Homenaje a Gata Cattana: ¡°No te bast¨® la tierra, que quisiste conquistar el cielo¡±
Raperos, escritores y familiares rinden tributo a la cantante, poeta y polit¨®loga
Entre amigos, cervezas, versos y m¨²sica rap se yergue la figura de Gata Cattana proyectada en el centro de la Sala Mirador de Madrid. A las puertas del recinto a¨²n se agolpa la gente para conseguir entrar a este acto en recuerdo de su muerte, pero sobre todo de su vida. Ana Llorente, la madre de la rapera cordobesa, ocupa uno de los lugares principales y no duda en dejarse saludar por todo aquel que desea acercarse un poquito m¨¢s a la que fuera la vida de la prometedora artista. ¡°Esto es lo que ella hubiera querido¡±, comentaba sin reprimir las l¨¢grimas que permanec¨ªan como una constante en su rostro. Hace un a?o del fallecimiento repentino de Ana Isabel Garc¨ªa Llorente (como realmente se llamaba) a causa de una complicaci¨®n card¨ªaca, pero su esp¨ªritu y su obra parecen intactos.
Cattana se convirti¨® a sus 26 a?os en uno de los referentes del rap. En un mundo de hombres, consigui¨® hacerse un hueco con sus versos feministas, sus reivindicaciones y hablando de temas de los que no se quer¨ªa hablar. Ella se autodefin¨ªa como ¡°rapera de noche, poetisa de d¨ªa, polit¨®loga a ratos¡± y no dejaba de demostrarlo a cada instante, de manera natural en ella, pero tambi¨¦n como una trabajadora incansable que se merec¨ªa el lugar de referencia que ocupaba. Prueba de ello eran sus complej¨ªsimas rimas y su poemario, La escala de Mohs, que present¨® en 2016. Por ello, al inicio de este homenaje, sus amigos y poetas Pablo Cortina, Sergio Escribano y Ana Trist¨¢n, escudri?aron entre sus hojas para recitar sus favoritos. ¡°Merecerte la vida hasta tal punto, que tu muerte parezca una injusticia¡±, recordaba Escribano este verso, que parec¨ªa premonitorio y que ya se ha convertido en realidad.
¡°Qu¨¦ cojones hac¨¦is leyendo mi libro entero¡±, apunt¨® Cortina imitando la voz de la rapera para explicar lo que Cattana les hubiera dicho al ver toda la atenci¨®n sobre ella, en vez de leer alguno de sus trabajos. Y eso quiso hacer Cortina para cumplir con un deseo insatisfecho de su amiga: ¡°En la presentaci¨®n de su libro me pidi¨® que recitara El Camarero porque era su favorito, pero me enfad¨¦ y le dije que no. Ahora pienso que deber¨ªa haberlo hecho¡±.
Entre tantos aplausos, muestras de amor y honores, la madre parece encontrar cierto consuelo. ¡°Si su obra trasciende, ya no se ir¨¢ nunca. Digo adi¨®s a mi hija, pero digo hola a la artista¡±, se?alaba. Adem¨¢s, record¨® una entrevista que tuvo su hija en el que le preguntaron qu¨¦ era la eternidad. Ella respondi¨®: ¡°La eternidad es estar vigente incluso despu¨¦s de la muerte¡±. Y, para su madre, esto es justamente lo que ha conseguido. No obstante, tambi¨¦n cree que ¡°la vida no le ha dejado hacer todo lo que deb¨ªa¡±.
Desde peque?a rodeada de libros, Cattana no era una rapera habitual. Hablaba de filosof¨ªa, historia, pol¨ªtica, cultura cl¨¢sica, arte¡ se sab¨ªa defender con su palabra como ¨²nica arma, despertando el intelecto de los oyentes, las ansias de saber y de seguir a aquella ¡°Teodora de Bizancio, que administraba y quebraba imperios con una palabra¡±, tal y como se defin¨ªa en La Satine. Los raperos Cl¨¢sico y Kleynt interpretaron un tema que hab¨ªan escrito para el d¨ªa de su cumplea?os, mezclado con frases de la propia artista. ¡°Estas letras no pueden quedar en el olvido. Estamos en una sociedad en la que la m¨²sica se consume y se tira, se consume y se tira. Consigamos que Ana no sea esto¡±, afirmaba Kleynt.
El rapero Juancho Marqu¨¦s quiso no solo cantar junto a una virtual Ana la canci¨®n que les hab¨ªa unido en el pasado, De la tierra, sino leer algo que escribi¨® el d¨ªa de su muerte. ¡°No te bast¨® la tierra, que quisiste conquistar el cielo¡±, dijo entre l¨¢grimas. Como cierre musical, el cantautor Pedro Pastor la homenaje¨® cantando La Prueba, tema ¡°que siempre interpreta en sus conciertos¡±, porque con Ana se reconcili¨® con el rap, mundo con el que estaba ya muy desenga?ado ¡°por lo artificiales y poco representativas que eran las letras¡±.
Por ¨²ltimo, el poeta Antonio D¨ªaz Fern¨¢ndez, quiso leer el pr¨®logo que la rapera le hab¨ªa pedido que hiciera para su primer y ¨²nico libro de poemas: ¡°Es que nacer y crecer en Espa?a es estar a punto de descubrir una mentira. Y luego descubrir una mentira mayor que tapa la anterior. Por eso crecemos descre¨ªdos. La poes¨ªa que nos queda por hacer, y que Ana supongo ya intu¨ªa ser¨ªa su oficio y su vocaci¨®n, es la de desenterrar, desenmascarar, desacralizar, desintoxicar, desamortizar, desinsectar y desinfectar¡±. Como no pod¨ªa ser de otra manera, el acto termin¨® con la madre de Cattana sobre el escenario: ¡°Gracias a todos. Ella ya es eterna¡±.
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