Clamoroso rid¨ªculo de las figuras (incluido Morante) en San Isidro 2018

No ven m¨¢s que la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio. No hacen m¨¢s que criticar a los antitaurinos para ocultar su manifiesta irresponsabilidad, su desaforado ego¨ªsmo y su falta de compromiso con la fiesta de los toros. Es inaudito que no se les caiga la cara de verg¨¹enza a todas las llamadas figuras del toreo moderno cuando se ven retratadas en los carteles de la Feria de San Isidro. Solo dos excepciones (Paco Ure?a y El Cid) confirman la regla de un selecto grupo de toreros consagrados que debieran dar un paso adelante para recuperar la emoci¨®n y el inter¨¦s perdidos y, sin embargo, huyen despavoridos y se refugian en muy c¨®modos hierros ganaderos de los que la afici¨®n guarda demasiadas tardes aburridas y muy pocos gratos recuerdos. Y algo no menos grave: todas ellas, ¡ªlas figuras¡ª, pasan de puntillas por la feria m¨¢s importante del mundo, ¡ªun trago cortito de dos corridas¡ª y muy aliviadas, arropadas unas con otras, en las mejores fechas y m¨¢s altos emolumentos. Bochorno total. Todas las figuras han quedado descalificadas; las que est¨¢n y alguna ausente, caso de Morante de la Puebla.

?C¨®mo un torero de su categor¨ªa y bien ganado reconocimiento puede eludir compromisos tan trascendentales como Sevilla y Madrid? ?Le importa a Morante la fiesta? Si es as¨ª, bien que lo disimula. Ya solo falta la guinda: que, pasado San Isidro, Jos¨¦ Tom¨¢s anuncie, como otros a?os, que torea en dos o tres plazas de escaso predicamento para hacer caja y mantener el mito. Ser¨ªa una muy lastimosa tomadura de pelo.

La tauromaquia del siglo XXI est¨¢ necesitada de l¨ªderes heroicos y no de cobardes

La tauromaquia del siglo XXI, tan desprestigiada, perseguida y denostada, est¨¢ necesitada de l¨ªderes heroicos y no de cobardes que solo se ponen flamencos ante animales enfermos de nobleza, falta de casta e invalidez.

?Qu¨¦ diferente ser¨ªa la feria de San Isidro si El Juli celebrara sus 20 a?os de alternativa en un mano a mano con Ure?a ante toros de Victorino! O que Manzanares, Ponce, Talavante y Perera, por ejemplo, se las vieran con ejemplares de Escolar, Miura o Baltasar Ib¨¢n. ?Una quimera en estos tiempos¡­!

Y no solo ocurre con los veteranos. No. A dos j¨®venes promesas ¡ªRoca Rey y Gin¨¦s Mar¨ªn¡ª les ha faltado tiempo para ingresar en el batall¨®n de los cobardes.

Se salva de la quema ¡ªpor los pelos, es la verdad¡ª Paco Ure?a, que se anuncia con victorinos, y destaca El Cid ¡ªun grande que quiere volver a ser lo que fue¡ª que se la juega con toros de La Quinta y Adolfo Mart¨ªn.

La feria es muy larga e ins¨ªpida, con la ¨²nica sorpresa de los hierros toristas

La feria la componen 34 festejos (27 corridas, 3 espect¨¢culos de rejoneo y 4 novilladas); comienza el 8 de mayo y finaliza el 10 de junio. Cinco toreros se anuncian tres tardes: Juan del ?lamo, Rom¨¢n, Juan Bautista, Sebasti¨¢n Castella y Paco Ure?a; veinte diestros se anuncian dos tardes, y veintiocho, una. En total, 53 matadores se vestir¨¢n de luces en Madrid, m¨¢s 9 novilleros y 11 rejoneadores. Y se lidiar¨¢n toros de 29 ganader¨ªas, entre las que destacan once hierros toristas que engrandecen el ciclo ferial: La Quinta, Baltasar Ib¨¢n, Pedraza de Yeltes, Dolores Aguirre, Partido de Resina, Jos¨¦ Escolar, Miura, Saltillo, Rehuelga, Adolfo Mart¨ªn y Victorino Mart¨ªn.

Por cierto, no est¨¢ Diego Urdiales, un artista guadianesco, hondo y profundo, cuya ausencia deja en evidencia al empresario; ni Gonzalo Caballero. ?Merece un puesto de honor un triunfador del a?o pasado o no? Tampoco aparece Juan Mora, un poeta excelso; ni los j¨®venes Varea, Tom¨¢s Campos o los sevillanos Rafael Serna y Pablo Aguado.

?Y qu¨¦ calificativos merece la feria?

Larga, muy larga, carente de inter¨¦s, ins¨ªpida, con muchos carteles infumables, con otros sopor¨ªferos, sin un gesto, ni una gesta, ni un atisbo de innovaci¨®n, vac¨ªa de sorpresa¡­ Y muy acertada, sin duda, en la elecci¨®n de las ganader¨ªas toristas, aunque fracasen.

M¨¢s informaci¨®n

Antonio Ferrera (torero imprevisible) o la sublimaci¨®n de la tauromaquia

El Cid, la zurda m¨¢s pura del toreo, quiere volver a ser lo grande que fue

Papanatismo, secretismo, despotismo y mafia en la tauromaquia moderna

Sim¨®n Casas ha cubierto el expediente, pero no parece que su oferta pueda ilusionar a los aficionados. ?Qu¨¦ no es posible otra feria? ?C¨®mo que no! Denuncien a los taurinos que se opongan a otros m¨¦todos de gesti¨®n. Sean transparentes. Arri¨¦sguense. Inventen. Innoven. Ilusionen.

La Feria de San Isidro de 2018 es un clon de la de a?os anteriores. ?Para qu¨¦ se ha cambiado de empresa? ?D¨®nde est¨¢n las dotes art¨ªsticas del autoproclamado gestor cultural?

No hay un solo cartel -valga la osad¨ªa- que entusiasme por su combinaci¨®n de toros y toreros; es verdad que algunos embriagar¨¢n a ese p¨²blico veleidoso que hoy compra la entrada y ma?ana te da la espalda porque la fiesta le importa un pimiento; no. Pero ninguno seducir¨¢ al aficionado sabio y exigente, cabal y constante, que est¨¢ dispuesto a sufrir muchas tardes para ser feliz un d¨ªa por un destello fugaz de un capotazo, un par de banderillas, un puyazo o un recorte.

?Qu¨¦ no es posible otra feria, se?or empresario? Pues si no lo es, es que usted es muy malo o no manda ni en su casa.

En fin, que nadie se enga?e: la Feria de San Isidro de 2018 es un puntillazo a la fiesta por culpa de un empresario simplemente avispado y tan conservador y rancio como los dem¨¢s y unas figuras asustadizas y sin sentido del honor.

Otros toreros ¡ªmuchos, sin m¨¦ritos para ello¡ª estar¨¢n siempre agradecidos por aparecer en los carteles; y so?ar¨¢n con que suene la flauta, si es que les toca el euromill¨®n y suena¡­