Las hermanas ¡®Schindler¡¯ gallegas que salvaron a 500 jud¨ªos del Holocausto
Lola, Amparo y Julia Touza siguen a la espera de ser nombradas 'Justas entre las naciones' y de protagonizar una pel¨ªcula en la gran pantalla
El reloj de la estaci¨®n de tren de Ribadavia, en Ourense, marca las seis menos diez. Lleva 50 a?os parado y es el mismo que Lola, Julia y Amparo Touza miraban todos los d¨ªas cuando iban a trabajar al quiosco de la terminal. Corr¨ªa el a?o 1941 y ellas regentaban, adem¨¢s del casino de la localidad, este peque?o puesto de madera en el que vend¨ªan melindres, licor caf¨¦, aguardiente de hierbas o bocadillos. A simple vista, ofrecer estos productos era su principal cometido en la estaci¨®n, pero las tres guardaban un secreto que muy pocos en el pueblo sab¨ªan y que hasta muchos a?os despu¨¦s de su muerte nunca vio la luz.
Entre los numerosos pasajeros que viajaban en la l¨ªnea Hendaya-Vigo, a¨²n en circulaci¨®n, se encontraban muchos jud¨ªos que hu¨ªan de los campos de concentraci¨®n nazis. Lo hac¨ªan cruzando la frontera francesa hacia Espa?a y con el objetivo de llegar a Portugal para marcharse a Estados Unidos o a Am¨¦rica Latina. Seg¨²n el historiador Jos¨¦ Ram¨®n Est¨¦vez y el escritor Vicente Pi?eiro, expertos en esta historia, las tres hermanas consiguieron ayudar a alrededor de 500 jud¨ªos gracias a una red clandestina que las conectaba directamente con el c¨®nsul portugu¨¦s Ar¨ªstides de Sousa, que tambi¨¦n desempe?¨® el mismo cargo en Vigo. ¡°Creemos que ellas recib¨ªan telegramas de Sousa, reconocido por la cantidad de visados que concedi¨® a jud¨ªos que hu¨ªan del Holocausto. Cuando recib¨ªan el aviso, sab¨ªan si en el tren que circulaba ese d¨ªa hab¨ªa alguien que las necesitaba o no. Los pasajeros solo ten¨ªan que preguntar por ¡°la madre", que era el apodo de Lola. Despu¨¦s, las tres hermanas los escond¨ªan en el quiosco de la estaci¨®n de Ribadavia para, aprovechando la discreci¨®n de la noche, trasladarlos a su casa, donde los ocultaban hasta que fuese seguro cruzar la frontera y llegar a Portugal, bien caminando, bien en coche¡±, asegura Pi?eiro.
La red de las hermanas Touza, dirigida por Lola, contaba con otros protagonistas que nunca desvelaron el secreto. Entre ellos se inclu¨ªan dos taxistas del pueblo, Xos¨¦ Rocha y Javier M¨ªguez; un tonelero llamado Ricardo P¨¦rez, que hac¨ªa las veces de int¨¦rprete; el padre del historiador Est¨¦vez, Francisco, a¨²n vivo; y su abuelo Ram¨®n. ¡°Lola se acerc¨® a mi abuelo en la estaci¨®n mientras cargaba un vag¨®n de ladrillo y le dijo que ten¨ªa escondido a un se?or que ven¨ªa de Europa y que quer¨ªa que ¨¦l lo llevase a la frontera con Portugal, que est¨¢ a 12 kil¨®metros de Ribadavia. Mi abuelo lo acompa?¨® en la noche, junto a mi padre, a trav¨¦s del r¨ªo, haci¨¦ndose pasar por pescadores. Este se?or, en agradecimiento, les dio una moneda que luego, muchos a?os despu¨¦s, entregamos a los nietos de Lola¡±, afirma Est¨¦vez.
