Todos los partidos quieren que los creadores jubilados puedan trabajar y cobrar la pensi¨®n
Un informe para la elaboraci¨®n del Estatuto del Artista, apoyado por un consenso un¨¢nime, pide al Parlamento tutelar a los precarios de la cultura
Tras la luz de las estrellas de la cultura, trabaja en la sombra una marea humana. Una mayor¨ªa silenciosa, pero imprescindible para que Pablo Albor¨¢n llene un estadio o Nuria Espert enamore los escenarios. Y, en general, para que la cultura espa?ola siga pensando y creando. Los tapados de las artes no pisan las alfombras rojas y el p¨²blico nunca los reconocer¨ªa. Pero, desde hoy, el Congreso s¨ª quiere hacerlo: tener en cuenta que su sueldo y trabajo van y vienen; dejar que un autor jubilado pueda escribir y recibir a la vez la pensi¨®n; facilitar el cobro de la prestaci¨®n por maternidad o de riesgo por embarazo para las artistas intermitentes; o permitir que la afon¨ªa sea raz¨®n de baja para un cantante. Todo ello aparece en los 75 puntos del informe que la Subcomisi¨®n para el Estatuto del Artista ha presentado hoy en el Congreso. Termina as¨ª un trabajo empezado en febrero de 2017, con el objetivo de reconocer las especificidades del empleo cultural, su esencia intermitente, y ofrecer soluciones para tutelar a tantos creadores y trabajadores precarios, aut¨®nomos en su mayor¨ªa: entre 200.000 y un mill¨®n, seg¨²n distintas estimaciones. Aunque otro periplo empieza: el que va desde el informe hasta cambiar la ley.
¡°Puede ser un gran d¨ªa para la cultura¡±, defendi¨® F¨¦lix ?lvarez, diputado de Ciudadanos y miembro de la comisi¨®n. Una hip¨®tesis, en lugar de una certeza. Porque el documento representa "una agenda legislativa", explic¨® Eduardo Maura, portavoz de Cultura de Podemos. Es decir, solo una hoja de ruta para el Parlamento. Aunque hay razones para el optimismo. Ante todo, el informe incluye declaraciones de intenciones pero tambi¨¦n medidas espec¨ªficas, que aclaran qu¨¦ ley (la de IRPF, de Enjuiciamiento Civil...) o real decreto modificar y c¨®mo. Hay incluso puntos que tan solo precisan de la acci¨®n del Gobierno. Y, adem¨¢s, el texto sale de un consenso casi inaudito: todos los grupos han participado en ¨¦l, discutido, peleado y decidido votar a su favor, el jueves 21 de junio, en la Comisi¨®n de Cultura. Es presumible que el Pleno del Congreso siga el ejemplo, de ah¨ª que algunos diputados conf¨ªen en que al menos una m¨ªnima parte del pacto est¨¦ en vigor en enero de 2019.
Las ¡°propuestas y recomendaciones¡± se centran en 20 folios y tres apartados: fiscalidad, protecci¨®n laboral y Seguridad Social, y compatibilidad entre la pensi¨®n y los ingresos por derechos de propiedad intelectual y actividades creativas. Antes, el texto deja claros sus destinatarios: ¡°Quien crea la obra y para hacerlo debe formarse e investigar, quien dise?a el escenario, quien lo ilumina, quien escribe la m¨²sica y quien la ejecuta, quien la promueve, quien ilustra un poema y quien lo recita, quien comisar¨ªa el conjunto, quien lo hace llegar al p¨²blico y, en general, quien sostiene o gestiona todo el proceso con su trabajo visible, invisible, o ambos a la vez¡±. Todos ellos, seg¨²n el informe, son ¡°indispensables¡± para la cultura.
En cuanto a la fiscalidad, el documento deja claro que ¡°el trabajo cultural no es solo la presentaci¨®n en p¨²blico de un hecho¡±, sino que abarca el periodo de tiempo a su alrededor. Por ello, propone que los empleados culturales tributen seg¨²n una media de los ingresos de los ¨²ltimos tres o cuatro a?os, para compensar que hay ¨¦pocas de agenda llena y otras donde el tel¨¦fono nunca suena. Tambi¨¦n pide autorizar la deducci¨®n de gastos en formaci¨®n, en instrumentos, vestuarios y herramientas de su trabajo y en honorarios y comisiones a representantes y agentes ¡ªque suelen suponer ¡°el 20% de los ingresos brutos¡± de un creador¡ª. Finalmente, se recomienda que ¡°toda la cadena de valor de la actividad art¨ªstica¡± tribute con el IVA reducido (actualmente el 10%), y que los intermitentes culturales puedan beneficiarse de la exenci¨®n de un 30% en el IRPF, que ya se concede a las rentas irregulares. El documento pretende tambi¨¦n que se forme m¨¢s especificamente a los inspectores y empleados de Hacienda sobre los trabajadores culturales y sus caracter¨ªsticas.
