Contradicciones de amor y sexo
No es f¨¢cil trasladar la prosa literaria de McEwan a prosa cinematogr¨¢fica. Y, sin embargo, esta es una pel¨ªcula notable hasta casi su desenlace
EN LA PLAYA DE CHESIL
Direcci¨®n: Dominic Cooke.
Int¨¦rpretes: Saoirse Ronan, Billy Howle, Emily Watson, Anne-Marie Duff.
G¨¦nero: drama. Reino Unido, 2017.
Duraci¨®n: 110 minutos.
Pocas veces se ha retratado de forma m¨¢s exhaustiva una tarde y noche de bodas que en la novela de Ian McEwan Chesil Beach. Con todo lo que ello implica, en una pareja virgen, desplegando sus tent¨¢culos, amargos y tiernos, rom¨¢nticos y pr¨¢cticos, tanto hacia el pasado como hacia el m¨¢s inmediato presente y a sus consecuencias en el futuro. Dos p¨¢ginas completas para narrar un beso, los movimientos de labios y lenguas, de mentes, el br¨ªo, la inquietud, la claustrofobia. Una p¨¢gina entera para los pensamientos del peligro de llegada a la meta demasiado pronta. Los proleg¨®menos, el acto; el triunfo o el fracaso.
No es f¨¢cil trasladar la prosa literaria de McEwan a prosa cinematogr¨¢fica. Y, sin embargo, En la playa de Chesil es una pel¨ªcula notable hasta casi su desenlace. Lo han logrado el propio McEwan, adaptador de su novela, ya con experiencia, tanto en la traslaci¨®n de obras propias (El inocente) como en la escritura de libretos originales (La comida del labrador, El buen hijo), y Dominic Cooke, reputado director de teatro, que debuta en el cine a los 51 a?os tras realizar tres episodios de la magn¨ªfica serie de televisi¨®n The Hollow Crown.
Al igual que en la novela, la noche de bodas sirve de hilo conductor para ir conformando el retrato de dos seres que, b¨¢sicamente, se aman, aunque a veces no sepan c¨®mo hacerlo. Y en una ¨¦poca con demasiados inconvenientes, presiones, subterfugios, lo que lleva a la novela, y a la pel¨ªcula, a una serie de maravillosas contradicciones, a una amplia gama de grises en ambos personajes. El choque interior entre el amor y la aversi¨®n; el j¨²bilo y el asco; el picor, el gusto y el dolor. Con una base expl¨ªcita, relatada en un p¨¢rrafo del libro, que se interpone entre ellos: ¡°Su personalidad y su pasado respectivos, su ignorancia y temor, su timidez, su aprensi¨®n, la falta de un derecho o de experiencia o de desenvoltura, la parte final de una prohibici¨®n religiosa, su condici¨®n de ingleses y su clase social, y la historia misma¡±. Nada menos.
Cooke filma con convicci¨®n y excelente montaje los detalles de cada contradicci¨®n, y los int¨¦rpretes, sobre todo la excelente Saoirse Ronan, ce?o fruncido, rubor, desarrollan los detalles f¨ªsicos del temor y el temblor, que dir¨ªa S?ren Kierkegaard, de la angustia. Sin embargo, lo que durante hora y media es estupendo, se vuelve en contra en los ¨²ltimos minutos. Ah¨ª McEwan inventa una nueva secuencia, una d¨¦cada despu¨¦s, que no aporta, pero no molesta. Lo peor es el ep¨ªlogo final, que no es expl¨ªcito en la novela, aunque est¨¦ en su esencia, entre l¨ªneas. Y se visualiza y desarrolla, ya con ellos ancianos, y maquillaje cerca de lo infame. Simplemente no hac¨ªa falta y, si se hac¨ªa, hab¨ªa decenas de modos m¨¢s sutiles de rodarlo.
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