Las peripecias que pasaron Julia y sus hermanas fueron conocidas por muy pocos vecinos del pueblo. De hecho, en la actualidad, todav¨ªa muchos dudan de la labor de estas tres hermanas, pese a que hay documentos y testigos que lo acreditan. El secreto no fue desvelado hasta 2005, cuando el escritor Antonio Pati?o escribi¨® su historia, que hab¨ªa jurado a Lola no contar hasta que las tres hubiesen fallecido. ¡°A ra¨ªz de esa publicaci¨®n fui desenredando la madeja de enigmas que mi abuela y mis t¨ªas hab¨ªan ocultado durante tanto tiempo. Yo vi muchas cosas de peque?o que, a partir de ese momento, de repente empezaron a cuadrar¡±, cuenta el arquitecto Julio Touza, nieto de Lola.
Touza resume la haza?a de su abuela y sus t¨ªas como una historia de silencios. ¡°Ellas ayudaban a estas personas de manera desinteresada y nunca lo hicieron p¨²blico. Tampoco lo cont¨® mi padre. Eran solidarias por naturaleza y no solo con jud¨ªos huidos, sino tambi¨¦n con prisioneros de la Guerra Civil, a los que daban comida a trav¨¦s de los barrotes de la c¨¢rcel¡±, sostiene. El arquitecto recuerda a su abuela como una mujer fuerte, con tes¨®n y adelantada a su ¨¦poca. "Seg¨²n he podido saber despu¨¦s, las tres pusieron en riesgo su vida en numerosas ocasiones. No era habitual que la Gestapo visitase la localidad, pero s¨ª que, en alguna ocasi¨®n, vinieron preguntando por "la madre". La presencia de los nazis era habitual en Galicia porque ven¨ªan en busca de wolframio, un mineral necesario para reforzar ca?ones y acorazar tanques, muy abundante en la zona", a?ade.
Solo una placa en su honor
El 7 de septiembre de 2008, el Ayuntamiento de Ribadavia aprob¨® poner una placa en homenaje a las Touza. "A las tres hermanas Lola, Amparo y Julia Touza. Luchadoras por la Libertad", se puede leer en el que fue su domicilio en Ribadavia. El mismo a?o, el Centro Peres por la Paz plant¨® en Jerusal¨¦n un ¨¢rbol con el nombre de Lola Touza que recuerda su labor. Desde entonces, la familia tambi¨¦n espera que se les otorgue el t¨ªtulo de Justas entre las Naciones, el m¨¢ximo reconocimiento oficial que otorga el Estado de Israel. "Para que se les conceda este t¨ªtulo se deben cumplir tres requisitos: que hayan salvado a un jud¨ªo, que lo hayan hecho arriesgando sus vidas y que se haya llevado a cabo de forma desinteresada. Ellas cumplen todos", explica Touza.
Por su parte, el Centro Sefarad-Israel en Espa?a confirma que esta investigaci¨®n se est¨¢ llevando a cabo, pero no da fecha exacta para la resoluci¨®n del proceso que califican como "lento y complicado". Por ello, el 13 de abril lanzaron una campa?a para recoger firmas que apoyen su Expediente de Honra del Municipio. El Yad Vashem, instituci¨®n creada para honrar a las v¨ªctimas y los h¨¦roes del Holocausto, tampoco ha precisado a este peri¨®dico el momento previsto para el nombramiento.
Recientemente se public¨® que este a?o se estrenar¨¢ una pel¨ªcula musical basada en la vida de las Touza. El nieto de Lola no ve posible el musical. Solo recuerda que Emilio Ruiz Barrachina, al que se mencionaba como director de la pel¨ªcula, "escribi¨® un libro sobre las tres hermanas, titulado Estaci¨®n Libertad". Este peri¨®dico ha intentado sin ¨¦xito hablar con ¨¦l. "Lo que s¨ª puedo contar es que he tenido varias reuniones con un espa?ol que forma parte del equipo de Steven Spielberg para hacer un filme que cuente su historia y no he rechazado la idea. Tambi¨¦n tengo previsto reformar la casa de mi t¨ªa y abuelas para convertirla en un peque?o hotel y centro de actividades que regenten los vecinos de la localidad", confiesa Touza.?
Mientras tanto, a la espera de esa pel¨ªcula, del reconocimiento o de la casa homenaje, la historia de Lola, Julia y Amparo seguir¨¢ silenciada. "Quiz¨¢ es lo que ellas hubiesen querido", concluye el nieto.
Babelia
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