El apartado de protecci¨®n laboral y seguridad social, el m¨¢s largo, pide, sobre todo, ¡°adaptar el sistema de prestaciones a la realidad del trabajo cultural y su intermitencia, en especial la prestaci¨®n por desempleo¡±, aunque tambi¨¦n la maternidad o paternidad. ¡°Actualmente se deniega la prestaci¨®n de riesgo por embarazo a la trabajadora de la cultura si el parto se produce al d¨ªa siguiente de una baja en la Seguridad Social¡±, agrega el documento, que exige m¨¢s flexibilidad. No hay, eso s¨ª, nada parecido al subsidio que Francia ofrece a sus intermitentes para compensar los periodos de paro, y que muchos precarios espa?oles deseaban: 10.692 euros, siempre y cuando hayan trabajado al menos 507 horas durante 12 meses consecutivos. Se descart¨® por la "imposibilidad de encontrar su encaje en la legislaci¨®n espa?ola", defiende Maura.
Aplausos y dudas
Cuatro de los 31 expertos que comparecieron ante la Subcomisi¨®n durante su trabajo han valorado positivamente el informe a EL PA?S. "Se me saltan las l¨¢grimas, se nota mucho la atenci¨®n al detalle y me parece que est¨¢n todas las principales reivindicaciones", aseguraba uno. "Es un gran avance", agregaba otro. En principio, los cuatro destacaban que las necesidades clave del sector y los caballos de batalla de los intermitentes est¨¢n recogidos en el texto.
Eso s¨ª, dos de los cuatro expertos hicieron hincapi¨¦ en la dificultad de convertir este trabajo en realidad, ya que hay "varias formulaciones muy generales". "Va a ser una tarea ardua", defend¨ªa uno. Entre las ausencias, los expertos se?alan que falta una referencia a la necesidad de un mayor reconocimiento para "las ense?anzas art¨ªsticas", que las propuestas sobre la protecci¨®n laboral y la Seguridad Social "no entran en muchos detalles" y que no se deja clara la opci¨®n de la contrataci¨®n mercantil y no solo laboral para los trabajadores culturales empleados en espect¨¢culos p¨²blicos. En todo caso, el deseo de una de las cuatro fuentes resum¨ªa la esperanza de todos: "Espero que no sea solo una carta a los Reyes Magos".
El texto invita a armonizar las distintas categor¨ªas art¨ªsticas bajo un mismo paraguas de cara a Hacienda, para evitar lo que relat¨® el escritor Lorenzo Silva ante la Comisi¨®n de Cultura: ¡°Me tuve que dar de alta en el apartado de pintor, escultor o ceramista¡±. Y se?ala la necesidad de que se reconozcan como ¡°enfermedades profesionales¡± todas aquellas que impiden el trabajo de un artista. Se busca adem¨¢s facilitar la representaci¨®n sindical de los creadores, ya que actualmente se exige un mes de antig¨¹edad en una empresa para votar y seis para optar a la elecci¨®n, algo a menudo ajeno para los precarios culturales. Otro pilar del mismo plan es aumentar la capacidad negociadora de sindicatos y asociaciones representativas de artistas aut¨®nomos frente a las empresas.
A los bailarines, entre otros, que terminan su carrera a los 35 a?os y se arriesgan a quedar en exclusi¨®n social el informe promete formaci¨®n, asesor¨ªa y un organismo ad hoc para reintegrarlos en el mercado. Y tambi¨¦n plantea ampliar de 21 a 26 los a?os ¨²tiles para calcular su pensi¨®n: se busca as¨ª evitar que cuente excesivamente la ¨²ltima parte de su carrera, cuando, por el paso de los a?os, algunos podr¨ªan trabajar menos y con ingresos m¨¢s reducidos.
Por ¨²ltimo, cinco p¨¢ginas destacan la urgencia de que los creadores jubilados puedan recibir la pensi¨®n (ya sea contributiva o no, o de incapacidad permanente) y a la vez seguir ejerciendo su profesi¨®n art¨ªstica, cobrar por ella y por los derechos de propiedad intelectual. A cambio, un 8% de los ingresos por su actividad profesional se destinar¨¢ a la Seguridad Social. "No deber¨ªa obligarse a este colectivo a escoger entre perder el cobro de sus prestaciones p¨²blicas o seguir en activo", reza el punto 64. Actualmente, la ¨²nica opci¨®n legal para estos creadores es renunciar al 50% de su pensi¨®n, de ah¨ª que algunos opten por recibir pagos en b o en especie. Para sustentar su tesis, el documento se?ala casos comparables, como ¡°el profesorado universitario em¨¦rito¡± o el ¡°personal sanitario licenciado em¨¦rito¡±, as¨ª como el beneficio para la sociedad, por la madurez de los autores y porque sus obras buscan, al fin y al cabo, ser difundidas entre la ciudadan¨ªa. A?os despu¨¦s, adem¨¢s, entrar¨¢n a formar parte del dominio p¨²blico. As¨ª que ser¨¢n, literalmente, de todos.
Babelia
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