a la orquesta del Titanic, que sigue sonando mientras el barco se hunde¡±.

Jes¨²s M. Fern¨¢ndez considera que ¡°la fiesta est¨¢ en crisis, como siempre; contin¨²an las mismas familias empresariales del siglo pasado y permanecen inamovibles las estructuras privadas y p¨²blicas¡±. ¡°Los taurinos tienen que salir m¨¢s a la calle y ense?ar el campo; hay que romper la brecha existente entre el mundo rural y la ciudad¡±. ¡°Porque nadie distingue ya entre un jilguero y un gorri¨®n¡±, concluye.

De parecida opini¨®n es L¨®pez-Galiacho, persuadido de que ¡°son muchos los enemigos y de que se est¨¢ produciendo una destaurinizaci¨®n de la sociedad como no ha sucedido nunca¡±. ¡°Los j¨®venes desconocen absolutamente este espect¨¢culo y existe una intencionada opacidad en los medios de comunicaci¨®n¡±, a?ade. ¡°Hay que abrir las puertas de la ganader¨ªas a las nuevas generaciones¡±, apostilla.

¡°La fiesta est¨¢ en ca¨ªda libre¡± (Javier L¨®pez-Galiacho)

Roberto Garc¨ªa Yuste incide en que el animalismo es una amenaza para la fiesta de los toros, (¡°y un ataque a nuestra civilizaci¨®n¡±, apunta Fern¨¢ndez), ¡°pero no menos que el propio sistema y los taurinos, que son los responsables de la falta de integridad del espect¨¢culo, y causa de la huida de muchos aficionados¡±. ¡°Los j¨®venes acuden en masa a los festejos populares porque en ellos sobresalen el riesgo y la emoci¨®n, elementos que se est¨¢n perdiendo en las corridas de toros¡±, a?ade.

El presidente de la Asociaci¨®n El Toro tiene muy claro qui¨¦n manda en la fiesta actual:

¡°Unos pocos empresarios y unas cuantas figuras que se lo est¨¢n llevando todo. Sim¨®n Casas y la Casa Matilla son los que m¨¢s da?o hacen; confeccionan carteles a su antojo, no apuestan por los j¨®venes ni por las novilladas, y siempre torean los mismos y con las mismas ganader¨ªas¡±.

Jes¨²s M. Fern¨¢ndez denuncia que la iniciativa p¨²blica, propietaria de muchas plazas, se limita a obtener beneficios del espect¨¢culo, ¡°sin que un solo euro revierta en la promoci¨®n de la fiesta¡±. ¡°Es inadmisible que el poder p¨²blico haga negocio con el patrimonio cultural¡±, tercia L¨®pez-Galiacho.

¡ª?Qu¨¦ pintan los aficionados en la tauromaquia moderna?

¡°Los aficionados no pintamos nada; a los empresarios solo les interesa que pasemos por taquilla¡± (Roberto Garc¨ªa Yuste)

¡°Nada¡±, asevera Garc¨ªa Yuste. ¡°A los empresarios solo les interesa que pasemos por la taquilla y que en el tendido seamos aplaudidores y triunfalistas¡±.

¡°Es el ¨²nico espect¨¢culo que vive de espaldas al cliente¡±, afirma L¨®pez-Galiacho. ¡°Cualquier empresa moderna busca m¨¦todos para ganar la confianza de los clientes, ¡ªprosigue¡ª, menos en los toros. En ninguna plaza, por ejemplo, se hace una encuesta de satisfacci¨®n sobre el producto que se ofrece a los espectadores; los toros se siguen gestionando con los mismos modos del siglo XIX¡±.

Pesimistas se muestran ambos (L¨®pez-Galiacho y Garc¨ªa Yuste) sobre el futuro.

¡°El horizonte lo veo muy oscuro¡±, adelanta el primero. ¡°Creo que en cualquier momento nos podemos encontrar con una prohibici¨®n legal en el Parlamento; partidos pol¨ªticos muy taurinos como el PSOE o Ciudadanos est¨¢n hoy de perfil; es decir, que la fiesta puede desaparecer como tal, lo que no impedir¨¢ que Espa?a siga siendo taurina, porque este pa¨ªs tiene una actitud muy torera ante la vida¡±.

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¡°El aficionado siempre ha sido pesimista, pero creo que los toros continuar¨¢n a pesar de todo¡±, opina Garc¨ªa Yuste. ¡°Habr¨¢ otro tipo de espect¨¢culo, eso s¨ª, m¨¢s humanizado y con menos sangre; de hecho, ya se han perdido los dos primeros tercios, el toro es m¨¢s suave y abundan los espectadores poco exigentes y con los pa?uelos blancos en las manos¡±.

Jes¨²s M. Fern¨¢ndez, por su parte, cree que las figuras actuales interesan, y se inclina por Morante ¡ª¡°el torero m¨¢s puro que he visto¡±¡ª, y Finito, ¡°que tiene una muy buena concepci¨®n del toreo¡±.

El presidente de la Asociaci¨®n El Toro opina que las figuras importan al p¨²blico, pero no al aficionado. ¡°Las vemos porque est¨¢n en el abono¡±, explica, ¡°pero yo no hago ni cinco kil¨®metros para ver a ninguna¡±. ?l prefiere a Paco Ure?a, Antonio Ferrera y sue?a con la aparici¨®n de un tercero que ¡°pudiera sorprendernos a todos¡±.

L¨®pez-Galiacho explica as¨ª sus preferencias: ¡°Si someti¨¦ramos la gesti¨®n de la feria de San Isidro a una escuela de negocios, saldr¨ªan carteles como estos: un mano a mano entre El Juli y Ure?a; otro, con Ponce y Rafaelillo, y una terna formada por Juan Mora, Antonio Ferrera y Talavante¡±. Y coloca sobre la mesa los nombres de dos toreros que le han emocionado: D¨¢maso Gonz¨¢lez e Iv¨¢n Fandi?o.

La tertulia toca a su fin, pero la Feria de San Isidro acaba de ser presentada y requiere una opini¨®n.

¡°Opino que la carteler¨ªa es positiva en l¨ªneas generales¡±, afirma Jes¨²s M. Fern¨¢ndez. Lamenta la ausencia de los toros de Cuadri y la comparecencia ¡®testimonial¡¯ de las figuras, ¡°aunque ello posibilita que los m¨¢s j¨®venes tengan su oportunidad¡±. ¡°No hay m¨¢s cera que la que arde¡±, termina.

¡°Me parecen las combinaciones m¨¢s rutinarias y aburridas de los ¨²ltimos a?os¡±, afirma L¨®pez-Galiacho. ¡°Merecen un suspenso rotundo; no contienen ni el m¨¢s m¨ªnimo atisbo de rivalidad, competencia, atractivo o innovaci¨®n¡±.

Finalmente, Roberto Garc¨ªa Yuste contin¨²a por la v¨ªa de la exigencia: ¡°La feria no est¨¢ pensada para el aficionado, muy larga y poco atractiva, sino para un p¨²blico ocasional. Nos gustar¨ªa un ciclo m¨¢s corto, con m¨¢s gestas de las mal llamadas figuras y m¨¢s rivalidad. Menos cantidad y m¨¢s calidad¡±. Valora la presencia de ganader¨ªas toristas, echa de menos a toreros como Juan Mora, Jos¨¦ Tom¨¢s y Morante, y espera que la afici¨®n sea rigurosa ¡°para que Madrid siga siendo la plaza m¨¢s importante del mundo¡±.