Un sendero a la claridad
La publicaci¨®n de la antolog¨ªa 'P¨®lvora en el sue?o' nos devuelve la poes¨ªa del fallecido Miguel ?ngel Velasco
Hay poetas a los que la confluencia de dos factores como la muerte prematura y una madurez creativa temprana deja situados en una suerte de n¨®mina de relegados imprescindibles y casi malditos. Miguel Labordeta, An¨ªbal N¨²?ez, Javier Egea, Pablo del ?guila o F¨¦lix Francisco Casanova ser¨ªan ejemplos de esa singular estirpe de raros surgidos en las ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XX y de lo que llevamos del siglo XXI. La publicaci¨®n de la antolog¨ªa P¨®lvora en el sue?o, en una rigurosa edici¨®n a cargo del poeta Alfredo Rodr¨ªguez, nos devuelve a Miguel ?ngel Velasco (Palma de Mallorca, 1963-2010), aquel joven poeta que deslumbr¨®, a los 19 a?os, con un libro cuasi experimental, Las berlinas del sue?o, premio Adonais de 1981. Un libro muy de ¨¦poca, todav¨ªa marcado por el aliento vanguardista del ¨²ltimo respiro nov¨ªsimo en el que muy pronto el propio Velasco dejar¨ªa de reconocerse.
En coherencia con ello, Rodr¨ªguez ha optado por una antolog¨ªa en la que est¨¢n ausentes sus tres primeros libros, una antolog¨ªa que se inicia con poemas de El serm¨®n del fresno (1995) y recoge una amplia muestra de sus siete libros posteriores, incluyendo el que se public¨® con car¨¢cter p¨®stumo (compuesto por cuatro breves poemarios), La muerte una vez m¨¢s (2012). El volumen nos ofrece la trayectoria de un poeta de inusitada profundidad, radicalmente entregado a la poes¨ªa y obsesionado por sus posibilidades de meditaci¨®n sobre la existencia (¨ªntima sobre todo), de contemplaci¨®n del entorno y de captaci¨®n, a la vez, de sus misterios y abismos.
Velasco fue un poeta que, quiz¨¢ como herencia de la contracultura, no desde?¨® las posibilidades ¡°inspiradoras¡± del LSD para ara?ar en el inconsciente (¡°no como juego ni pasatiempo, sino para arraigarme en la vida¡±, responde en una entrevista que se recoge al final del libro). Sin embargo, contra los que cabr¨ªa esperar, lejos de avanzar hacia el hermetismo y la irracionalidad, su obra de ¡°madurez¡± es una atormentada b¨²squeda de la claridad. Velasco sorprende por su poes¨ªa en camino hacia la esencia (¡°Recostado en tu hombro me dorm¨ªa?/ so?ando un tiempo en el que yo tambi¨¦n?/ supiera dar con ese verso claro¡±), por la mirada, te?ida por su pasado de poeta visionario, hacia ciertos poetas del cincuenta (Brines, Claudio Rodr¨ªguez, cierto Sahag¨²n) y por un creciente despojamiento expresivo que no elude el destello imaginativo ni el tono conversacional incluso al enfrentarse, de modo premonitorio, con el pozo de la muerte. Todo ello partiendo de una muy s¨®lida base de lecturas de los cl¨¢sicos y de una visi¨®n sagrada, integral, del oficio de poeta. P¨®lvora en el sue?o se cierra con algunas prosas y reflexiones del propio Velasco y con tres entrevistas m¨¢s que esclarecedoras de su actitud ante la poes¨ªa y ante la vida. Un poeta ineludible, al que es obligado volver a los m¨¢s de tres lustros de su desaparici¨®n. Un poeta ¡°psiqued¨¦lico¡± y, a la vez, luminoso.
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Autor:?Miguel ?ngel Velasco.
Editorial:?Cham¨¢n (2018).
Formato: tapa blanda (320 p¨¢ginas).
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