M¨²sica alucinada
Ryley Walker fluye hacia nuevas dimensiones en 'Deafman Glance', donde asoman el humor absurdo y el apego a la vida
No luce barba hipster Ryley Walker (Rockford, Illinois, 1989), ?qu¨¦ alivio! Otra virtud de este guitarrista y cantante: sus interpretaciones deambulan sin llegar a asentarse, ajenas a las riendas de la composici¨®n misma, como si un travieso viento las impulsara desde su innata vacilaci¨®n hacia una esquiva certeza. Ah¨ª reside su potencia expresiva, y no es lo ¨²nico que alienta comparaciones con Miles Davis, aunque su territorio no sea el jazz sino el folk alucinado y viajero, indeciso ante los inextinguibles brillos de la tradici¨®n o la ef¨ªmera frescura del presente. Tras publicar All Kinds of You (2014) y Primrose Green (2015), su enjundioso tercer ¨¢lbum, Golden ?Signs That Have Been Sung (2016), consumaba esa excelsa deriva fluyendo en meandros que iban revelando nuevas dimensiones en un trayecto sin final aparente. Se mantiene inagotable dos a?os despu¨¦s: ah¨ª est¨¢ el extenso tema inicial ¡®The Halfwit in Me¡¯ ¡ªembrujo que casi hac¨ªa irrelevante al resto de una obra donde brillan piezas como ¡®The Roundabout¡¯¡ª, tan emocionante como la primera vez.
La adolescencia del inquieto Ryley en una poblaci¨®n industrial sin duda abon¨® su talento. El aburrimiento invitaba al skateboard y al vandalismo, impulsaba la b¨²squeda de est¨ªmulos secretos, fuesen los discos de Led Zep?pelin o Alice Coltrane, la bibliograf¨ªa sobre el revival folk brit¨¢nico de los sesenta o la energ¨ªa desatada en los bolos de Fugazi. La mudanza a la cercana Chicago, en 2010, le ofrecer¨¢ el entorno id¨®neo para alimentar voz y discurso propios, m¨¢s all¨¢ de su devoci¨®n por los guitarristas Bert Jansch o John Fahey, los vocalistas errabundos Tim Buckley y el joven Van Morrison, sin desde?ar el intr¨¦pido posrock que la ciudad del viento propag¨® en los noventa. Walker sintoniza sin buscarlo con una generaci¨®n de j¨®venes guitarristas que, como Steve Gunn o Kurt Vile, se sirven del erario folk-rock para propulsarse hacia la abstracci¨®n. De ah¨ª que las canciones de su nuevo trabajo, Deafman Glance, parezcan suspendidas en una constante indagaci¨®n conducida por su letan¨ªa vocal, planeando sobre leves percusiones, instintivas guitarras, acentos de piano o flauta.
La solemnidad de ¡®In Castle Dome¡¯ y ¡®22 Days¡¯ se?alan el camino, que se elevar¨¢ hacia des¨¦rticas altiplanicies de la emoci¨®n ¡ªlo son ¡®Can¡¯t Ask Why¡¯ o ¡®Expired¡¯¡ª absorbiendo al oyente hacia una telara?a de sensaciones contradictorias sin doblegarse ante esa l¨®gica que demanda contenci¨®n estil¨ªstica o firmes corolarios. Hay otras tonalidades, necesarias para que la din¨¢mica del ¨¢lbum avance, en el garbo de ¡®Opposite Middle¡¯ o en el excepcional final con ¡®Spoil With The Rest¡¯, a veces rozando un formalismo hueco, como en ¡®Accomodations¡¯ o ¡®Telluride Speed¡¯, reminiscentes de los excesos del rock progresivo.
Y, tras la espesa aflicci¨®n que le impulsa, asoman humor absurdo y apego a la vida. Lo demuestran sus chanzas en escena, una experiencia por lo visto imprevisible. Nada es predecible en este vers¨¢til m¨²sico que hoy afirma sentirse ajeno a su anta?o adorado Nick Drake. El pasado qued¨® atr¨¢s, solo interesa el futuro. Deafman Glance quiz¨¢s no sea Golden Signs That Have Been Sung ¡ªtodav¨ªa¡ª, pero, como aquel, nace vacunado contra la absurda celeridad del presente. Disfrutemos del viaje astral.
Ryley Walker. Deafman Glance. Dead Oceans-Popstock
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.